Semiologia de La Vida Cotidiana ¿Qué es?


Dr. Alfonso Ruiz Soto

“No se trasforma la vida, se trasforma el Ser,

  la vida sólo ocurre en consecuencia”: ARS.

Vilma Ivette Rivera Abarca

Ser humano en plenitud

La Semiologia de La Vida Cotidiana es un modelo educativo paralelo y complementario del sistema tradicional, la diferencia entre ambos modelos es que en el primero tiene como objeto de estudio al individuo y está enfocado al desarrollo de la conciencia para elevar la calidad de vida de las personas.

El Modelo de Semiologia de la Vida Cotidiana (en adelante SVC), está dirigido para todas las edades, en especial para adolescentes y adultos. Incide en todas las áreas de la vida de los individuos, es un proceso de aprendizaje, divertido y apasionante, el compromiso nace del entusiasmo para realizar acciones concretas para elevar la conciencia.

El creador de este modelo de SVC, es el doctor Alfonso Ruiz Soto, fundador del Instituto de Semiología de la Vida Cotidiana; la visión central del Doctor Ruiz Soto, al crear el modelo, ideó ubicar al individuo en el centro de su propio proceso educativo. Concibió la idea de concientizar a cada persona que la responsabilidad de su felicidad está en sus propias manos.

El doctor Alfonso Ruiz Soto, es fundador y director del Instituto de Semiología S.C., y del Colegio de Consultores y Comunicadores en Semiología de la Vida Cotidiana.

Este modelo está a la disposición, desde hace más de 35 años, y las personas que lo practican dan testimonio de su efectividad.

Es a través de la auto-observación como se pueden descubrir los prejuicios, es decir juzgar sin saber. Darse cuenta que la vida no se limita a calificar las experiencias en “bueno” o “malo”, esos son juicios de valor que subordinan a la persona. Una de las frases del doctor Ruiz Soto es: “La vida sólo es rica en experiencias”

Desde la visión de SVC, se trata de ubicar la conciencia en el centro del individuo, el autoconcepto en el centro de la conciencia, la vocación en el centro del autoconcepto y el servicio en el centro de la vocación. Esta estructura es el eje que conecta lo mejor de la persona con el bien común.

El ser humano no existe en abstracto, sino que estamos inmersos cada uno en su principio de realidad, apreciándolo desde este punto de vista podemos observar dos puntos que son fundamentales:

Conocerse a sí mismo, buen principio

–         La relación que mantiene el individuo consigo mismo.

–         Y, por otro lado, la relación que mantiene con las demás y con todo lo que le rodea. Por ejemplo ¿cómo se relaciona con el dinero? ¿desde la abundancia o la carencia? ¿cómo califica las acciones de los demás, bueno, malo? ¿dónde se aprende a calificar las acciones propias y de los demás?

¿Alguna vez nos cuestionamos de dónde proviene nuestro sistema de creencias? ¿Nos hemos preguntado si los pensamientos son innatos?  o ¿ son adquiridos? y si son adquiridos ¿de dónde proviene la forma de pensar? ¿en realidad podemos decir que somos seres con autonomía de pensamiento?

En otras palabras ¿tenemos ideas propias? o traducidas en lenguaje cibernético hacemos “copy page” de nuestros padres, amigos, medios de comunicación.

Giovanni Sartory, afirma que el Homo sapiens está en peligro de extinción. La razón es que vivimos en una sociedad que vive la realidad construida por el rumor.

La calidad de vida de una persona no depende exclusivamente de las circunstancias externas o de los sucesos que puedan ocurrir en su biografía, sino de su nivel de conciencia y su capacidad de respuesta frente a dichos sucesos.

«No es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede, lo que determina tu desarrollo de conciencia y tu calidad de vida.»

El modelo de SVC, expone que sólo a través del conocimiento de nosotros mismos y de los mecanismos inconscientes que determinan nuestros sistemas de pensamientos, creencias y valores, podemos elevar nuestro nivel de conciencia y dejar atrás la cultura del sufrimiento, tan extendida en nuestra sociedad.

Con base en la construcción de la paz interna y la armonización de nuestro potencial humano, lograremos configurar un proyecto de vida sustentado en el desarrollo de la conciencia.

De esta manera, nos sumergimos en un círculo virtuoso de crecimiento personal, que nos beneficia individualmente pero va más allá, alcanzando el beneficio colectivo como totalidad.

El pilar de esta visión está integrada de la siguiente manera:

“La plenitud del individuo, es el sustento de la pareja.

La plenitud de la pareja, es el sustento de la familia.

La plenitud de la familia,es el sustento de la sociedad.

La plenitud de la sociedad, es el sustento del individuo.”

Se puede concluir que la SVC, es mejorar aspectos puntuales del conocimiento de uno mismo, el manejo de las propias emociones, el proceso de toma de decisiones, cómo vive su sexualidad, descubrir su vocación, saber cómo elaborar su proyecto de vida, crear hábitos que inciden en la salud

El objetivo de SVC es: generar las condiciones propicias para el desarrollo de la conciencia y, por lo tanto, elevar la calidad de vida de las personas, de las parejas, de las familias, en una forma metódica, sistemática, clara y, además, amena.

La Semiología es un conocimiento profundo que ofrece soluciones profundas, prácticas, aterrizadas a la vida cotidiana.

Origen del sistema de creencias

Uno de los objetivos más importantes que  Alfonso Ruiz Soto se ha planteado a lo largo de 35 años desarrollando este modelo, es traducir una información y una visión académica muy sofisticada y compleja a términos accesibles, tanto para adolescentes como adultos, y a situaciones comunes de la vida cotidiana.

La búsqueda constante de nuevas perspectivas, pues la vida no es estática, lograr que sea algo viable, posible y no un acto mágico; sino un acto de lucidez y comprensión que depende exclusivamente del trabajo interno de cada persona, del ejercicio de su libre albedrío y de su voluntad consciente.

“Si tu deseo es que las cosas cambien, empieza por ti”.

*Vilma Ivette Rivera Abarca, licenciada en Comunicación Humana y Consultora en Semiología de la Vuida Cotidiana.