Política confesable


Cué Monteagudo y el robo del siglo

4 mil 800 millones, sobre precio en medicinas

Oaxaca en el Buró de Crédito gracias a Gabino.

Tomás Ezequiel Toledo

 El gobierno del estado ha suscrito un convenio con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para la compra consolidada de medicamentos, medida que le permitirá un ahorro anual de 400 millones de pesos al estado, en momentos en que se acentúa la  crisis que dejó Gabino Cué Monteagudo.

La compra consolidada de medicamentos permite a los gobiernos reducir el impacto que tiene el costo de estos insumos para los sistemas de salud y se trata, sin duda, de un acierto del gobernador Alejandro Murat Hinojosa.

Más allá de ese hecho, la firma del convenio entre el IMSS y los Servicios de Salud de Oaxaca, revela también cómo es que una administración estatal puede tomar las medidas correctas.

Porque, como se ve, la complicidad de Gabino con el llamado Doctor Muerte, Germán Tenorio Vasconcelos, ex secretario de Salud del estado les permitió robarse literalmente 400 millones de pesos al año al realizar la compra de medicamentos sin esa vía.

Como se recordará, Tenorio Vasconcelos fue inhabilitado en 2016 por 20 años para ejercer cargos públicos, debido a su responsabilidad por el desabasto de medicamentos y haber dejado obras hospitalarias inconclusas en el estado.

La Auditoría Superior de la Federación documentó el desvío de 2 mil millones de pesos cuando el Doctor Muerte estuvo al frente de los servicios de Salud de la entidad, y posteriormente se conoció que se compró su propio jet, que tenía guardadito en el vecino Puebla, adquirido a costa del dolor, el sufrimiento y la muerte de miles de oaxaqueños que no recibieron a tiempo sus medicinas.

Por ese mismo caso, fue sujeto a proceso penal el ex jefe de Finanzas de los SSO, Tito Rangel Hernández, por enriquecimiento ilícito y falsedad en declaraciones. Ese personaje, cobijado por Tenorio, amasó mil 717 millones de pesos.

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También estos sujetos importaron medicamentos de China, inservibles, que fueron distribuidos a las clínicas y hospitales del estado, y suministrados a pesar de que se conocía su procedencia y su ineficacia.

Solamente por el robo en el negocio de los medicamentos, Tenorio y Rangel causaron un quebranto de 4 mil 800 millones de pesos a Oaxaca, y esta es una de las causas que explican por qué algunos proveedores decidieron incluir al gobierno del estado en el Buró de Crédito.

Gabino y sus compinches cometieron con el estado el robo del siglo, sin que hasta ahora exista ninguna demanda penal en contra del ex gobernador, que se ha dejado ver cínicamente en fiestas, mientras el estado continúa en una crisis que ni Ulises Ruiz provocó, con todo y que también éste y sus ex colaboradores saquearon a manos llenas.

Hay que recordar, también, que todavía hacia el final de su mandato, Cué trató de obtener de la Secretaría de Hacienda un «préstamo» de 2 mil 500 millones de pesos, que quería cargar a cuenta de las transferencias federales.

Por fortuna, Hacienda rechazó entregarle ese dinero, que -argumentó entonces- le serviría al gobierno entrante para evitar un conflicto financiero.

Era, como se dijo entonces, una trampa: haber obtenido esos recursos habría resultado en una reducción en las transferencias en el primer trimestre de este año y, por lo tanto, un golpe a las de por sí frágiles finanzas estatales.

Gabino ha de pensar que se mantendrá en la impunidad, por ello aunque si bien de manera aislada, todavía se deja ver en algunos círculos. Hay que insistir, sin embargo, en que se le finquen responsabilidades, así como ha ocurrido con el ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, y que en algún momento también se le gire orden de aprehensión, como a Javier Duarte de Ochoa.

Tal vez suene utópico, pero el crimen que Gabino, Tenorio y Tito cometieron en contra de la salud de los oaxaqueños, no debe quedar impune.

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