Eduardo Ruiz-Healy
Para entender las posturas sobre el sector energético de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y de Víctor Rodríguez Padilla, quien a partir del 1 de octubre será el director general de Pemex, es esencial revisar lo que han escrito sobre el tema. Entre los artículos que publicaron conjuntamente se encuentran «El colmo de la política energética zedillista» en La Jornada el 25 de abril de 2000. En colaboración, publicaron «El sistema de precios de la electricidad en México: Problemas y soluciones» en la Revista Latinoamericana de Economía en enero-marzo de 2002. Junto a Guillermo Robles Morales, publicaron «Política mexicana e indicadores de sustentabilidad» en la misma revista en julio-septiembre de 2009.En estos textos, ambos reflejan una crítica clara a un modelo de mercado abierto que prioriza la rentabilidad a corto plazo sobre la estabilidad y el bienestar a largo plazo.
En sus análisis, sostienen que la liberalización del sector energético debilitó a PEMEX y a la CFE, al forzarlas a competir en un entorno donde los intereses nacionales se relegaron en favor de beneficios inmediatos. Sin embargo, no rechazan la participación del sector privado en el desarrollo energético del país, porque la misma puede ser favorable si se realiza bajo un estricto marco regulatorio y supervisión estatal. Proponen un modelo en el que las empresas privadas complementan, pero no reemplazan, la inversión estatal, operando bajo condiciones que aseguren la seguridad energética, la sostenibilidad y la equidad social.
Este enfoque queda reflejado no solo en sus colaboraciones con Rodríguez Padilla, sino también en otros trabajos donde fue coautora. En artículos como «Climate Change 2014: Mitigation of Climate Change» (2014, IPCC Working Group III) y «Mexican electric end-use efficiency: experiences to date» (1998, Annual Review of Energy and the Environment), subraya la importancia de políticas públicas que guíen al sector energético hacia la sostenibilidad, sin dejarlo únicamente a las fuerzas del mercado. Para Sheinbaum, la intervención del estado no solo es necesaria, sino crucial para garantizar que las decisiones energéticas actuales no sacrifiquen el bienestar de las generaciones futuras.
Asimismo, en trabajos como «Energy use and CO2 emissions in Mexico’s iron and steel industry» (2002, Energy) y «Using logarithmic mean Divisia index to analyze changes in energy use and carbon dioxide emissions in Mexico’s iron and steel industry» (2010, Energy Economics), Sheinbaum y coautores explican cómo la intervención estatal es vital para implementar tecnologías que reduzcan la huella de carbono de la industria pesada.
Sheinbaum afirma que la responsabilidad ambiental es un problema global y que las políticas locales deben contribuir a los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático. Tanto en sus trabajos conjuntos con Rodríguez Padilla como en sus otras colaboraciones, defiende una visión en la que el estado desempeña un papel central en la regulación del sector energético, integrando al sector privado bajo un marco que priorice el bien común. Su enfoque busca un equilibrio entre desarrollo económico, justicia social y protección ambiental, asegurando que las políticas energéticas de hoy no comprometan el futuro del país.
HARRIS O TRUMP, ¿QUÉ ES
MEJOR PARA MÉXICO?
México se enfrenta nuevamente a una encrucijada crucial en su relación con Estados Unidos. La elección del próximo presidente de EEUU impactará significativamente la dinámica bilateral. Pero, ¿quién le conviene más a México? ¿La demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump?
La relación entre México y EEUU ha sido siempre compleja y, de acuerdo con una encuesta de Pew Research sobre las percepciones mutuas entre mexicanos y estadounidenses difundida el 12 de agosto, en los últimos años estas percepciones se han polarizado. Hoy, el 61% de los mexicanos tiene una visión favorable de EEUU, mientras que el 60% de los estadounidenses tiene una visión desfavorable de México.
Los resultados del estudio muestran una realidad que influye significativamente en el proceso electoral en EEUU. Las opiniones negativas de los estadounidenses sobre el manejo de la frontera por parte del gobierno mexicano pueden generar políticas migratorias más agresivas y restrictivas. Las diferencias partidistas en la percepción de México y el manejo de la frontera afectarán las políticas públicas y decisiones legislativas a partir de enero de 2025, mientras que el voto latino, crucial en la elección, se verá influenciado por cómo se abordan temas como la migración. La necesidad de cooperación internacional y la seguridad fronteriza también son un punto de discusión en la campaña, destacando la importancia de una colaboración más estrecha entre ambos países para abordar desafíos compartidos.
Los demócratas abogan por enfoques más humanitarios y cooperativos en migración, lo que se alinea mejor con las prioridades de México. Por ejemplo, el 44% de ellos considera prioritario permitir que algunos inmigrantes que llegaron ilegalmente siendo niños se queden en el país. En contraste, los republicanos aplican políticas más restrictivas y punitivas y el 60% de ellos exige reforzar la seguridad fronteriza entre su país y México.
