San Juanico, el infierno en la tierra


El PEMEX de los neoliberales El infierno

19 de noviembre de 1984, un año antes del terremoto de 1985…

El antecedente: Durante la década de los años cincuenta, la Zona Metropolitana del Valle de México,  registró un crecimiento y una urbanización acelerada. La política de los gobiernos del Estado de México, encabezados por Isidro Fabela y Alfredo del Mazo Vélez,  fue la de fomentar que municipios cercanos a la Ciudad de México albergaran grandes corredores industriales como Naucalpan; entre la delegación Gustavo A. Madero y el municipio de Ecatepec, se ubica lo que hoy es conocido como San Juanico.

El Correo de Oaxaca/La Jornada

Arduas labores de bomberos

Tlalnepantla. Mex. Alrededor de las 05:45 horas inició el infierno. Fuego y gas a ras de suelo pronto alcanzaron las viviendas. Piel de manos y pies quedaron como marcas en muros y pisos, decenas de personas buscaban escapar del horror de esa madrugada del 19 de noviembre de 1984, narra Arturo Zagala Gutiérrez, vecino de San Juan Ixhuatepec, quien como voluntario vivió el peor accidente industrial registrado en el país.

A 40 años de la tragedia Arturo Zagala, como cada año, con sus cuatro hermanas llegó al Parque Hidalgo a participar de las ceremonias en memoria de los que fallecieron, de los que quedaron lesionados, con secuelas de por vida y de quienes perdieron todo en la tragedia que, en ese entonces, ocupó las primeras páginas de los rotativos y de noticieros en radio y televisión.

La vivienda de la familia Zagala se ubica a por lo menos 800 metros de distancia de lo que fue la zona cero, donde ahora se ubica el Parque Hidalgo, ahí se alojaban casas y calles de San Juan Ixhuatepec, que en segundos fueron alcanzadas por las explosiones de tanques, en forma de esfera y salchichas, que almacenaban miles de toneladas de gas en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Devastación

La mitad de una de esas enormes esferas cayó sobre una casa a una distancia de más de 500 metros, “en ese entonces cientos de personas que queríamos colaborar como voluntarios. Recuerdo que junto con varias personas caminamos por las calles y casas carbonizadas, vimos que dentro de ellas que había caballos quemados en pie, movían los ojos por eso sabíamos que estaban vivos”, narra Arturo Zagala, quien se queda viendo sin ver, como hurgando en el recuerdo.

“Una pesadilla horrible que no se debe repetir”, planteó María de la Luz Zagala. Comenta que después de 40 años, la tragedia queda en su mente como una pesadilla. “Cuando tronó la primera esfera, todo se cimbró, vidrios de puertas y ventanas se rompieron, pensamos que era el fin del mundo. Salimos a la calle y vimos que gente cruzaba corriendo hacia el cerro”.

Las víctimas fallecieron carbonizadas, por inhalar gas propano, por los gases del hidrocarburo. Varios de los sobrevivientes, aún presentan secuelas de sus lesiones, pues el fuego derritió su piel, hasta tendones. Pemex financió cirugías, pero a pesar de las intervenciones quirúrgicas, para separar brazos derretidos, rostros derretidos, por ejemplo, hubo tratamientos que no concluyeron porque la paraestatal desistió de seguir ofreciendo los servicios médicos.

Enfermeras atendiendo a cientos de lesionados

 

CENTRO DE PREVENCIÓN DE 

DESASTRES: 500 MUERTOS

 

Fue el 19 de septiembre de 1984, cuando alrededor de las 05:45 horas ocurrió la primera explosión en instalaciones de Pemex, ubicadas en San Juanico. El Centro de Prevención de Desastres, refiere que hubo un saldo de al menos 500 muertos, más de 7 mil lesionados, 60 mil personas evacuadas,149 viviendas destruidas, 16 con daños mayores y mil 358 con daños menores.

