Represión y devaluación sexenales


Adolfo López Mateos

Adolfo López Mateos, Partido Revolucionario Institucional, 1 de diciembre de 1958 – 30 de noviembre de 1964; protegido de Isidro Fabela, en 1941, fue elegido director de educación extraescolar y estética en la SEP. Desempeñando ese cargo, asistió a una comida en el Instituto Científico y Literario, donde pronunció un discurso que impresionó a uno de sus asistentes: Isidro Fabela, quien era el hombre fuerte del estado, por ende, gozaba de influencias. Un “dedazo” de Fabela hizo que López Mateos quedara de director de dicha institución. Tras un par de años al frente del Instituto, nuevamente por influencias de Fabela, López Mateos se convirtió en candidato a la senaduría federal suplente por el Estado de México. Al ser nombrado Fabela embajador de México en la Corte Internacional de La Haya, López Mateos se enfiló hacia la senaduría que dejó vacante don Isidro, iniciando de esta forma una carrera política en ascenso. En 1946, López Mateos se convirtió en senador de la república.

Para el 17 de noviembre de 1957, el Partido Revolucionario Institucional postuló a López Mateos como candidato a la presidencia de la República. Con 6 767 754 votos a favor, Adolfo López Mateos se convirtió en el nuevo presidente de México. La ceremonia de entrega y recepción de la banda presidencial se efectuó en el Palacio de Bellas Artes el 1 de diciembre de 1958…

Acciones de gobierno:

Política gubernamental

En febrero de 1959 continuaban las rebeliones y movilizaciones de los ferrocarrileros y el gobierno procedió a encarcelar a los dirigentes. Estos, en marzo, efectuaron una huelga en el sistema ferroviario del país que se extendió a los Ferrocarriles del Pacífico y Mexicano. A finales de ese mes, los líderes fueron aprehendidos y despidieron a gran número de ferrocarrileros. Entre los detenidos estaba el secretario general del Sindicato de Ferrocarrileros: Demetrio Vallejo, quien fue encarcelado en el Palacio de Lecumberri.

El movimiento ferrocarrilero de Demetrio Vallejo

En febrero de 1959 continuaban las rebeliones y movilizaciones de los ferrocarrileros y el gobierno procedió a encarcelar a los dirigentes. Estos, en marzo, efectuaron una huelga en el sistema ferroviario del país que se extendió a los Ferrocarriles del Pacífico y Mexicano. A finales de ese mes, los líderes fueron aprehendidos y despidieron a gran número de ferrocarrileros. Entre los detenidos estaba el secretario general del Sindicato de Ferrocarrileros: Demetrio Vallejo el cual fue encarcelado en el Palacio de Lecumberri.

La represión contra los maestros

En abril de 1959, con el argumento de que se había alterado la paz pública, líderes obreros, estudiantiles, magisteriales y ferrocarrileros fueron recluidos en el Palacio de Lecumberri.  Entre los delitos que se les adjudicaron estaba el de “disolución social”. El Movimiento Revolucionario del Magisterio, MRM, y el movimiento ferrocarrilero habían sido liquidados mediante represiones violentas de parte del Estado.

Asesinato político de Rubén Jaramillo

Lo mismo sucedió con el antiguo líder agrario Rubén Jaramillo y su familia, (esposa encinta y tres hijos) quienes fueron sacados de su casa por una partida militar y un grupo de policías judiciales y asesinados el 23 de mayo de 1962 en las ruinas de Xochicalco, Morelos porque Jaramillo atacaba a la política gubernamental. Eso fue lo que se informó oficialmente en esa época.

POLÍTICA SOCIAL

Se creó el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, que sustituyó a la Dirección General de Pensiones, para proporcionar atención médica, pensiones, jubilaciones y otros servicios a los empleados del sector público. Esta Institución aún subsiste.

POLÍTICA ECONÓMICA

El oaxaqueño, Demetrio Vallejo

El país tenía problemas económicos; entre ellos el déficit en la balanza comercial, es decir, las compras en el exterior superaban a las ventas. Por lo anterior, el 27 de septiembre de 1960 se nacionalizó la industria eléctrica y fue creado el organismo descentralizado denominado «Compañía Mexicana de Luz y Fuerza» o Compañía de Luz y Fuerza.  Así, la generación de electricidad, hasta entonces controlada por empresas extranjeras como The Mexican Light and Power Co., pasó a manos del gobierno. Además, se decretó el derecho del trabajador sobre una parte de las ganancias. También se estableció que los trabajadores recibieran un aguinaldo a finales de cada año. Este se recibiría con base en los días trabajados. Durante su mandato la economía estuvo en auge gracias al secretario de hacienda, Antonio Ortíz Mena.