La cooperación bilateral es esencial para abordar desafíos compartidos. Los demócratas promueven una relación más institucional y cooperativa, mientras que los republicanos son más confrontativos, lo que complica la cooperación y genera desconfianza.
El comercio bilateral es vital para la economía de ambos países. Los demócratas apoyan políticas que promueven el comercio justo y la cooperación económica, mientras que los republicanos aplican o amenazan con aplicar aranceles y medidas proteccionistas que afectan negativamente el comercio bilateral.
La soberanía y los derechos humanos son cuestiones fundamentales para México. Los demócratas generalmente respetan ambos. En contraste, algunas políticas republicanas representan una amenaza a la soberanía y los derechos humanos.
Por lo anterior, Kamala Harris le conviene más a México que Donald Trump. La cooperación bilateral, las políticas de migración más humanitarias, el respeto a la soberanía y la promoción del comercio justo son aspectos que se alinean mejor con las prioridades de nuestro país. Sin embargo, a partir del 1 de octubre el gobierno de Claudia Sheinbaum deberá ser pragmático para negociar y adaptarse a cualquier resultado electoral, navegar las complejidades de la relación bilateral y proteger los intereses nacionales.
COSTO DE LA VIDA EN NUESTRO PAÍS
COMPARADO CON EL PRIMER MUNDO
En la Ciudad de México, al igual que cada vez más ciudades del país, el costo de vida es cada vez más elevado. Aunque es el corazón económico y cultural de México, su accesibilidad es cuestionable, especialmente cuando se compara su costo de la vivienda en renta con el de otras grandes ciudades del mundo.
En este análisis comparó a la CDMX con Ámsterdam, Barcelona, Bangkok, Berlín, Boston, Chicago, Copenhague, Dubái, Dublín, Estocolmo, Helsinki, Hong Kong, Kuala Lumpur, Lisboa, Londres, Los Ángeles, Miami, Mumbai, Nueva York, Oslo, París, Pekín, Praga, San Francisco, Shanghái, Sídney, Singapur, Tokio, Viena y Washington, D.C. Las 30 fueron seleccionadas para ofrecer una perspectiva global sobre los costos de alquiler y la accesibilidad relativa en comparación con la capital de México.
La CDMX tiene un costo de alquiler de aproximadamente 15 dólares (USD) por metro cuadrado, la cuarta más baja, arriba solo de Bangkok (12.80 USD), Kuala Lumpur (10.00 USD) y Mumbai (8.50 USD). Aunque parece moderado comparado con las dos más elevadas, que son Nueva York (50.35 USD) y San Francisco (46.27 USD), la verdadera medida de accesibilidad es la relación entre estos costos y el salario mínimo local.
En la CDMX el salario mínimo es de aproximadamente 1.85 USD por hora, lo que significa que se necesitan 8.11 horas de trabajo para pagar un metro cuadrado. En contraste, en Sídney, con un costo de 17.80 USD por metro cuadrado, solo se requieren 1.27 horas de trabajo, gracias a un salario más alto. Ciudades como Viena (10.45 USD) y Kuala Lumpur (10.00 USD) también muestran una mejor relación entre salario y costo de vivienda, lo que refleja una carga menos pesada para sus residentes.
La disparidad entre salarios y costos de vida en la CDMX obliga a las personas a gastar gran parte de sus ingresos en vivienda, dejando poco para necesidades esenciales como alimentos, transporte y atención médica. Este problema se ve agravado por el rápido crecimiento de la ciudad y la demanda de vivienda, que continúan elevando las rentas. Esta situación empuja a muchos a buscar opciones en áreas más alejadas, lo que eleva los costos de transporte, el tiempo de desplazamiento y, paradójicamente, las rentas en esos lugares.
En abril pasado, la entonces candidata presidencial por Morena, Claudia Sheinbaum, propuso así una solución al problema: “Vamos a darle al Infonavit, al Fovissste la capacidad de que construyan directamente unidades habitacionales para que haya viviendas (…) que se pueda rentar de manera barata y después que esa renta se contabiliza, si es que la familia quiere adquirir la vivienda a un precio accesible. Vamos a hacer, yo decía 500,000, pero me estoy comprometiendo a hacer un millón en el próximo sexenio”.
La CDMX y otras urbes mexicanas no tienen los costos de alquiler más altos del mundo, pero la relación entre estos costos y los salarios locales crea una carga desproporcionada para las personas. Propuestas como la de la presidenta electa podrían ser un paso importante para resolver lo que es un problema cada vez más complicado.
¿Es realista la propuesta de Claudia? ¿Habrá los recursos necesarios para construir el millón de viviendas? ¿Serán realmente accesibles y de calidad? El tiempo lo dirá…
Twitter: @ruizhealy
Facebook: Eduardo J Ruiz-Healy
Instagram: ruizhealy
Sitio: ruizhealytimes.com