“La primavera Oaxaqueña” se tiñe de rojo


  • Los periodistas María de Los Ángeles Nivón e Ismael García, son perseguidos por el gobierno del estado
  • Quiénes más conforman la lista negra de reporteros que no fungen como aplaudidores de la actual administración
  • Reveladoras cifras sobre Oaxaca en informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública

Tomás Ezequiel Toledo

Feminicidios

Salomon Jara Cruz, no es una buena copia del Presidente López Obrador, porque el líder de la 4T ha cumplido: han bajado la incidencia de inseguridad en el país, vemos el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, próximamente se pondrá en marcha El Tren Maya, al igual que la refinería «Dos Bocas», el proyecto Transístmico sigue en proceso, recién se anunció el regreso de la aerolínea Mexicana de Aviación y los periodistas no son amenazados ni perseguidos, la libertad de prensa a nivel nacional no tiene precedentes, el peso está fuerte y la inflación sigue a la baja.

Pero en Oaxaca padecemos la parte negra de la 4T.

Nos prometieron una primavera, pero resultó un infierno y ahí están los datos oficiales de cómo la violencia ha ensangrentado a Oaxaca en los primeros meses del gobierno de Salomón Jara Cruz. En todo este problema de violencia e inseguridad, se tienen que agregar las advertencias que el propio gobernador Salomón Jara, ha emitido en contra de los periodistas, María de Los Ángeles Nivón e Ismael García.

Nos preguntamos ¿Quién de los reporteros, que no son aplaudidores, es el siguiente amenazado?

No son solo las cifras, sino también vivimos con la sensación de ser víctima de algún delito en pleno centro de la capital del estado.

A Jara y su equipazo rápidamente la entidad se les salió de control: Asesinatos, lesiones, asaltos, secuestros, lesiones, feminicidios, infanticidios, robos de todo tipo -incluido el abigeato-, fraude, extorsión, despojo, violencia familiar, bueno hasta evasión de reos, pintan el panorama de los albores de la actual administración.

Pero todavía faltan más de cinco años de la actual administración.

Proyecto Transístmico

Según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública son reveladores, porque nos prometieron una “primavera”, pero resultó ser un infierno. Las cifras, las estadísticas oficiales no mienten:

Los delitos del fuero común cometidos en Oaxaca entre enero y junio, describen la violencia que se ha desatado en la entidad.

La información es la siguiente. En el primer semestre de este año, en Oaxaca se han cometido 3 mil 827 asesinatos, de los cuales mil 73 se clasificaron como homicidio, y de esta cifra 430 como homicidio doloso.

De estos 430, un total de 349 fueron cometidos con arma de fuego y 47 con arma blanca.

Como homicidio culposo fueron calificados 643 casos, de los cuales la mayoría de estos 321 ocurrieron en hechos de tránsito, lo que nos habla, eso sí, de la falta de cultura vial que existe en Oaxaca.

La violencia no para ahí:

En el periodo que revela el SESNSP, se cometieron 2 mil 486 delitos por lesiones, y de éstas mil 906 se calificaron como dolosas.

¿Cómo se cometieron? Cien con arma de fuego, 177 con arma blanca y mil 618 con otro elemento.

Otras 584 lesiones se clasificaron como culposas, y casi en su totalidad, 509 durante hechos de tránsito.

El feminicidio sigue siendo un delito altamente cometido en la entidad y la mayoría con arma de fuego.

Enero fue el mes con más feminicidios. De los 30 registrados en estos seis meses, 10 se cometieron en el primer mes del año. Del total, 12 se perpetraron con disparos de arma de fuego, 7 con arma blanca y 11 con algún otro elemento.

En el caso de delitos contra la libertad personal, ocurrieron 127, y de éstos 18 se clasificaron como secuestro: uno de carácter exprés y otros 17 para extorsionar a las víctimas. En los registros aparece la denominación “Otros delitos que atentan contra la libertad personal”, de los cuales se cometieron 109, pero no está muy claro a qué se refiere tal clasificación.

La violencia contra las mujeres continúa en aumento.

Según las estadísticas oficiales, ocurrieron 934 ilícitos contra la libertad y la seguridad sexual. Prácticamente un tercio, 305, fueron casos de abuso sexual; 261 violaciones, 165 por violación equiparada, 149 casos de acoso sexual y 44 de hostigamiento.

Donde los casos son abundantes es en el rubro de delitos contra el patrimonio, esto es robo en sus distintas modalidades.

La cifra más alta es la de robo de vehículos, con mil 343. Y en 155 casos, cometidos con violencia Luego el robo de motocicletas: 752. Se las roban hasta en pleno centro de la ciudad de Oaxaca, incluso en plena Guelaguetza y como citan los clásicos, a plena luz del día. Ahí están los videos que se difunden en redes sociales.

En el robo de motos, en 154 el asalto se cometió con violencia.

Mientras, 541 casas habitación sufrieron un robo, 47 casos con violencia.

Los transportistas no se escapan: 129 fueron asaltados, y de éstos 102 con violencia.

Pero también hay robos a transeúntes, la mayoría de las veces con violencia, claro. De los 951 asaltos a personas en las calles de la primavera oaxaqueña, 700 se cometieron con violencia.

El robo a negocio sigue siendo una modalidad muy socorrida en estos días, con 659 asaltos, prácticamente la mitad con violencia.

Las agresiones en la familia tampoco paran y no ceden; al contrario, aumentan. De enero a junio se cometieron 4 mil 161 delitos contra la familia, y de esa cifra, 3 mil 951 corresponden a violencia familiar.

El informe también incluye 14 casos de corrupción de menores; 2 mil 209 amenazas; 115 hechos de allanamiento de morada; 141 de falsificación; 431 de despojo; mil 337 de daño a la propiedad; 103 padres desobligados que no pagan pensión a sus hijos y sus mujeres; 147 delitos cometidos por funcionarios públicos; 45 de carácter electoral y, como se decía, al inicio, una evasión de tres reos: dos en febrero y uno en abril.

La lista de delitos es amplia, ocupa dos páginas del reporte, que se puede consultar íntegro en el sitio del SESNS, www.gob.mx/sesnsp.

Esas son las cifras frías y las víctimas siguen esperando la primavera oaxaqueña prometida.