Rubén Jaramillo

POLÍTICA EDUCATIVA Y CULTURAL

Durante su sexenio, el Secretario de Educación Pública, SEP, fue Jaíme Torres Bodet y el oficial mayor, Mario Aguilera Dorantes. En ese periodo, se inauguraron el Museo Nacional de Antropología en Chapultepec; el Museo del Virreinato en el Convento de Tepotzotlán; el Museo de la Ciudad de México, el Museo de Arte Modelo y el Museo de Historia Natural. En 1959 se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuítos, encargada de publicar los libros de texto para los alumnos de educación primaria del país.

Los libros de texto aseguraban la eficiencia de la educación laica y gratuita, pero sobre todo buscaban consolidar la igualdad y el derecho a la educación pública con base en el magisterio, textualmente considerado por el presidente como un ejército de evangelizadores laicos en permanente lucha contra la ignorancia. Entonces era semejante el nivel de aprovechamiento en escuelas públicas y privadas.

GUSTAVO DÍAZ ORDAZ,

MANCHADO DE SANGRE

Gustavo Díaz Ordaz

Gustavo Díaz Ordaz, Partido Revolucionario Institucional, PRI; 1 de diciembre de 1964 – 30 de noviembre 1970; Según conclusiones de la Fiscalía de México, reveladas en el sexenio de Vicente Fox, Díaz Ordaz ordenó la represión sistemática al movimiento estudiantil de 1968 y el operativo militar denominado Operación Galeana, que culminó con la masacre de Tlatelolco el 2 de octubre de ese año, dejando un número indeterminado de muertos, heridos y detenidos. También es responsable junto con su sucesor, Luís Echeverría Álvarez, de la persecución de movimientos de carácter izquierdista, tanto armados como pacíficos.

Según documentos desclasificados oficialmente en 2017 pero previamente revelados por el ex agente de la CIA, Philip Agee, Gustavo Díaz Ordaz, al igual que su antecesor Adolfo López Mateos, fue reclutado por la CIA, con la que colaboró bajo el nombre en clave Litempo-23.

RAMÓN DÍAZ ORDAZ, SU PADRE, FUE

PARIENTE Y ALIADO DE PORFIRIO DÍAZ

Lejanamente emparentado con Porfirio Díaz y siendo descendiente de un héroe de la Reforma, Ramón Díaz Ordaz ocupó diversos cargos políticos entre los que estuvo el de Jefe Político del distrito poblano de Chalchicomula en el que se desempeñaba al nacer su hijo Gustavo; sin embargo, el estallido y triunfo de la Revolución Mexicana, barrió con la estructura burocrática porfirista y dejó a la familia Díaz Ordaz en graves problemas económicos por haber perdido gran parte de sus propiedades.

DESARROLLO ESTABILIZADOR,

DESIGUALDAD SOCIAL Y DESEMPLEO

El gobierno de Díaz Ordaz fomentó el desarrollo económico de México, siguió el modelo del «desarrollo estabilizador». El PIB nacional se mantuvo en un crecimiento de entre el 6 y el 8%, y la inflación se sostuvo en niveles bajos en un 2.7%, el cual contrastará con el de su sucesor, Luis Echeverría Álvarez, un promedio del 15%. Pese a dicho crecimiento económico, la desigualdad del ingreso entre las clases sociales del país y los entornos urbano y rural, así como los niveles de desempleo, no se contuvieron.

INTOLERANCIA, REPRESIÓN y TORTURA

Los guantes blancos del batallón «Olimpia»… El terror
Un anfiteatro con estudiantes asesinados

Durante su mandato, ordenó la represión a los movimientos sociales, especialmente a las protestas estudiantiles como el movimiento de 1968 en México. La fiscalía mexicana determinó en una investigación posterior que desde el gobierno de Díaz Ordaz se realizaron detenciones ilegales, maltratos, torturas, persecuciones, desapariciones forzadas, espionaje, criminalización, homicidios y ejecuciones extrajudiciales con el fin de extinguir al movimiento social presente en Ciudad de México y algunos de los estados de la república.