Precisa que, “la capacidad total de almacenamiento en las instalaciones de Pemex era de 16 mil metros cúbicos de gas Licuado de Petróleo (LP), distribuidos en 6 esferas y 48 cilindros de diferentes capacidades, que provenía de las refinerías de Minatitlán, Coatzacoalcos y Azcapotzalco”.

«Salchichas» tras la explosión

El Centro de Prevención de Desastres detalla que el accidente inició debió a la ruptura de una tubería de 20 centímetros de diámetro que transportaba gas LP. Probablemente diez minutos después se originó un incendio, al encontrar el gas una chispa, generando una serie de explosiones tipo Explosión de vapores que se expanden al hervir el líquido”.

Hay quienes refieren que sumaron al menos 11 explosiones que siguieron hasta el siguiente día, algunas de menor impacto, pero que mantuvieron aterrorizados a los pobladores de San Juan Ixhuatepec. Muchas familias optaron por evacuar sus casas y alojarse en albergues oficiales instalados en Tlalnepantla y delegación Gustavo A. Madero.

Arturo Zagala Gutiérrez refiere que durante las incursiones a la zona cero, en una de las viviendas, vio que había una litera, en ella yacían los cuerpos carbonizados de dos menores de edad. “Son recuerdos que se quedan en la memoria y jamás se borran”, comenta.

A 40 años del accidente, la población de San Juan Ixhuatepec no se siente segura, debido a que gaseras, instalaciones de Pemex siguen en el poblado. Además, autoridades permisibles han autorizado la instalación de más establecimientos de alto riesgo, refieren colonos.

 

RESTITUIR EL POLÍGONO DE

 SEGURIDAD Y USO DE SUELO

 

Proceso de identificación entre numerosos ataúdes

El diputado federal, Emilio Manzanilla Téllez, plantea que durante las 4 décadas el reclamo constante de la población de San Juanico, es que las autoridades federales y estatales restituya el Polígono de Seguridad y sea respetada la franja envolvente que separa a la población de las empresas de riesgo, sin embargo, se ha permitido modificar el uso de suelo y autorizado la ocupación de terrenos de restricción.

Expuso que al menos 300 casas, gasolineras, una empresa de alcohol, entre otras, fueron establecidas dentro del Polígono de Seguridad. Además, la población no sabría qué hacer en caso de accidente, pues no se sabe dónde quedaron las rutas de evacuación y puntos de reunión.

Manuel Ledezma Gutiérrez, depositario de la crónica de San Juanico, plantea que en la región es un peligro latente el establecimiento de nuevos negocios de riesgo. Ejemplifica que hace dos años en la avenida San Juanico cerca de la autopista México-Pachuca, se instaló un expendio de gas a contra muro de la escuela primaria Francisco Villa.

Con la consigna de que la tragedia de San Juanico no se debe de olvidar. Por la tarde de este martes, habrá danzas, ofrendas y encendido de velas como parte de las ceremonias en memoria de los hechos de hace 40 años. Asimismo, personal de la Cruz Roja impartirá talleres de atención a primeros auxilios.

Recuento de los daños

En tanto de madrugada, a las 05:30 horas de este día, el alcalde Marco Antonio Rodríguez Hurtado acompañado por su esposa, María Gómez Martínez, y personal de la alcaldía, encabezó la ceremonia solemne en honor a las víctimas de la explosión de 1984.

La primera parada la realizó en el Parque Hidalgo epicentro de los lamentables hechos y después con su comitiva se trasladó al panteón municipal de la colonia Caracoles, donde se ubican las sepulturas masivas de hace 40 años, aquí el edil develó la placa conmemorativa al 40 aniversario luctuoso de las explosiones de San Juan Ixhuatepec.

 

 CAUSAS DEL SINIESTRO 

EN IXHUATEPEC

 

35 años después, en 2019, de la tragedia que enlutó al país, el gobierno de México informó de las causas que provocaron la tragedia:

“La capacidad total de almacenamiento en las instalaciones de PEMEX era de 16 mil metros cúbicos de gas LP,  distribuidos en 6 esferas y 48 cilindros de diferentes capacidades, que provenía de las refinerías de Minatitlán, Coatzacoalcos y Azcapotzalco.

