Mauricio Álvarez Escobar/Ibero909.fm
El mes de febrero del 2021, The Guardian publicó un artículo donde revelaba que han muerto 6 mil 500 trabajadores en Qatar desde que fue anunciado como sede de la Copa del Mundo de 2022, lo cual ha indignado a la comunidad internacional más allá del balompié.
En su reportaje, el diario británico señala que en promedio mueren 12 trabajadores a la semana, sin embargo, el número total debe ser significativamente mayor, ya que no se han contabilizado a los migrantes de Filipinas y Kenia, ni las muertes de finales de 2020. La mayoría de los migrantes han llegado de India, Pakistán, Nepal, Bangladés y Sri Lanka.
Tanto el gobierno de Qatar como la FIFA han tomado decisiones que han ayudado muy poco y se han expresado de manera escueta al respecto.
“La frecuencia de accidentes en las construcciones para el mundial de fútbol ha sido baja cuando se le compara con otros grandes proyectos de construcción en el mundo”.
Según un reporte de Amnistía Internacional, las muertes son el problema más visible, pero los trabajadores que están construyendo la infraestructura para el mundial sufren de pésimas condiciones laborales, son explotados, amenazados y en muchas ocasiones no se les paga.
Ante esta situación algunas selecciones de fútbol europeas se unieron a las protestas. Empezó Noruega, el pasado 24 de marzo, cuando salió al calentamiento de su partido con unas camisetas que decían “RESPETO dentro y fuera de la cancha”. Posteriormente, durante el canto de los himnos de las selecciones, los jugadores noruegos usaron otra camiseta que decía “DERECHOS HUMANOS dentro y fuera de la cancha”.
Alemania decidió unirse a las protestas al día siguiente, en su enfrentamiento contra Islandia.
Los alemanes no siguieron el protocolo de presentación y sus jugadores usaron unas camisetas con letras en ellas, cuando se tomaron la foto del equipo se vio que deletreaban “derechos humanos”. Días después, Noruega siguió con el activismo y no solo incluyó un mensaje a favor de los derechos humanos, sino que invitó a los demás países a unirse.
La de Países Bajos fue la última selección en hacer activismo en esta fecha FIFA, al menos de la misma manera, pues Dinamarca ya se ha expresado en contra de la situación en Qatar y la manera en que la FIFA la ha justificado. El pasado 27 de marzo, previo al partido, la selección neerlandesa utilizó unas playeras que decían “El fútbol apoya el cambio”.
De momento, la FIFA solo ha podido decir que se encuentra a favor de la libertad de expresión, por lo que ninguna selección ha sido sancionada, situación que ya se ha dado cuando los futbolistas se expresan sobre situaciones políticas. Las federaciones de fútbol involucradas esperan que más selecciones nacionales se unan a las protestas para ejercer presión sobre la Federación.