Aunque décadas después se sabría que esto era falso, Díaz Ordaz basó sus acciones en la hipótesis de la conexión entre el movimiento estudiantil y el comunismo internacional, y que desde dicho sector se buscaría la realización de actos de sabotaje a los juegos olímpicos. Díaz Ordaz proporcionó información falsa a la Embajada de los Estados Unidos en México, así como a la Agencia Central de Inteligencia, de ese país, de la cual era informante. Según esta versión apócrifa, el movimiento derivaría en una revolución de ideología comunista que sería apoyada por la Unión Soviética, Cuba y China. Esta versión se encuentra presente en informes policiales del Departamento del Distrito Federal (DDF) y la Dirección Federal de Seguridad (DFS) luego de los Enfrentamientos del 26 y 27 de julio de 1968, lo cual desencadenó una fuerte represión contra las organizaciones locales comunistas más visibles: el Partido Comunista Mexicano y la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, cuyas oficinas fueron allanadas y sus miembros, detenidos arbitrariamente el mismo 27 de julio del año citado.

Los masacrados dentro de un vehículo
Fueron los «comunistas», versión oficial
Estudiantes detenidos en Tlatelolco…
El hecho heroico del batallón «Olimpia»

Tal hipótesis se supo en Estados Unidos al menos desde septiembre de 1968. El gobierno de México, con la complicidad de los Estados Unidos, implementó una campaña en medios de comunicación para reforzar la idea de la «conjura comunista» en la población, tendiente a justificar una represión a gran escala que exterminara, entonces, con un movimiento caracterizado como un riesgo a la seguridad nacional y a la soberanía.

LA CONFESIÓN DE DÍAZ ORDAZ;

IV INFORME DE GOBIERNO

En su cuarto informe de gobierno el 1 de septiembre de 1968, Díaz asoció ante el congreso mexicano el descontento social con intentos de sabotaje a los juegos olímpicos de México 1968. «Los desórdenes juveniles que ha habido en el mundo han coincidido con frecuencia con la celebración de un acto de importancia en la ciudad donde ocurren; en Punta del Este, Uruguay, ante el anuncio de la reunión de los presidentes de América, se aprovechó a la juventud estudiantil para provocar graves conflictos». Por tanto anunció que no toleraría ningún esfuerzo por restar «lucimiento» a los juegos olímpicos. Argumentó que en la actuación estudiantil influían causas externas al país, ya que se realizaban «calca de los lemas usados en otros países, las mismas pancartas, idénticas leyendas, unas veces en simple traducción literal, otras en absurda parodia». «El se mostró profundamente ofendido por la toma de la catedral y por el izamiento de un estandarte rojinegro en el asta bandera del Zócalo», informó a los Estados Unidos el entonces embajador de ese país en México, Fulton Freeman.

Ejemplo de la bestialidad oficial…
Otro de los «comunistas» peligrosos
También arremetieron contra las estudiantes
Detenido por integrante del batallón «Olimpia

Díaz Ordaz fue un presidente destacado por sus sentimientos anticomunistas. Sin embargo, mantuvo relaciones diplomáticas positivas con Cuba comunista y su líder Fidela Castro, en el estilo de su predecesor, Adolfo López Mateos.

El 14 de febrero de 1967, se firmó en la capital de la República, bajo su auspicio, el denominado Tratado de Tlatelolco, del que habría de surgir el Organismo para la Proscripción de Armas Nucleares de América Latina (OPANAL).

CEREBRO DEL «HALCONAZO»

DEL 10 DE JUNIO DE 1971

Luís Echeverría Álvarez, Partido Revolucionario Institucional (PRI); 1 de diciembre de 1970 – 30 de noviembre de 1976; En 2002 fue acusado por la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasaso, (FEMOSPP), de fraguar junto con Gustavo Díaz Ordaz la masacre de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 e implementar durante su gobierno una estrategia de terrorismo de Estado, la «guerra sucia», con el fin de aniquilar a personas y movimientos disidentes a su gobierno.

Al inicio del movimiento estudiantil de 1968, en una conferencia de prensa la noche del 30 de julio de 1968, Luis Echeverría intentó deslindar al presidente Gustavo Díaz Ordaz de su responsabilidad por la intervención del ejército reprimiendo a los estudiantes y derribado con un proyectil de bazuca la puerta de una preparatoria. En esa conferencia de prensa Echeverría dijo haber solicitado él mismo, junto con el Jefe del Departamento del Distrito Federal, la intervención del ejército, facultad que estaba reservada para el titular del ejecutivo, de modo que Echeverría declaró haber cometido un acto ilegal. La ilegalidad del hecho y el carácter político de la represión ejercida por el régimen, fueron señalados en ese momento por el periodista Edmundo Jardón, en una réplica desacostumbrada en ese entonces.

