Reportajes Metropolitanos : Después del voto, el llanto


Llanto única forma que tiene el bebé de expresarse
  • Las lágrimas producen relax y alimentan el alma.
  • Llorar para algunos cuerpos es una forma de ejercicio.
  • Verdadera razón y origen de la risa del mexicano.
  • Reír antifaz que transparenta terrible drama, dicen…

Reportajes Metropolitanos

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Y si no les tocó hueso no lloren como mujer lo que no pudieron hacer como hombre. Consejo sabio, a todos.

Lágrimas de políticos por miedo a agresiones

Pero uno mejor, y ahora es cuando, hic, porque llorar mejora el estado de ánimo:

Por ejemplo, sufragar sin saber por quién.

Ver una película conmovedora, pasar por eventos estresantes en el hogar o el trabajo e incluso hasta recibir buenas noticias pueden desencadenar la misma reacción:

Estallar en lágrimas.

Algunas personas lloran más fácilmente que otras. Te habrás dado cuenta con los políticos. Ellas. Ellos. Y el resto.

No obstante, el llanto es parte de la vida de todas las personas.

¿Por qué pasa eso? No está claro.

Los humanos somos casi todos, la única especie que llora por la emoción y los científicos aún no saben exactamente cómo el acto físico de llorar está conectado con nuestros sentimientos.

Sin embargo, el estudio del llanto reveló algunos efectos interesantes que tiene en nuestro cuerpo y mente.

Analicemos siete, bonito número, formas en las que llorar nos beneficia física y mentalmente.

  1. El llanto puede mejorar tu estado de ánimo

Uno de los beneficios conocidos del llanto es que alivia la tensión física y el estrés.

Comenzamos a llorar justo después de que nuestro cuerpo alcanza un pico de excitación psicológica, y la actividad simpática en el sistema nervioso disminuye mientras que la actividad parasimpática aumenta.

En otras palabras, para que se entienda mejor, el llanto ocurre cuando nuestro cuerpo regresa de un «estado de lucha o huida» a un «estado de reposo y digestión» tranquilo.

Risa en tiempos de pandemia

Junto con la liberación del estrés, llorar (y sollozar específicamente) puede ayudar a regular e incluso reducir la temperatura de su cerebro.

Cuando se solloza, tomas muchas respiraciones rápidas de aire fresco. Como resultado, tu estado de ánimo puede mejorar.

Es importante tener en cuenta que puede tomar algún tiempo para que esas consecuencias positivas del llanto «surtan efecto».

De hecho, los estudios muestran que los efectos inmediatos del llanto pueden hacernos sentir peor.

  1. El llanto es una forma de comunicarnos y forjar vínculos.

Llorar es la primera herramienta de comunicación que tienen las personas cuando son bebés.

Los recién nacidos humanos no tienen la capacidad de aferrarse al pelaje como otros primates o seguir el olor de su madre.

Por lo tanto, es probable que el llanto haya evolucionado en los seres humanos como una forma de que los bebés llamen la atención de sus madres.

Las lágrimas agregan un componente visual a este grito de ayuda, que el bebé las necesita.

Como adultos, convertimos esta función biológica en emocional.

Aficionado al futbol tras la derrota de su equipo

Las lágrimas de los adultos a menudo transmiten el mismo mensaje que las de los bebés: «Necesito apoyo».

Es, en particular, una reacción a un estado de impotencia

Llorar frente a otros revela nuestra vulnerabilidad.

Por lo tanto, es una forma de señalar que nos sentimos cercanos a alguien, que confiamos en él.

Cuando las personas reaccionan ante el llanto de una persona de una manera solidaria y empática, se crea un mayor sentimiento de unión y conexión.

  1. El llanto puede eliminar las toxinas.

Las lágrimas ayudan al cuerpo a deshacerse de toxinas no deseadas.

Al comparar las lágrimas emocionales con las lágrimas irritantes, como las que se desencadenan al picar cebollas, por ejemplo, se descubrió que los dos tipos tienen algunas diferencias químicas.

  1. El llanto tiene propiedades desinfectantes naturales.

Otro beneficio es que el llanto puede ayudar a matar las bacterias.

Es cierto que las lágrimas contienen lisozima, una proteína que tiene la capacidad de destruir bacterias poderosas.

Sin embargo, se necesita más investigación para determinar si el llanto tiene propiedades reales para protegernos de las bacterias dañinas.

