La política de oposición, pasó a convertirse en acción golpista


Alejandro Moreno Cárdenas
Marko Cortés

Dina Boluarte, presidenta golpista peruana, se ha convertido en la guía moral de los poderes facciosos de México

Acostumbrados a hacer política de café y de restaurantes Cordon Blue, quien se dicen líderes de los tres partidos (PAN, PRI y PRD, así en orden descendente), carecen del mínimo sentido común como actores “políticos”, por ello fueron engañados por el sector patronal más retrógrado que hay en México y así pasaron de las filas de la oposición a integrar grupos facciosos que apuestan al golpe de estado en México.

Marko Cortés, Alejandro Moreno Cárdenas y Jesús Zambrano (éste último sí tiene conocimiento de lo que es la represión), ahora están ciertos que la apuesta es el golpismo, de ahí que lo que hoy ocurre en Perú con Dina Boluarte como presidenta golpista, se haya convertido en la aspiración que se les haya despertado para acceder al poder perdido.

Jesús Zambrano

Cortés, Moreno y Zambrano, con la intolerancia que exudan a través de sus “discursos” de odio buscan a toda costa al regreso de la gran corrupción, el gigantesco tráfico de influencias y al abuso del poder, ese es la ambición que los golpistas desde la clandestinidad les han despertado… Baste recordar en la década de los 70 del siglo XX a los encapuchados de Chipinque, un sector empresarial del Grupo Monterrey que buscó el golpe de estado contra Luis Echeverría.

Esta vez, los mecanismos son diferentes, entre los cuales destacan la participación de los grupos fácticos que persisten, dentro y fuera del país, dañar al Presidente López Obrador, al Estado Mexicano y a cerca de 70 millones de personas que serían los más afectados con el regreso al poder que quienes ven en las políticas públicos la mejor veta para el enriquecimiento explicable, inexplicable o como se le quiera llamar a esta parte de la corrupción que pudrió los cimientos del territorio nacional.

Roberto Madrazo

A esos integrantes del sector privado que no se dejan ver, que son los que mueven los hilos de sus marionetas políticas, se deben agregar los nombres de Roberto Madrazo Pintado, Vicente Fox Quesada, Diego Fernández de Cevallos, Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones, Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa, Carlos Salinas y muchos otros más que resultaron afectados en los grandes negocios que amasaron durante el periodo neoliberal, cuando la premisa era: “el que no tranza no avanza”.

A dos años de que concluya el sexenio de AMLO, las acciones golpistas de la “oposición” política (PAN, PRI y PRD), aumenta y al mismo tiempo la frustración de todos ellos hace lo propio… Derrota tras derrota, tropiezo tras tropiezo y, además, se argumentan mentiras, muchas mentiras, que solamente  estos aprendices de política se las creen.

Lo que sí es una realidad es el hecho de que Marko Cortés y Alejandro Moreno Cárdenas, no tienen ni ven el menor indicio de lo que significa la ingobernabilidad en un país como México y, menos aún, saben las consecuencias de lo que hasta ahora han intentado.

Vicente Fox

Cortés y Moreno, tienen mucho en común: pertenecen a partidos políticos (PAN y PRI) que han detentado el poder del Estado y del gobierno, pero también son integrantes de dos organizaciones políticas que tienen una historia en su ADN de la corrupción moral, nada más, nada menos. Se encuentran molestos porque no saben vivir fuera del presupuesto que lo convirtieron en botín, se encuentran enojados porque se acabaron los privilegios, están frustrados porque han perdido la mayoría de los gobiernos estatales que les significaban poder y dinero.

Pero la gran desgracia de los ex vividores del poder público es lo que se vislumbra dentro de pocos meses: la pérdida del Estado de México (que simboliza la corrupción del Revolucionario Institucional) y  Coahuila, entidad que será el último bastión del priismo.

Quizá nos estemos adelantando, pero así como van y se ven las cosas al interior de la “Coalición Vamos por México”, podría no acabar bien el amasijo de “ideas”, “ideologías”, de odios en contra de quien los derrotó, así como el rencor que le tienen a las clases populares.

Dina Boluarte

Porque los camisas pardas de Hitler, no se identificaban con la pobreza… Los camisas negras de Mussolini, no apoyaban acciones que fueran a favor de la libertad… Y los camisas rojas, grupo de choque de Tomás Garrido Canabal, que en la ciudad de México eran manejados por Carlos A. Madrazo y Agapito Domínguez Canabal, se diseminaron por Guadalajara, Sonora, Sinaloa, Puebla, Tamaulipas y Michoacán…  En Coyoacán se inició su debacle debido a un asesinato.

Diego Fernández de Cevallos

Dicen que los patrocinadores privados clandestinos que tienen estos tres políticos, bien saben que le están echando dinero “bueno” al malo, que la inversión o mejor dicho gasto que hacen, es para llenarle de dinero a las cuentas privadas de Moreno Cárdenas, de Marko Cortés y del “Chucho” Zambrano.

Claudio X. González, salinista hasta la ignominia, al igual que los tres buenos socios, amigos o “dirigentes” políticos, no entiende que no entiende de esta praxis, pero lo que sí tiene presente y por consejo de Claudio X. González, papá, es el encargado de aventar el resto en los próximos meses para buscar acabar con la imagen de AMLO, proyecto bastante aventurado debido al respaldo popular con el que cuenta el Presidente de México.

El problema de esta oposición sin ideología, pero con odios y rencores profundos, es que están divorciados de los desposeídos que, por cierto, son millones en el país.

El intento golpista y el ejemplo de Dina Boluarte en Perú, es su objetivo… ¿Habrán tomado en cuenta que el apoyo popular para Pedro Castillo, el maestro rural, es absoluto e incondicional?