DOS ÓRDENES DE APREHENSIÓN

POR GENOCIDIO

Se convirtió en el primer ex presidente mexicano en recibir dos órdenes de aprehensión imputado por genocidio y en cumplir prisión domiciliaria  durante dos años y cuatro meses. En 2009 fue liberado con reservas de ley y falleció con una averiguación previa abierta ante la Fiscalía General de la República (FGR)… Desde el inicio de su administración, Luis Echeverría intentó distanciarse de su responsabilidad en la represión al movimiento estudiantil de 1968, mediante un discurso de apertura hacia los jóvenes universitarios; en especial con los de la UNAM. Durante 1968 y 1971 el presupuesto de la UNAM creció en un 1688 %;  el sector burócrata recibió un aumentó de 600,000 en 1972 a 2.2 millones en 1976, empleando en gran cantidad a egresados universitarios de los 60; en el gabinete había un 78 % de egresados de la UNAM, inclusive un líder del 68, llamado Francisco Javier Alejo, fue designado director del Fondo de Cultura Económica. En 1974, los territorios de Baja California Sur y Quintana Roo, se convierten como estados.

TERRORISMO DE ESTADO Y

EL HALCONAZO DE JUNIO DEL 71

Una matanza que no se olvida

 

Los movimientos sociales y políticos mayoritariamente de izquierda —incluidos los obreros, estudiantiles y campesinos— de finales de los años 60 y principios de los 70 buscaron, entre otras cosas la solución a demandas sociales pero principalmente la búsqueda de una auténtica democracia en México ante el autoritarismo del Gobierno de México controlado por el Partido Revolucionario Institucional, que fungió como un partido hegemónico, mismo que colocó a Echeverría en la presidencia tras un pacto entre este y su predecesor. De ocupar métodos legales e institucionales, dichas luchas de izquierda pasaron a finales de los 60 a una resistencia pacífica como el Movimiento de 1968, que tuvo como desenlace violento la masacre perpetrada por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, del que Echeverría fue el secretario de gobernación, el 2 de octubre de 1968.

Halconazo, 10 de junio de 1971
Luís Echeverría Álvarez

El terrorismo de Estado de Echeverría

El 10 de junio de 1971 tuvo lugar una manifestación estudiantil en Ciudad de México en apoyo a los estudiantes de Monterrey. Estos fueron recibidos por un grupo paramilitar al servicio del estado, llamado Los Halcones. El presidente ordenó la represión a la misma, aunque públicamente se desligó de los hechos y pidió en consecuencia la renuncia del entonces jefe del Departamento Del Distrito Federal, Alfonso Martínez Domínguez. Estos hechos se conocieron con el nombre de El halconazo o la Matanza del Jueves de Corpus.

Lucio Cabañas y Genaro Vázquez: La feroz persecución
de las estirpes guerrilleras

Lucio cabañas y Genaro Vásquez Rojas, ante el terrorismo de Estado

Ante las masacres de 1968 y 1971, diversos grupos de izquierda evaluaron en sus comités que se encontraba agotada la resistencia pacífica, las vías institucionales y veían que el Estado mexicano estaba decidido a aniquilar los movimientos, por lo que decidieron pasar a la clandestinidad y optar por la opción armada de la guerrilla ante la valoración política de que sería imposible democratizar el poder por vías pacíficas. Entre los grupos guerrilleros se encontraron la Liga Comunista 23 de Septiembre, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los grupos afines a Genaro Vásquez Rojas y Lucio Cabañas, como l Brigada Campesina de Ajusticiamiento y el Partido de los Pobres. Dichos grupos políticos armados realizaron actos que consideraron parte de acciones de expropiación revolucionaria como secuestros y asaltos a bancos; el caso más famoso fue el intento de secuestro y asesinato del empresario regiomontano Eugenio Garza Sada, el secuestro de uno de sus secretarios y de su suegro José Guadalupe Zuno.

Es así que Echeverría habría ordenado — testimonios de sus colaboradores lo confirman aunque el lo negó ante tribunales — la realización de una estrategia de terrorismo de Estado en el proceso conocido como «guerra sucia» con el fin de aniquilar dichos movimientos disidentes. Entre las violaciones graves a derechos humanos cometidos en este periodo de al menos, 2 500 personas por el gobierno y sus instituciones como la Dirección Federal de Seguridad, DFS,  —agencia de inteligencia del gobierno mexicano dependiente de la Secretaría de Gobernación— el Ejército Mexicano y otras, se encuentran la desaparición forzada de cientos de personas, asesinatos extrajudiciales —incluyendo los llamados vuelos de la muerte — torturas sistemáticas, allanamientos y cateos a domicilios sin una orden judicial, tratos inhumanos y degradantes, vigilancia e intercepción ilegal de comunicaciones, violaciones sexuales, desprestigio y fabricación de campañas mediáticas en contra de opositores, y negación del acceso a la justicia y al debido proceso. La estrategia de terrorismo fue reconocida en 2006 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación como imprescriptible en su castigo judicial ante la gravedad de los delitos, particularmente la desaparición forzada, en este caso, la de Jesús Piedra Ibarra, quien fue secuestrado por elementos de la DFS en 1975.