  1. El llanto promueve la salud ocular.

    La risa en la tercera edad

Las mujeres que lloran con más frecuencia que los hombres no es solo el resultado de un condicionamiento cultural.

A lo largo de la historia, el acto de llorar se ha considerado «débil», lo que a menudo llevó a los hombres a contener las lágrimas por temor al juicio social.

Pero aparentemente, también hay una razón física por la que las mujeres lloran con más frecuencia que los hombres.

Según varios estudios, la testosterona parece tener un efecto inhibidor sobre el llanto.

Es evidente en hombres con cáncer de próstata que reciben hormonas para reducir sus niveles de testosterona, y también en estudios con animales.

Para las mujeres, un cambio en los niveles de estrógeno durante el síndrome premenstrual o el posparto puede aumentar la tendencia a llorar.

También hay alguna evidencia de que el llanto puede ser facilitado por la hormona prolactina tanto en hombres como en mujeres.

La prolactina es una hormona que tiene más de 300 funciones en el cuerpo, incluida la regulación del sistema inmunológico, el metabolismo y la reproducción.

  1. ¿Por qué el llanto tiene tantos efectos físicos?

Si bien el llanto es un acto emocional, su manifestación es muy física. Dolores de cabeza, manchas en la piel, secreción nasal y sollozos de todo el cuerpo son solo algunos de los efectos que el llanto tiene en nuestro cuerpo.

El llanto es una especie de puente entre el estado de alta excitación de la respuesta de lucha o huida a un estado más tranquilo.

El acto de llorar en sí mismo todavía se experimenta como algo muy excitante para nuestros cuerpos, como una especie de ejercicio.

Las personas que lloramos experimentamos una frecuencia cardíaca elevada y un aumento de la sudoración, que es lo que conduce a la liberación de endorfinas y provoca una serie de otras reacciones físicas.

Sobre todo, en estos días aciagos en donde diez partidos políticos accionaron para llevar agua a su molino. Y desde anoche, día 6 de junio, se enteraron de la voluntad del que vota, sí del pueblo.

Y como ya se cumplió nuestro deseo, a todos, sin lágrimas en los ojos, decimos Salud. Con una a la una.

DEL DESPIPORRE INTELECTUAL

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

La risa del mexicano, por más que quisiéramos descubrir en ella la flor de la alegría, es una mueca amarga, una máscara tragicómica, un antifaz inservible que transparenta el terrible drama.

Tratamos de fugarnos de él con el instinto de conservación de un refrán, con el valor cívico de un dicharacho o con la audacia intelectual de su epigrama.

Duele afirmarlo, pero nuestro humorismo equivale a la cabeza del avestruz que huyó de la realidad o que la enfrenta con el trasero.

El trauma histórico que padecemos nos ha vuelto escépticos.

Tradicionalmente nos decían que los hombres no deben llorar

Del axioma de que la historia la escriben los vencedores se desprende para nosotros un corolario y un comportamiento político humorístico.

El calendario patrio, ese que con tanto ahínco imponen quienes escriben la historia, no es un santoral de nuestra devoción.

La simpatía por los vencidos es, en cierta manera, la expresión de un sentimiento derrotista muy de nosotros.

Cuauhtémoc, Zapata, Villa (todos ellos vencidos, todos ellos traicionados) son los héroes auténticos de un pueblo vencido y traicionado desde siempre.

Estamos con ellos porque en el almanaque oficial no se ha instituido el Día de Cuauhtémoc, ni el Día de Zapata, ni el de Villa.

El Árbol de la Noche Triste, por lo demás, es un monumento vivo y comprobatorio de lo que decimos.

¿Por qué el Árbol de la Noche Triste?

Porque una noche lloraron abajo sus ramas los mismos que después escribieron la historia de la Conquista.

Por eso somos escépticos. Por eso somos iconoclastas.

Y por eso mismo aprendemos, desde temprana edad, a interpretar con ligereza los acontecimientos históricos y a tomar a pitorreo a muchos prohombres que en ellos participaron.

Tuvimos en nuestra juventud un maestro que nos explicaba en los siguientes términos uno de los episodios más conocidos de la Conquista:

El famoso salto de Pedro de Alvarado no respondió a otra motivación que a la de su miedo pánico a los combativos “chicanos” de aquel entonces, que por un pelo le pellizcan las asentaderas.

