El desastre que deja Gabino
Reprobado por la OCDE, que revisó su «gobierno»
Crece la pobreza… excepto la de Cué y sus amigos
Tomás Ezequiel Toledo
Que el triunfo de Gabino Cué Monteagudo hace seis años fue un error, ni duda cabe.
Montado en la ola del descontento social en contra del gángster Ulises Ruiz Ortiz, el hijo político del juniorcique Diódoro Carrasco Altamirano, logró que la alianza del PAN-PRD lo llevara al palacio de gobierno, además con un discurso «del cambio» que más tardó en pronunciarlo que en olvidarse.
¿Qué fue del cambio?
No cambió nada: si acaso una pandilla por otra, pero aún se mantienen las mismas prácticas de saqueo al presupuesto -federal y estatal-, como ha sido ampliamente documentado, y hasta ahora Cué se mantiene intocado, al igual que su runfla.
REPORTE DE LA OCDE
En días recientes, así como ocurrió con la historia de la falsa «embajadora» de la Organización de Naciones Unidas que «certificó» la viabilidad del estacionamiento en la zona protegida de El Fortín, la administración estatal anunció, a través de un malhecho comunicado de prensa, que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), había elegido a Oaxaca como el primer estado del país para evaluarlo.
Los resultados de la evaluación de ese organismo internacional empatan perfectamente con la realidad que vive el estado y refleja, así sea en ese ámbito, la pobreza y el sufrimiento de millones de oaxaqueños, mientras Gabino se va a ir del gobierno con una bolsa multimillonaria.
Sería motivo de risa si las conclusiones presentadas por la OCDE no reflejarán la tragedia: Cero o O -así, en letra y número- en indicadores como bienestar, educación, salud, desarrollo económico, vivienda…
Ya el año pasado, esa misma organización había informado que en Oaxaca casi 70 por ciento de la población vivía lo que los tecnócratas denominan como «pobreza multifuncional», es decir que no sólo tienen vivienda, servicios como luz, agua potable, drenaje y comunicaciones, sino tampoco para vestir, mucho menos para comer.
Eso en el quinto año de «gobierno», es decir que después de ese periodo los miles de millones de pesos que le fueron transferidos a Gabino se fueron a otro destino, menos para el que estaban previstos: los oaxaqueños.
Nada se hizo. Y no está por demás insistir que sólo una nueva cofradía fue la única beneficiada con ese dinero, que hoy está en cuentas disfrazadas -ya se verá cuando cierre la administración el último día de noviembre- o muy probablemente en las de prestanombres para desviar el origen de esa riqueza, y tratar de ocultarla.
DOBLE RESPONSABILIDAD DE GABINO CU É MONTEAGUDO
Hay una doble responsabilidad que enloda aún más el plumaje de Cué Monteagudo.
No sólo solapó las trapacerías y hurtos descarados de sus colaboradores, sino que dejó en libertad e impunes a los pillos del sexenio pasado, que hoy no sólo son funcionarios federales o dirigentes, sino que gozan de las fortunas que previamente se llevaron en las alforjas.
De ahí el acuerdo para que José Antonio Estefan Garfias, que es el otro hijo adoptivo del juniorcique, se hiciera candidato para tratar de tapar la coladera que sigue abierta y por la que resuma la hediondez de las cañerías de Gabino.
Es de esperarse, en ese sentido, que Gabino trate de inmiscuirse en el proceso electoral para favorecer a Estefan, con las consecuentes violaciones a la ley. Sin embargo, así como se destapen todas las atrocidades económicas cometidas en el actual sexenio será más evidente que a Cué no le queda de otra más que hacer ganar al candidato de su patrón. A estas alturas debe estar dispuesto a agarrarse hasta de un clavo ardiendo, sobre todo porque hay una larga lista de personajes que lo quieren ver tras las rejas.
METROBUS Y OTROS TEMAS PENDIENTES
Y con muy justa razón, habida cuenta del tamaño del desastre que deja. El tiradero es impresionante, como se nota en el negocio personal del metrobús, que sólo afea la capital del estado, pero que representa desde ya generosas ganancias para el grupito en el poder.
Ahora bien, el jueves finalmente quedó instalada la Subcomisión de Examen Previo, instancia de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que se encarga de revisar las solicitudes de juicio político, y en ese cúmulo de expedientes está el de Gabino Cué.
La cámara tendrá que desempolvar el archivo y decidir si, como prevé la Constitución, Cué ha cometido violaciones graves que amerita el juicio político, que en este caso se refiere a la destitución del cargo, trámite que es atribución exclusiva del Senado.
Así que tanto diputados federales como senadores tienen no sólo la obligación política, sino sobre todo moral de tomar en cuenta que el saqueo del que se le acusa afectó gravemente la estabilidad del estado, y por encima de todo el bienestar de los oaxaqueños que se quedaron esperando, porque Cué se quedó hasta con el cambio.