Momentos previos a la matanza del 10 de junio del 71…

LA CREACIÓN DE LA

BRIGADA BLANCA

Proceso

Miguel Nazar Haro y la Brigada Blanca

En ese periodo por sus órdenes se creó el grupo policiaco/militar «Brigada Especial» llamada por su director Miguel Nazar Haro «brigada blanca», bajo el mando de la DFS, integrada por 240 elementos provenientes de esa dependencia, la Procuraduría General de la República, la Procuraduría del Distrito Federal, la Dirección General de Policía y Tránsito del Departamento del Distrito Federal y la Procuraduría General del Estado de México… La brigada operó en los estados de Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Nuevo León, Jalisco, Puebla, Morelos, el Estado de México y la Ciudad de México. Esa brigada y otros cuerpos del estado operaron una red de centros clandestinos de detención y tortura que incluyeron los siguientes lugares: el Campo Militar Número 1, Avenida de la República 20 y Cicrcular Morelia en la Ciudad de México; el Cuartel Militar de Atoyac de Álvarez y la Base Aérea Militar Número 7 de Pie de la Cuesta Acapulco, Guerrero, el rancho La Peña en Higueras, Nuevo León y otros.

Desde 1972 y hasta 1976 ordenó distintos sabotajes al periódico Excélsior, el cual estaba dirigido por Julio Sherer García y realizaba una labor crítica contra su gobierno. Echeverría ordenó entonces una estrategia para censurar la libertad de expresión del periódico, lográndolo con la crisis de Excélsior de 1976, que derivó con la salida forzada de Scherer y su equipo.

PROHIBIÓ TODO TIPO DE MÚSICA

ROCK Y CONCIERTOS MASIVOS

Como consecuencia de las numerosas movilizaciones y protestas estudiantiles y juveniles que surgieron durante su presidencia, el PRI y el presidente Echeverría intentaron neutralizar a la juventud altamente politizada. A finales de 1971, luego de la Matanza del jueves de corpus  y el festival de rock y ruedas de Avándaro, Echeverría decretó la prohibición de prácticamente todo tipo de música rock grabada por grupos nacionales. La prohibición (también conocida popularmente como el «Avandarazo», ya que surgió en respuesta al Festival de Avándaro, el cual había sido duramente criticado por los sectores conservadores del PRI) incluyó la restricción de grabar casi cualquier tipo de música de rock, así como la prohibición de su venta en tiendas de música; también fueron prohibidos los conciertos de rock masivos y la emisión radial de música de rock. La prohibición se mantuvo por varios años, y solo comenzó a ser levantada gradualmente en los años 1980.

EL DÓLAR DE 12.50 A 25.50; DEUDA

6 MIL MILLONES A MÁS DE 20 MIL MILLONES

Aunado a la crisis internacional provocada por la escasez de petróleo, aumentó de forma considerable el gasto público, emitiendo papel moneda sin valor y contratando deuda. Durante su mandato se dio la primera crisis económica desde el inicio del llamado «Milagro Mexicano». Además, se lanzó a la compra de empresas al borde de la quiebra para sostener los empleos, pero a costa de ineficiencias y corrupción. Durante su gobierno se abandonó el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de $12.50 por dólar, al final de su sexenio llegó a los $25.50 por dólar… La deuda externa aumentó de los manejables 6 000 millones de dólares que había heredado de Díaz Ordaz a más de 20.000 millones de dólares.

LÓPEZ PORTILLO: «SOY EL ÚLTIMO

PRESIDENTE DE LA REVOLUCIÓN»

José López Portillo, ex presidente de México

José López Portillo, Partido Revolucionario Institucional, PRI, 1 de diciembre de 1976 – 30 de noviembre de 1982; Durante su mandato, sucedieron hechos como la concertación, la petrolización de la economía, la aplicación de la Reforma Política inicial para democratizar al país y la primera visita del Papa Juan Pablo II. En el terreno económico, durante su gobierno México experimentó, en apenas un par de años, el más alto crecimiento económico nacional en su historia, seguido de una grave caída —la primera en la segunda mitad del siglo XX— debida a una política monetarista y una dilapidación de los recursos públicos3 provenientes principalmente de los excedentes del petróleo.

