La tala pone en riesgo a jaguares de Campeche


El mayor uso de tierras para uso agropecuario y la deforestación, que cada año consume 22 mil 805 hectáreas de la selva maya, representan el mayor peligro para la población de 700 ejemplares del felino, por lo que autoridades y grupos civiles impulsan un programa para conservar el hábitat de esta ancestral especie emblemática del estado. Foto cortesía de la reserva de la biosfera de Calakmul El mayor uso de tierras para uso agropecuario y la deforestación representan el mayor peligro para la población de 700 ejemplares del felino.

Lorenzo Chim, corresponsal / La Jornada

Campeche, Camp. El incremento de la frontera agropecuaria (área que divide la zona selvática de la de cultivos) y la deforestación representan los mayores peligros para la población de jaguares en Campeche, estimada en alrededor de 700 ejemplares, por lo que instituciones académicas, dependencias de gobierno y organismos no gubernamentales impulsan el proyecto Balam Beh, que tiene como objetivo conservar la selva maya, la cual es el hábitat de esta ancestral especie, emblemática del estado.

De acuerdo con datos oficiales, anualmente se pierden alrededor de 22 mil 805 hectá-reas de cobertura forestal en la entidad, debido al aumento de las actividades productivas intensivas, tala ilegal e incendios.

Jocelyn Durán Murrieta, directora de Conservación y Aprovechamiento a la Biodiversidad de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce) del estado, expuso que con este plan se pretende que Campeche sea la primera entidad con un decreto sobre la conservación y protección de corredores biológicos para la presencia del jaguar.

Detalló que “se pretende que este decreto, el cual está en revisión, tenga funcionalidad, ya que aunque hubo un esfuerzo previo en este sentido pero no se concretó, se busca incluirlo en la Ley de Cambio Climático”, la cual será aprobada por el gobierno del estado.

Explicó que un jaguar requiere alrededor de 20 kilómetros cuadrados de hábitat normalmente; en Jalisco, específicamente, son unos 30 kilómetros cuadrados, y en Calakmul, Campeche, un promedio de 24 o 25.

Esencial, la conectividad en áreas protegidas

Añadió que hay muchos organismos internacionales con la preocupación de proteger esta especie, porque no quedan muchos ejemplares en el mundo, y una manera de hacerlo es conectar las áreas naturales protegidas, pues por los requerimiento de espacios, en Calakmul se ha calculado que máximo podría haber unos 500.

Durán Murrieta precisó que en Laguna de Términos, en Pantanos de Centla, se estima que hay unos 150 jaguares y se está conectando con Calakmul, que es donde se encuentra la población más importante en México.

“Si esa comunicación se rompe, es probable que la población de Laguna de Términos quede susceptible ante cualquier enfermedad, por eso es importante que se tenga esta conectividad entre estas dos áreas, porque hace que haya mucha variabilidad genética y eso genera más salud.”

Desde 2016, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco detectó que la manera en que se estaban ligados estos grupos es por medio de corredores: Calakmul, con la Unidad de Conservación de Jaguar, el de Pantanos de Centla; otro en Candelaria, además del que atraviesa Calakmul, Balam Ku, Escárcega y Champotón.

Corredor Balam Beh tiene zonas bien preservadas

El año pasado se hicieron reuniones con 28 ejidos ubicados en el corredor Balam Beh que todavía tienen áreas bastante conservadas y con tierras de uso común, con la extensión suficiente para ser útiles como “parches de vegetación” que permitan a los jaguares seguir conectándose y tener zonas de refugio por las que vayan atravesando el paisaje.

“Se hicieron reuniones con los miembros del ejido para hablarles de la importancia del corredor, pero también para que se registren áreas destinadas voluntariamente a la conservación. Nos ayudó la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), hicimos talleres y hay cuatro ejidos que están en trámites como Miguel Colorado”, señaló la funcionaria.

