Alejandro Moguel
Samuel Gurrión Matías, presume que será el próximo senador de mayoría por Oaxaca. Por el PRI o sin el PRI. Otra vez la misma cantaleta que usó cuando quiso ser candidato a gobernador de Oaxaca.
Es de reconocerle que aquel joven sin un peso en la bolsa que conservaba su acento juchiteco, hoy se dice millonario y ha obtenido diversos cargos que lo mantienen vigente.
Pero ¿le alcanzará su fortuna mal habida para comprar la candidatura? Se presenta como el empresario honrado, con los cambios que puede hacer la cirugía plástica y con una voz que no le cambia su origen.
Samuel, David y Daniel, los tres hermanos, podrán vestirse de seda, pero monos se quedan. Sus trapacerías no tienen límites y su ambición, por igual.
Esta semana se conoció de nueva cuenta que está siendo investigado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por no sustentar el dinero que posee, dice que posee, porque ha sido prestanombres y le ha ido bien en el negocio.
Ojalá que ahora sí vaya en serio, porque tan seguro está de sus redes de complicidad, que hasta entrevistas a modo mandó a hacer para promocionar su honradez, como la que difundió una de sus empleadas, la comunicadora que confunde la ética con el estado etílico permanente.
El diputado de marras dijo a su comunicadora que posee inmuebles, aviones, yates y otros artículos de lujo producto del esfuerzo.
Por favor, no se ría, así lo dijo el señor y habría que creerle por la honradez de la comunicadora ¿o no?.
No le dijo que utiliza artículos de lujo que adquiere con base en el chantaje que usa para la trata de indocumentadas.
Samuel Gurrión, el jefe de la banda, ha hecho de las mujeres y de la religión dos de sus grandes negocios.
Sin escrúpulos, los explota y los utiliza.
Pero nada de eso se ha dicho del señor legislador que ahora está empoderado por haber obtenido quién sabe cómo la presidencia de la mesa directiva en el Congreso de Oaxaca.
Según lo difundido por NSS, el negocio que lo acercó al poder fueron las mujeres y los diarios.
A las primeras las ofrecía a los políticos, para cerrar cualquier negocio. Los medios también son de su interés, a la mala, por eso lo que hizo con Adiario, según NSS, es apenas una parte del punto.
Así como le arrebató el periódico Adiario a los periodistas Guadalupe Thomas y Abundio Núñez también lo hizo con la familia de Pedro Morales Sosa para quedarse con El Sol del Istmo, en el que hoy aparece como “dueño” David Gurrión y hasta a Tiempo le disputó la titularidad del medio, que tuvo que cambiar a El Sur para seguir con el negocio.
“El periódico es mío”, decía al presumir que el director de un periódico era su empleado, como si todo le perteneciera.
Con las mujeres y los periódicos ha extorsionado, lo mismo a políticos que a presidente presidentes municipales, pues el negocio cerraba con el ofrecimiento de obra pública, muchas de las cuales nunca se concluyeron y sólo se comprobaron en el papel.
Por eso fue que desechó al periodista Ismael García Morales, lo cambió cuando ya no estuvo de acuerdo con sus trapacerías. Lo cambió por alguien especializado en cabildeo para conseguirle a Samy, como le gusta que le llamen, lo que se le ofrezca.
La pregunta es ¿por qué tanta impunidad en contra de esta familia que se ha dedicado a saquear abiertamente y sin ningún freno?.
Sin duda que en el Congreso de Oaxaca hay gente más capaz y preparada que el legislador que presume de tener sólo dinero.
Ojalá que ahora sí la investigación vaya en serio. Bueno sería que recuperaran un poco la tan perdida dignidad del Congreso con un relevo inmediato en la presidencia de la mesa directiva y que fuera llamado a cuentas, como uno de los socios de Jorge “El Coco” Castillo, quien le financió parte de su precampaña, cuando tuvo el sueño guajiro de querer gobernar Oaxaca.
Dicen que cada pueblo tiene el gobierno que merece, pero con los Gurrión se incurrió en un exceso.
Ni todo el dinero que dice tener le debe alcanzar para comprar la impunidad, y si le alcanza, ya lo verá usted en la boleta en el 2018.