Hacia el final del sexenio, el país tenía la deuda externa más grande del mundo…

…En este contexto, en los últimos meses de su gobierno hubo una fuga de capitales masiva por lo que, tres meses antes de que concluyera su administración, López Portillo decretó la nacionalización de la banca y el control de cambios.

López Portillo y el Papa J. P. II; enero 1979

 

José López Portillo y Pacheco

José López Portillo y Pacheco

¿El motivo? Los aumentos en las tasas de interés por parte del gobierno estadounidense incrementaron en forma vertiginosa la deuda externa de México, a las que había recurrido al financiamiento externo para desarrollar las reservas petroleras que habían sido descubiertas.

La grave crisis económica, aunada a los casos de corrupción y nepotismo que envolvían a su gobierno, harían de López Portillo uno de los presidentes más controversiales en la historia nacional, además de ser el último presidente identificado con la corriente del nacionalismo económico, pues sus sucesores emprendieron un viraje hacia el neoliberalismo.

Como director de la CFE  (1972-1973) y titular de la Secretaría de Hacienda (1973-1976) López Portillo fue informante de la Agencia Central de Inteligencia, según se sabría al desclasificar documentos secretos en 2023. Seguía así los pasos tanto de Echevarría como de sus antecesores Gustavo Díaz Ordaz y Adolfo López Mateos, que también habían tenido vínculos con la CIA.

Rodeado de la polarización y el desorden legados por la administración de Luis Echeverría, el 1 de diciembre de 1976 José López Portillo tomó posesión como presidente de México y pronunció un discurso que en un principio le ganó apoyo y confianza por parte de ciertos sectores por su interés conciliatorio y el abandono de la retórica demagógica y grandilocuente que primó en todo el sexenio anterior. Su proyecto de gobierno se dividía en tres partes: dos años de recuperación, dos de consolidación y dos de crecimiento acelerado, y para lograrlo urgía a superar las discrepancias y avanzar: «Hagamos una tregua inteligente para recuperar nuestra serenidad y no perder el rumbo […] podemos hacer de nuestra patria un infierno o un país donde la vida sea buena». Enseguida, pidió un emocionado perdón a los desposeídos y marginados por el fracaso del Estado en acertar a «sacarlos de su postración», lo que expresó cambiaría en su gobierno, bordando así un momento memorable dentro del devenir político contemporáneo.

INTENTOS DE MAXIMATO

DE LUÍS ECHEVERRÍA

Echeverría, López Portillo y Muñoz Ledo

Los primeros tiempos de la administración de López Portillo, se enrarecieron por los rumores sobre el activismo del expresidente Echeverría (recogidos y amplificados por Reyes Heroles, quien sostenía una sabida rivalidad con el anterior titular del Ejecutivo) que, mediante su Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo y la presencia de estrechos colaboradores impuestos en el gabinete entrante y en el Poder Legislativo, buscaba seguir influyendo en los ámbitos de decisión con una agenda propia, violando otra pauta básica del predominio presidencial de la época, misma que exigía de los mandatarios en retiro su desapego, sin cortapisas, de la política nacional, lo cual llevó a López Portillo a prescindir de ciertos personajes (los casos más evidentes fueron el de Porfirio Muñoz Ledo, en la cartera de Educación y el del presidente de la Cámara de Diputados, Augusto Gómez Villanueva), a encarcelar a funcionarios de aquel periodo (como Eugenio Méndez Docurro, a Félix Barra García, ex titulares de Comunicaciones y Transportes y de l Reforma Agraria, respectivamente, así como al exdirector del Fideicomiso Bahía de Banderas, Alfredo Ríos Camarena, además de Fausto Cantún Peña, director del Instituto Mexicano del Café… El mismo Echeverría fue enviado como embajador a la UNESCO en 1977 y en 1978 ante la apartada Australia, con concurrencia en Nueva Zelanda y las islas Fiji, acabando así con cualquier intromisión en su gobierno.