El accidente se debió a la ruptura de una tubería de 20 centímetros de diámetro que transportaba gas LP. Probablemente diez minutos después se originó un incendio, al encontrar el gas una chispa, generando una serie de explosiones tipo Explosión de vapores que se expanden al hervir el líquido (por sus siglas en inglés, BLEVE).

Hubo más de 500 personas fallecidas, 7 mil lesionadas, 60 mil  evacuadas, 149 viviendas destruidas, 16 con daños mayores y 1358 con daños menores. La planta quedó prácticamente destruida”.

 

500 MUERTOS, 2,000 HERIDOS Y

10,000 PERSONAS SIN HOGAR

 

Las explosiones de San Juan Ixhuatepec de 1984, también conocidas como explosiones de San Juanico, fueron una cadena de explosiones del tipo BLEVE (“explosión de vapores que se expanden al hervir el líquido”), ocurridas en una planta de almacenamiento y distribución de Petróleos Mexicanos ubicada en San Juan Ixhuatepec,Tlalnepantla, Estado de México.

Las explosiones más fuertes comenzaron a las 5:45 a.m.,  del 19 de noviembre de 1984 y terminaron a las 7:01:27; después hubo explosiones de menor intensidad registradas  hasta el siguiente día, 20 de noviembre, por la mañana.

El accidente provocó la muerte de 500 o más personas y un aproximado de 2000 heridos, así como la evacuación de más de 10 000 personas y daños en un área de hasta un kilómetro de la planta siniestrada, debido a la violenta dispersión de restos de la misma. Las víctimas mortales fueron carbonizadas, asfixiadas por el gas propano y  a consecuencia de graves quemaduras.

Las explosiones fueron calificadas, en su tiempo, como de las más mortíferas registradas en la historia provocadas por gas licuado de petróleo  y uno de los peores accidentes industriales.

Según investigaciones posteriores de la Fiscalía mexicana, las explosiones fueron responsabilidad de PEMEX

 

SAN JUAN JUANICO TODAVÍA

ES UNA BOMBA DE TIEMPO

 

A 40 años de la explosión de San Juan Ixhuatepec, las gaseras siguen en el mismo lugar, conviven peligrosamente con los habitantes, muchos de ellos llegaron después de la tragedia y no alcanzar a dimensionar el horror que se vivió aquí durante tres días, en los que los bomberos lucharon para extinguir el fuego.
El hongo de lumbre era un demonio que rugía y amenazaba devorar todo a su alrededor.
El Cuerpo de Bomberos de Ecatepec fue el primero en llegar al lugar del siniestro, dirigido por su entonces Comandante Miguel Palomares Tamayo, cuyo casco de innumerables emergencias se ve en la gráfica.

Palomares Tamayo, relato que todos tenían miedo de enfrentar al monstruo, pero a él correspondía recordarles que sacaran fuerzas y valor de lo más profundo de su ser.
Algunos cayeron al suelo para orar y pedir ayuda divina. Otros sólo se persignaron, pero todos sintieron que estaban en el infierno.
Un año antes de morir, Miguel Palomares relato a la periodista argentina Maria Calcagno una crónica de lo que vivieron en ese incendio, el más imponente de su vida.
El decía que la muerte no quería a los bomberos o quizá sí, porque en muchas ocasiones le arrebataron a sus víctimas de las garras.
Palomares Tamayo apagó miles de incendios. De todos salió casi victorioso, a veces temía morir calcinado o atrapado por el fuego.
El 5 de marzo murió de un infarto, sin una quemadura.
San Juan Ixhuatepec sigue siendo una bomba de tiempo.

Reportó millones de pesos invertidos en  pavimentación, pero Ecatepec es el reino de los baches.