- México, segundo lugar mundial en diversidad y biodiversidad.
- Carece de políticas públicas para preservarlas: Mindahi Bastida
Elvia Andrade Barajas/Reportajes Metropolitanos
Ciudad de México, julio 18.- “En el mundo hay cinco mil pueblos originarios y 7 mil 500 culturas, que representan el 5% de la población mundial, pero está a nuestro cargo más de la mitad de los territorios del mundo, aunque no tengamos títulos de propiedad” , dice con una sonrisa de satisfacción y orgullo Mindahi Bastida Muñoz, representante de Pueblos Originarios a nivel mundial del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y director del Programa de Naciones Originarias de la Fuente.
Indonesia, agrega, ocupa el primer lugar con más biodiversidad y diversidad cultural en el mundo.
El segundo lugar lo tiene México, pero no tiene política pública que defienda la herencia de la diversidad biocultural. Por un lado, está el medio ambiente y por otro la diversidad cultural.
En México no se dan cuenta que vivimos interrelacionados y que los pueblos originales cuidamos esa diversidad biológica porque tenemos cultura antigua.
“Los Pueblos Originarios le podemos enseñar al mundo a cómo relacionarse con la naturaleza”, afirmó el también coordinador general del Consejo Regional Otomí-Tolteca de México, velador de la filosofía y tradiciones de los pueblos otomí-toltecas y Oficial de Ceremonias Rituales Otomí-Toltecas desde 1988
Mindahi, Doctor en Desarrollo Rural por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM, 2010), Medalla Universitaria al Mérito; con Maestría en Ciencias Políticas en la Universidad de Carleton, Canadá, 1996, Aprobado con Distinción y con Licenciatura en Turismo, Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX, 1991), explica que Biocultural es la interrelación del número de lenguas, especies biológicas, agroecología y la domesticación de las especies.
Los pueblos originarios, dice, luchan para que “No dejemos de ser lo que somos. Los indígenas no estamos contra la tecnología, bienvenida sea, pero la que proteja la vida”.
Las 7 mil 500 culturas y los cinco mil pueblos originarios están distribuidos en todos los continentes, y son los encargados de cuidar la herencia de la diversidad cultural en el mundo, sostiene.
Naciones Unidas reconoció que en estos territorios reside el 80% de la diversidad biológica del mundo.
Entre ellos Australia, Canadá, México, Costa Rica, Brasil, El Congo, Madagascar, China, Colombia, Venezuela, Perú y todos los países amazónicos son megadiversos.
Es en esos países, entre otros, es donde se encuentra la mayor diversidad biológica y diversidad cultural del mundo.
PARA VER EL FUTURO TENEMOS
QUE RECONOCER EL PASADO
En México tenemos que abrirnos. Abrir la mente. Si queremos ver el futuro tenemos que reconocer el pasado. No se puede avanzar si no sabemos quiénes somos, asegura Mindahi, quien ha escrito varios libros, entre ellos “Pueblos originarios de México, más allá de las cifras oficiales”.
Aquí hay mucho talento, pero los talentos son responsabilidades, agrega.
Sobre el Tren Maya explicó:
“Los pueblos originales no estamos contra la tecnología, las carreteras, pero que sean verdes. Que se haga un tren verde, que respete a las especies. Hay tecnología para que pasen por arriba, para que los animales puedan transitar libremente.
“México debería ser un país de trenes de alta velocidad ¿por qué no?
“En Europa te puedes conectar rapidísimamente de un país a otro. En una hora puedes ir a otra nación.
“¿Por qué México no lo puede hacer?
“Estamos preocupados por el jaguar, por la biodiversidad, por los cenotes, pero hay tecnología que lo puede hacer bien con pasos elevados que respeten la vida animal, los cenotes, eso no es nuevo en el mundo.
“México tiene 68 lenguas con 365 variantes.
“Los indígenas mexicanos han sido sometidos desde la Colonia, hay un código de dominación terrible que empezó con la doctrina de Papa Nicolás, quien firmó para tomar la tierra, esclavizar e imponer una religión.
“Desde esa colonia se nos trató como esclavos y en general nos fueron quitando los derechos hasta pulverizarse en comunidad, ya no como gobierno que éramos. Nuestras administraciones se colapsaron.
“Después de este tiempo y durante la época de la independencia se engañó a los pueblos, porque se les prometió libertad y reconocimiento.
“En la época de la Revolución pasó lo mismo.
“Se ocupó a los pueblos como carne de cañón, incluso con Tierra y Libertad cuando no se podían obtener títulos a través de códices se les dio en usufructo las tierras originales.
“Pero hasta la fecha no tenemos ningún representante como pueblos originarios en ninguno de los tres ámbitos del gobierno de México.
“No estamos representados ni en la Cámara de Diputados, ni en la de Senadores, ni en el poder judicial ni el ejecutivo como tales, como Pueblos Originarios.
“Puede haber alguien que hable alguna lengua y diga yo soy de un pueblo, pero no es un representante elegido por los pueblos originales.
“Es alguien invitado por algún partido político y atiende más la agenda política o al partido en turno que los intereses de los pueblos originarios.
“Como en otras partes del mundo, los Pueblos Originales deben estar representados en los tres niveles de gobierno.
REFORMA ELECTORAL; SÓLO
VAN PARTIDOS AMAÑADOS
“En la Reforma Electoral se cita esta necesidad, pero ahí los que mandan son los mismos, los partidos amañados.
“La corrupción no se ha erradicado, no es de ahora, viene desde la época de la colonia, porque saquearon no tan sólo el oro, la plata, sino las reliquias, las obras de arte.
“En Europa y en otras partes del mundo, incluso en el Vaticano y en Nueva York, están nuestros tesoros.
“Todo eso ¿por qué está allá?, ¿es en forma legítima?, no, es una gran corrupción.
“Desde la época de Porfirio Díaz salían grandes cantidades a los bancos europeos; esto no es nuevo, es una prueba de que la corrupción se ha permeado y ha contaminado no sólo al gobierno, sino a los pueblos originarios.
“La corrupción es un mal que ha penetrado en los pueblos originales.
“Con las modificaciones al artículo 27 constitucional, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se pasó de comunidad a ejido y de ejido a comunidad privada, Esto es un mercado de la tierra que ha destruido la esencia de México, que son los pueblos originarios”, asegura el líder otomí y representante a nivel internacional de los indígenas del mundo.