En lo financiero, la situación era difícil en general dado que, apenas unos días antes de entrar en funciones, se realizó una de las devaluaciones más severas que el país hubiese vivido hasta esas fechas y se obtuvo un préstamo del FMI con el acuerdo de ejercer un presupuesto reducido y mantener bajos los salarios. Constreñido por los malos manejos de su antecesor y ante aquellas disposiciones, López Portillo se mostró prudente en cuanto a gasto e inversiones se refería, pero todo cambiaría cuando, como secuela de la Guerra del Yom Kipur, los países árabes interrumpieron la venta de petróleo a Estados Unidos y a Europa por el apoyo brindado a Israel. Esto, junto al descubrimiento de nuevos yacimientos en Chiapas, Tabasco y de la rica Sonda de Campeche, catapultó a México como primer exportador de crudo, lo que permitió que el PIB se elevara a un 8% anual y que la tasa de desempleo se redujera en un 50%. «México, país de contrastes, ha estado acostumbrado a administrar carencias y crisis. Ahora [con] el petróleo en el otro extremo, tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia», fue el reto y promesa a la vez que el presidente acuñó e hizo patente a la sociedad ante la inesperada jauja, aderezando las buenas nuevas con una perla del egocentrismo que le embargaría sin remedio: «Soy la última oportunidad de la Revolución.

Ronald Reagan
Anastasio Somoza Debayle

En 1979, el gobierno mexicano se opuso al régimen nicaragüense de Anastasio Somoza Debayle y, tras la caída de este y el triunfo de la revolución sandinista, México participó apoyando a los sandinistas e intentó mediar entre Estados Unidos y el nuevo gobierno nicaragüense. Pero, con el arribo de Reagan a la presidencia norteamericana, el Departamento de Estado protestó por lo que llamó «el intervencionismo mexicano en Centroamérica» y México tuvo que desistir en su intento de conciliación. Sin embargo, los nicaragüenses le otorgaron a López Portillo la medalla «César Augusto Sandino», en premio a sus esfuerzos a favor del nuevo gobierno.

Con respecto a la moneda, el peso fue tardíamente devaluado en alrededor de un 400% como producto de otro episodio de la frivolidad de López Portillo («Presidente que devalúa, se devalúa», pontificaba). En el marco de la VI Reunión de la República, el 4 y 5 de febrero de 1982, juró defenderlo «como perro», frente a la embestida que sufría de los «enemigos» de la patria, pero para el 18 de febrero de 1982 la Secretaría de Hacienda se vio forzada a declarar la moratoria de pagos y a devaluar el circulante de 28.50 a 46 pesos por dólar, frenando en 70 pesos solo después de imponerse el cierre del mercado cambiario para atajar la escalada, que inclusive sobrepasaba los cien pesos por cada billete verde.

El 1 de septiembre de 1982, día de su último informe de gobierno, habría de encarar a la ciudadanía para anunciarle el caos. Culpó de la debacle a los banqueros y a los «saca dólares», no admitió tener que ver en el hundimiento financiero del país («Soy responsable del timón, pero no de la tormenta») y, de un plumazo, nacionalizó la banca y decretó el control de cambios, más en el tenor de una rabieta desesperada, de un golpe de efecto, que en el de medidas sopesadas y necesarias, lo que se vislumbró en su argumentación: «Ya nos saquearon. México no se ha acabado. ¡No nos volverán a saquear!». En los siguientes años, los resultados de dichas ocurrencias (cuyo costo al erario por los conceptos de compra e indemnización del entramado bancario se estimó en unos tres billones de pesos) fueron más que funestos, como se patentizó al poco tiempo con el apogeo de una banca paralela encubierta en casas bursátiles e instituciones financieras diversas que incentivaron la especulación, con la negligente reprivatización bancaria que puso otra vez a la nación a un paso de la ruina a mediados de la década de los noventa, y con el abuso y fracaso del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), que en su reestructuración como deuda pública, pactada legislativamente desde 1998, absorbe hasta la fecha enormes cantidades presupuestarias.

MIGUEL DE LA MADRID, EL

PORTERO DEL NEOLIBERALISMO

Miguel de la Madrid Hurtado

Miguel de la Madrid Hurtado, Partido Revolucionario Institucional, 1 de diciembre de 1982 – 30 de noviembre de 1988; Durante su presidencia introdujo políticas neoliberales radicales para superar la crisis económica por la caída internacional de los precios del petróleo, iniciando una era de presidentes orientados al mercado en México, junto con medidas de austeridad que implicaban profundos recortes en el gasto público. A pesar de estas reformas, el crecimiento económico del país se mantuvo negativo con una alta inflación, mientras que los efectos sociales de las medidas de austeridad fueron particularmente duros para las clases media y baja, con los salarios reales cayendo a la mitad y con un fuerte aumento del desempleo y de la economía inform hacia el final de su gobierno.

Su administración fue criticada debido a las explosiones de San Juan Ixhuatepec de 1984, el terremoto de 1985 en la Ciudad de México y  el fraude electoral de 1988 que le dio el triunfo a Carlos Salinas de Gortari. Durante su mandato promovió la creación del Grupo Contadora para encontrar una solución a los conflictos en América Central, se celebró la Copa Mundial de Fútbol de 1986 y logró la entrada de México al GATT.

