Magna función en el Palacio de Bellas Artes (balazo)
La Orquesta Sinfónica Nacional, Compañía Nacional de Danza y el Ballet
Ballet Folclórico de México unieron talentos para realizar la gala.
Elisa Carrillo, primera bailarina de la Ópera de Berlín aceptó gustosa actuar
durante el tributo que se realizó en el Palacio de Bellas Artes.
De la Redacción.
El pasado domingo 17 de septiembre el Palacio de Bellas Artes fue el escenario que reunió a la Compañía Nacional de Danza, al Ballet Folclórico de México de Amalia Hernández, a la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), al Coro y Mariachi del Ballet Folklórico de México y a la primera bailarina de la Ópera de Berlín Elisa Carrillo, en un espectáculo, que rindió tributo a la coreógrafa Amalia Hernández, quién, el 19 de septiembre hubiera cumplido 100 años de vida.
El primer número presentado fue “La noche de los mayas” de Silvestre Revueltas, que interpretó la OSN bajo la conducción de Eduardo García Barrios y dio pauta a la aparición del Ballet Folclórico de México, que hizo un recorrido dancístico por el país con “Los mayas”, “Guerrero”, “Obertura 1910”, “La revolución”, “Fiesta de Tlacotalpan”, “Los matachines”, “La vida es juego”, “Danza el venado”, “Guadalajara”, “Las olas” y “Fiesta en Jalisco”, entre otros.
El programa concluyó con “Huapango”, “Danzón Nereidas” y “Sones antiguos de Michoacán”, el primer trabajo de investigación y recuperación coreográfica de Amalia Hernández y el cual, contó con la participación de la Compañía Nacional de Danza y de Elisa Carrillo como solista.
Fue un espectáculo digno de esa magna celebración que durante varios momentos intercaló a miembros del coro así como a bailarinas y bailares entre el público. Salvador López López, que dirige actualmente el Ballet Folclórico de México, nieto de Amalia Hernández fungió como anfitrión de esta celebración y en un momento solemne, invito a subir al escenario a María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura, Lydia Camacho, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes así como a Elisa Carrillo, primera bailarina de la Ópera de Berlín, a quien agradeció su inmediata disposición para participar en este homenaje.
En uso de la palabra, la secretaria de Cultura ponderó la enorme labor de investigación y creatividad de Amalia Hernández, así como el mérito de haber dado a conocer al mundo el folclore y riqueza cultural de México.
Afuera del Palacio de Bellas Artes, un nutrido público disfrutó a través de una pantalla gigantesca lo que acontecía al interior del recinto de mármol.
Posteriormente y al interpretar la OSN danzones con la ejecución de integrantes del Ballet Folclórico de México, bailarines invitaron a los asistentes a bailar, finalizando así este magno homenaje a Amalia Hernández en el centenario de su natalicio.
GOOGLE SE UNIÓ A LA CELEBRACIÓN
Amalia Hernández, su talento y aportación a las artes es reconocido a través del tiempo y Google no se quedó atrás, en su honor colocó un Doogle como símbolo de homenaje al talento de esta mujer que llevó su nombre y el folclor mexicano más allá de las fronteras.
ALGO MÁS SOBRE LA HOMENAJEADA
Su nombre completo fue Amalia Hernández Navarro y nació en la Ciudad de México el 19 de Septiembre de 1917. Desde temprana edad manifestó su pasión por la música y la danza, tal fue, que logró consolidarse como coreógrafa en el Instituto Nacional de Bellas Artes, donde impartió en un inicio clases de danza moderna, para después centrar su atención en lo que la llevaría a ser reconocida aún a un siglo después de su nacimiento, la «Danza Folklórica».
Su talento la llevó a desarrollar un estilo completamente nuevo del baile folklórico, lo hizo combinando los bailes tradicionales con movimientos más coreografiados propios de su entrenamiento formal. Aportó el toque especial de su talento en los bailes populares de todas las regiones y de todas las épocas de México e hizo de la danza folklórica lo que hoy vemos, un espectáculo que ofrece sincronía, colores y pasión por la música y tradiciones, logrando que la danza folklórica mexicana fuera reconocida internacionalmente.
CRECIÓ SU COMPAÑÍA
Fundó el Ballet Folklórico de México en 1952, mismo que lleva su nombre hasta el día de hoy y que es emblemático del arte dancístico de nuestro país. Su legado aún vive, después de haber iniciado con solo ocho bailarines, ahora se compone de más de 300 artistas dancísticos.
El ballet actuó por primera vez por televisión en 1954, tras dos años de su fundación, quedando implantado en la programación semanal, logrando mayor difusión, este éxito le permitió al ballet viajar por América del Norte representando a nuestro país en los Juegos Panamericanos en 1959.
Amalia fue una de las principales colaboradoras en la creación del Grupo Experimental de Danza Moderna BFM y contribuyó a la preservación, modificación y enseñanza de la danza ofreciendo conferencias, cursos y presentaciones, todo este esfuerzo la llevó a ser reconocida en 1979 en un homenaje en V Festival Hispano Mexicano de Música Contemporánea, en la presencia del entonces presidente de la república José López Portillo.
Amalia en conjunto con el Ballet Folklórico de México cuentan entre sus creaciones la coreografía para más de 80 ballets, sin descuidar ningún detalle de lo que engloba su arte, desde la música, la técnica de los bailarines, los coloridos y representativos trajes típicos, llevándole estos montajes a recibir más de 400 reconocimientos. Amalia dejó a su hija Norma López, quien continuó con el trabajo de su madre al compartir la misma pasión, ambas compartían la pasión y compromiso para que el mundo vea a México a través del Ballet Folklórico.
Cultura y Salvador López L. director del Ballet Folclórico de México, durante el homenaje
Lamentablemente la apreciada artista falleció el 5 de noviembre del 2000, en la ciudad que la vio nacer. Su legado vive y su familia cuida de él, su nieto Salvador López López dirige actualmente la compañía, mientras que Viviana Basanta, hija menor de su fundadora se dedica a la dirección artística del montaje, sin duda el talento corre por sus venas, la gran herencia de Amalia, el gran Ballet Folklórico de México.
