La Tía Justa: La gallina no se murió, la mataron


Desaciertos de Omar Fayad, gobernador de Hidalgo.

Adrián Trejo

 Sobrinos, ¿no sienten como que empezando el año ya les está entrando la depresión?

Pues así andamos todos.

Desde el error de diciembre de 1994, el país no había tenido un inicio de año tan pero tan complicado.

En ese año, durante el primer trimestre del año fueron despedidos un millón de trabajadores; las tasas de interés se triplicaron o cuadriplicaron y aparecieron las famosas UDI´s (Unidades de Inversión) que fue el invento diabólico creado por un cerebro maligno para sustituir los pesos de las deudas.

Les explico: si usted debía un crédito de 100 mil pesos y pagaba tres mil pesos mensuales, con la crisis usted debió pagar, de un día para otro, tres mil UDI´s, que fueron cotizadas en más de dos pesos.

Para que me entiendan, gracias a las UDI´s se triplicó la deuda de los créditos contratados en pesos.

Era 1994.

En ese año se había iniciado el alzamiento zapatista en Chiapas, habían asesinado a Luis Donaldo Colosio y a José Francisco Ruiz Massieu; la fuga de capitales fue inmisericorde y el país se quedó sin recursos para hacer frente a sus obligaciones contratadas en dólares.

Si no fue porque Bill Clinton, The Hot, nos prestó 40,000 millones de dólares, el mundo se hubiera acabado.

Ahora tenemos una crisis económica derivada si, del entorno internacional, pero también de decisiones tomadas o pospuestas por quienes han gobernado este país los últimos 18 años.

Percibo una especie de depresión colectiva; la gente ya no está entusiasmada.

El sindicato patronal, la Coparmex, el club en donde se encuentran los dueños del dinero –además de los partidos políticos-, no firmó el acuerdo por incompleto, improvisado e impuesto; se los entregaron dos horas antes de su firma.

Así que de entrada, el pactito feo valió queso y no de Oaxaca.

Yo percibo, sobrinos y sobrinas herederos y herederas de las glorias de Juárez y Porfirio Díaz –haber, niéguenlo-, un absoluto desencanto.

La gente dejó de creer en los políticos que nomás no atinan a dar pie con bola; y aunque en las marchas convocadas para protestar por el alza de las gasolinas no ha habido la cantidad de gente esperada –convocó más la pachanga de Rubí, 40,000 baquetones, según la cifra oficial-, el encabronamiento y depresión están a flor de piel.

tia justa omar

NO SE MURIÓ, LA MATARON

Y así con este escenario el propio presidente Peña Nieto nos confirmó la mala noticia: Pemex, la gallina de los huevos de oro, colgó el pico.

Pasamos de aquel “preparémonos para administrar a abundancia’’ de López Portillo al “se vende fierro por kilo’’.

Cuando se descubrió Cantarel, todo fue felicidad; López Portillo enloqueció como la primer vez que vio a Sasha Montenegro y nos prometió que pasaríamos al primer mundo en fast track.

Cantarel llegó a producir hasta 2.5 millones de barriles diarios y ahora produce sólo 200,000; ni para un traguito.

El hecho irrefutable es que ya no somos la potencia petrolera que fuimos; Pemex, la gallina de los huevos de oro, no se murió solita, la mataron de a poco quienes administraron esa riqueza y convirtieron a la empresa en un ícono de la corrupción sin fin.

La mataron nuestros gobernantes cortos de miras que nunca entendieron que el destino los alcanzaría y se negaron sistemáticamente a cambiar el régimen fiscal de Pemex que es el responsable de su quiebra.

La mataron los políticos sin escrúpulos, los dirigentes sindicales voraces como pirañas, los contratistas que inflaron los precios para poder pagar las comisiones que se les cobraban por cada contrato.

No se murió, la mataron.

Y ahora todos debemos cargar con el muerto.

TIA JUSTA COMPLEJO CANTARELL

GOBERNADOR DE NOVELA

Y ya que andamos en el chisme, déjenme les cuento que por los rumbos de Hidalgo, es decir,  la entidad, no el año, la gente ya comenzó a ponerle jeta a su flamante gobernador Omar Fallar, perdón, Fayad.

Resulta que el esposo de la actriz –eso dice ella, conste ¿eh?- nomás no le haya la cuadratura al círculo y han sido más públicos sus desatinos que sus aciertos.

Fayad, fue un excelente candidato, conecta bien con la gente, pero ha sido un muy mal gobernador.

Ninguna de sus promesas de campaña han comenzado siquiera  cumplirse; los trabajadores estatales acusan una persecución –dicen que ha despedido a dos mil  y para acabarla le declaró pleito cachetón a su antecesor, José Francisco Olvera, por la deuda que tiene el estado, que es de 13 mil  millones de pesos…

El gobernador Fayad o Fallar tuvo que desdecirse y aclarar que “la deuda es manejable’’.

Como sea, a Fayad se le recuerda por haber sugerido a las mujeres indígenas “dormir vestidas’’ para no tener tantos hijos y por rifar, literalmente, a su secretaria de Educación.

Candidato carismático, mal gobernante.

¿Les suena?