Actualmente se está elaborando el reglamento a la Ley de Cambio Climático que se necesita para tener la figura jurídica de corredores biológicos y hacer un decreto del corredor Balam Beh, donde se establezcan las acciones de protección ecológica y biológica, además de pedir ayuda a través de gestión a la Conanp para que registren de manera voluntaria áreas destinadas a la conservación.

Se trabaja también en la manera de limitar ciertas actividades que afectan el hábitat y promover otras, en compañía de las comunidades, para mantenerlo sano.

“Hay lugares donde se tiene conflicto con ganaderos porque (los felinos) atacan a las reses, pero esto tiene que ver con que no le dejamos espacios adecuados para desenvolverse; si acabas con sus presas y no le dejas nada qué comer, evidentemente tienen que buscar y arriesgarse a entrar a zonas ganaderas”, ejemplificó la bióloga.

También, dijo, se trabaja con World Wildlife Fund (WWF) y con Plan For the Planet para reforestar sitios que son esenciales para que el jaguar viva y se comunique con otros de su especie.

Sólo queda 30% de vegetación original

Semabicce precisó que 70 por ciento del estado aún tiene bosques; sin embargo, de vegetación original de hábitat sólo queda 30 por ciento, por lo cual es importante conservar las áreas naturales protegidas.

En el caso del Tren Maya, destacó que hay un paso de fauna planteado y funcionará si se pone en los sitios adecuados y siempre que a partir de esto no se extiendan las ciudades o se establezcan pueblos de desarrollo, por ejemplo en Felipe Carrillo Puerto.

“Si llega mucha gente y no se respetan los organismos ecológicos del territorio, entonces sí podría afectar, pero de acuerdo a como está planteado el proyecto con pasos de fauna no habría problema”, señaló Jocelyn Durán

Resaltó que se busca proteger zonas prioritarias y las reservas estatales que son Balam Ku y Balam Kin, que es lo que corresponde a la Semabicce.

La Conanp protege las zonas federales y apoya cuando hay un reporte de caza; las comunidades inmediatamente avisan a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, ya que ellos supervisan ese tipo de situaciones.

“En realidad no hay datos precisos sobre caza furtiva para hacer un comparativo, pero existe, se puede decir que hay uno o dos reportes al año y es alto, debido al número de individuos por la debilidad de las poblaciones de jaguares.

Muchas veces son reportados anónimamente por habitantes, pero a veces es difícil porque les da miedo señalar a la persona y cuando se va al lugar no hay evidencias”, puntualizó.

Uno de los ejes principales del corredor, reiteró, es promover nuevas áreas de conservación y asegurar la preservación de las pocas zonas no impactadas, por medio del trabajo en equipo con ejidatarios y productores.

“La idea es que destinen parte de sus terrenos a la conservación, y se les apoye a conseguir beneficios económicos que incentiven el mantenimiento de sus bosques, por medio de pago por servicios ambientales.”

Según datos de la Conanp, Campeche ocupa el segundo lugar en el país en este tipo de acuerdos, con 27 áreas destinadas a la conservación con registros, que tienen extensión de 122 mil 151 hectáreas.

Entre los beneficios que otorgan está el aprovechamiento responsable y sustentable, blindaje frente al desarrollo de proyectos y obras públicas, mitigación y adaptación ante los efectos del cambio climático y contribuyen a la captación de agua y a la seguridad alimentaria.

Censo nacional

Según el segundo Censo Nacional del Jaguar, realizado en 2018, hay 4 mil 800 ejemplares en vida silvestre en México. En este conteo participaron 25 grupos académicos representados por 16 instituciones, quienes colocaron 396 cámaras trampa en 11 sitios a lo largo del país, las cuales funcionaron por 60 días; con ellas se obtuvieron más de 4 mil 500 fotografías de estos animales.

México cuenta con una de las poblaciones de jaguares más amenazadas, por lo que su protección es prioritaria para la conservación de nuestros ecosistemas, advirtió la funcionaria.