Política Inconfesable : Política de escándalo


Los likes

Rodrigo Villar 

Marketing político

La banalización de todo se impone en la sociedad del liberalismo digital, porque la búsqueda de la verdad se ha sustituido por la libertad del consumo. Todo es consumible y desechable. Se ha ofrecido, convencido y vendido a la sociedad, la posibilidad de estar súper informada, a cambio de nada aparentemente, sin embargo, la realidad nos coloca los barrotes de la celda digital, que nos oprime, pero también nos da permiso de sentirnos libres y con capacidad de enjuiciar a todo y a todos sin ninguna merma en nuestras vidas.

Ese empoderamiento aparente, es usado todos los días y a todas horas por el poder digital de las empresas multinacionales de comunicación que han construido la perfecta cárcel digital, en la que nos sentimos muy a gusto y cómodos, pues de eso se trata, porque nos conocen a la perfección porque para esos conglomerados somos números, que en años se han encargado de estudiarnos y saber nuestro gustos y necesidades.

Precisamente, como el liberalismo digital en el que todo se hace en línea, desde picar el me gusta en los teléfonos móviles o tabletas electrónicas hasta multiplicar las compras en línea, es omnipresente, en política resultaría ingenuo pensar que esa maquinaria digital -instalada en la nube- no se desdoblaría también en conocer los gustos, las preferencias y las aberraciones de las personas en el mundo de la política.

Estrategia digital

El presidente Andrés Manuel López Obrador, desde su remota época de dirigente en Tabasco, pasando a convertirse en líder de la oposición al régimen del PRI (del cual él es originario) y de los mandatos panistas de Vicente Fox Quesada, vivió la transición digital que impera en el mundo. Obviamente con la ayuda de sus colaboradores y con las ganas de introducirse en las nuevas formas de comunicación en las redes sociales -a las que denomina benditas redes sociales porque les atribuye la apertura comunicacional de su movimiento-, se afianzó en esa nueva realidad virtual.

De tal forma, que a la fecha tenemos una clase política inmersa plenamente en el mundo digital, donde importan los números y los likes de los consumidores de la política basura, pero al fin política.

Así, un ejemplo aleccionador -que habremos de digerir con el transcurso del tiempo- es la proliferación de los esquemas de comunicación digital que tienen a ganar, ya no audiencias, sino crudamente números. Mientras más likes o más visitas se sumen a las actividades o mensajes de los políticos, más eficaz en la penetración del inconsciente colectivo de una población tan rudimentariamente educada en los terrenos de la política.

Importancia de redes sociales en la política

Así, un ejemplo de coyuntura es la que habrá de ser la mayor de las marchas populares en la Ciudad de México, en su historia.

Resulta, que nada de lo que es humano le afecta a la mayoría silente y mediocre en México, por ello los mensajes descalificatorios de la oposición al presidente López Obrador -a quien no le perdona haberla desterrado del mundo de los privilegios-, pasan desapercibidos entre las mayorías. Se considera que la política es una labor de lavadero, y que, para ella, nadie como los políticos.

Es decir, el escenario que se abre ante la mayoría -durante los próximos dos años- resulta desalentador, porque como se plantean los frágiles equilibrios, el sector anti López Obrador continuará escalando la campaña mediática que viene enderezando, y ante ellos el tabasqueño se endurecerá más, escucharemos y veremos muchos desatinos. Con ello, el panorama para todos nosotros no resultará nada halagüeño.