En cuanto a la epopeya de Chapultepec, nuestro mentor opinaba:

Los historiadores nos cuentan que el cadete Juan Escutia, a fin de evitar que la bandera mexicana fuese capturada por los invasores gringos, con un gesto de supremo heroísmo se envolvió en ella y se arrojó al vacío.

Nada nos impide sospechar, sin embargo, que el inexperto aguilucho haya tropezado con un pliegue el lábaro patrio, precipitándose así al abismo.

Más tarde, en nuestra adultez, multiplicamos el conocimiento y la práctica de tales irreverencias.

¡Quién ignora, por ejemplo, lo que el aire le hizo al Benemérito de las Américas?

¿Quién no ha repetido alguna vez aquello de que “Juárez no debió de morir”, porque “si Juárez no hubiera muerto, todavía viviría”?

Es el pitorreo político el condimento imprescindible de nuestra comidilla humorística de todos los días.

El mexicano que no sonríe, que no hace un chiste a costa del gobierno o que no lanza una trompetilla en honor a cualquier político en el candelero, es un espécimen que seguramente vive en una era zoológica muy distinta a la nuestra.

Ya en los primeros años de la Conquista, en los que el pasquín representaba prácticamente la única tribuna popular, las divergencias entre españoles y criollos se resolvían de esta guisa:

En la lengua portuguesa

Al ojo le llaman Cri,

Y aquel que pronuncia así

Apuesta lengua profesa.

En la nación holandesa

Ollo le llaman al C…,

Y así con gran disimulo,

Juntando el Cri con el ollo

Lo mismo es decir criollo

Que decir ojo de c….

A lo que los criollos replicaron en otro pasquín que fue fijado en las esquinas de “El Parián”, cuartel general de la gachupinada de entonces, tal como La Lagunilla y la Merced lo son de los judíos y de los árabes de ahora.:

Gachu en arábigo hablar

es en castellano mula

pin en Guinea se articula

y en su lengua dice dar.

De donde vengo a sacar

que este nombre gachupín

es un muladar sin fin

donde el criollo, siendo c…

bien puede ser sin disimulo

cargarse en cosa tan ruin.

Al virrey Félix Berenguer de Marquina, que a semejanza de algunos munícipes actuales se distinguió por su increíble ineptitud, ya que entre sus obras sólo se recuerda la construcción de una fuente, si el pueblo le dedicó este pasquín.

Para perpetuar memoria…

nos dejó el Virrey Marquina

una pila en que se orina

y ahí se acaba la historia.

Cuando el general Antonio López de Santa Anna quedó cojo, la pierna que le faltaba recibió cristiana sepultura en el Panteón de Dolores con un epitafio a ella de su Alteza serenísima.

Por su parte el pueblo, regocijado con esta nueva extravagancia del pintoresco dictador, no tardó en repetir los versos colocados por Santa Anna, pero a su sabio parecer:

Es santa sin ser mujer.

Es rey sin el cetro real,

Es hombre, mas no cabal,

Y sultán al parecer.

Parte en el sepulcro está

Y parte dándonos guerra;

¿si será esto de la tierra

O que demonios será

Los fragmentos de la siguiente glosa en verso acerca de las diferencias existentes desde siempre entre el pobre y el rico, nos revelan toda la hondura de la filosofía popular:

El rico en palacios vive,

el indio en los campos crece

y en medio de las ciudades

siempre el pobre desmerece.

Si el rico toma su copa

de aguardiente o malvasía,

si se embriaga es alegría,

lo hizo por tomar la sopa.

Pero si es de poca ropa

aquel que tomó licor;

lo llevan con deshonor

a la cárcel si se ofrece,

porque la verdad señor;

siempre el pobre desmerece.

En fin, los pobres mortales

aunque uno y otro sucumba,

quieren en la misma tumba

distinguir sus funerales

porque hasta cruz y ciriales

lleva el que dejó riqueza

pero el que murió en pobreza

a oscuras la vida ofrece,

y concluye como empieza.

Siempre el pobre desmerece.

La militancia humorística por el malestar que provoca en algunos y la simpatía y solidaridad que recibe de los más, cumple las funciones de una verdadera guerrilla intelectual, manifestación de rebeldía con la que el pueblo pica y huye, repica

craveloygalindo@gmail.com

 

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