Miguel de la Madrid llegó al poder en una de las épocas más complicadas del país, mucho debido a su antecesor, José López Portillo, quien nacionalizó la banca tres meses antes de salir del poder, tras dos sexenios de gastos excesivos. Cabe destacar que el propio De la Madrid, como Secretario de Programación y Presupuesto de López Portillo, había sido una figura clave en la planeación económica y por tanto en buena parte corresponsable de la crisis que él mismo debió enfrentar como Presidente.

LAS VENTAS DEL  ESTADO

AL SECTOR PRIVADO

Durante su administración, el número de paraestatales se redujo de 1155 en 1982, a 413 en 1988.

Como resultado de la crisis económica heredada de la presidencia de López Portillo, la inflación subió a un promedio de 100% cada año; el empleo informal creció alrededor de 20% entre 1983 y 1985; hubo caídas drásticas en producción, sobre todo en industrias gubernamentales, ya para ese entonces anticuadas; el crecimiento del PIB sufrió altibajos y disminuyó el poder adquisitivo. Para resolver tales problemas se elaboró un Plan Global de Desarrollo; estableció a nivel constitucional un sistema de planeación democrática; y más importante, inició con la apertura económica, la desregulación y descentralización,  así como la privatización de empresas estatales, algo que seguiría bajo su sucesor, Carlos Salinas de Gortari.

Su política económica afectó sobre todo a los campesinos. Por ejemplo, se redujeron las subvenciones al sector agrícola (y se suprimieron las subvenciones a la producción de café), la liberalización del comercio provocó un aumento de las importaciones que hundió la producción local, y la supresión de importantes cosechadoras agrícolas supuso la pérdida de muchos puestos de trabajo rurales.3

Ante la severa crisis económica (donde se alcanzó el 3100% de devaluación del peso), se establecieron los Pactos de Crecimiento Económico con los diversos sectores sociales, mediante los cuales el gobierno subsidió parte de los precios de los productos básicos y los productores/distribuidores se comprometían a no aumentarlos. En enero de 1986, con aproximadamente tres años de negociaciones, México logró ser admitido al GATT, siendo el punto más fuerte de esta administración.

TERREMOTO DE 1985

Un lujoso hotel en ruinas
Un presidente que desapareció en momentos críticos

El 19 de septiembre de 1985, un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter sacudió la Ciudad de México, con una fuerte réplica el día 20. Los daños materiales fueron masivos, y aunque los cálculos oficiales hablan de unos pocos miles de muertos (cinco a diez mil), la opinión pública consideró que la cifra podría haber rebasado los 40 000. La reacción inicial del gobierno fue muy lenta e inadecuada, lo cual hizo que fuera la población la que tomara el liderazgo y la organización de las labores de rescate de víctimas y cuerpos de entre los escombros.

Tanto las declaraciones del presidente De la Madrid señalando que el país no requería ayuda extranjera para enfrentar la tragedia, como su decisión de no permitir que el ejército colaborara con la población en las labores de rescate durante las primeras horas posteriores al terremoto, así como su negativa a suspender el pago de la deuda externa para destinarlo a las labores de reconstrucción (el presidente De la Madrid destinaba aproximadamente el 30% del presupuesto nacional al pago de la deuda externa) le valieron severas críticas a esta administración.

EL FRAUDE, EL ROBO, EL ATRACO

CON NOMBRE DE «DEMOCRACIA»

En 1988 su gobierno protagonizó el mayor escándalo electoral del país hasta entonces. El 6 de julio, durante las elecciones presidenciales, el candidato de la izquierda Cuauhtémoc Cárdenas, aventajaba ampliamente a sus rivales Manuel Clouthier (PAN) y a Carlos Salinas de Gortari (PRI). Por motivos que aún «se desconocen», el sistema electoral de cómputo se detuvo. La secretaría de Gobernación, en esa época a cargo de Manuel Bartlett Díaz y que entonces organizaba la elección, señaló que: el sistema se había caído. Finalmente, el candidato priista fue declarado ganador. Pocos años antes de morir, De la Madrid confesó al periódico New York Times y en una autobiografía que las elecciones presidenciales habían sido manipuladas para que el Partido Revolucionario Institucional ganara, y que tres años después de la elección, todas las boletas fueron quemadas para eliminar toda evidencia del fraude… El Panista Diego Fernández de Cevallos, fue el cómplice en esta última maniobra para enterrar las pruebas del atraco electoral.

El maridaje y las complicidades