Fallas en la terminal 2 del AICM afloraron a 6 años de su apertura


Aeronaves en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Foto Alfredo Domínguez / Archivo

Arturo Sánchez Jiménez / La Jornada

Ciudad de México. A sólo seis años de su inauguración, los hundimientos diferenciales en los edificios de la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ya habían sido estudiados e identificados como un problema por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), según informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En la fiscalización a la cuenta pública 2014, la ASF revisó la operación del AICM, en particular en lo referente al objetivo de atender la demanda creciente de servicios aeroportuarios.

En ese contexto, en la auditoría DE-088 refiere que el Instituto de Ingeniería de la UNAM realizó en 2014 un estudio para la construcción del fallido proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y entre sus resultados determinó que la terminal 2 del AICM –cuyas obras empezaron en 2005, en la presidencia de Vicente Fox, y se inauguró en 2008– presentó hundimientos diferenciales. Esto “es relevante porque los terrenos donde se ejecutarán las obras, cuyas características de los suelos son equivalentes, colindan con el actual aeropuerto, por lo que con el tiempo se podría registrar el mismo problema” en el nuevo, según consta en la auditoría.

De acuerdo con datos oficiales, dicha terminal tiene dos sistemas de cimentación: uno sobre pilotes, que se mueven con el suelo, y por tanto se hunden, y otro con pilas enterradas a 60 metros, que no se mueven, por lo que hay hundimientos diferenciales entre ambos.

El Instituto de Ingeniería está por presentar los resultados de un nuevo estudio sobre la terminal 2, según informó esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que los problemas estructurales del complejo –tuvo una inversión de 8 mil 586 millones de pesos, de acuerdo con datos del gobierno de Felipe Calderón– podrían ameritar su reconstrucción o apuntalamiento.

En revisiones hechas en 2006, la ASF también determinó que en la construcción de la terminal 2, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) –organismo responsable de la obra– no cumplió con la norma en materia de planeación, programación, contratación y ejecución. Detectó que no se vigiló que los trabajos se ajustaran estrictamente al proyecto estructural ni se verificó que se realizaran las nivelaciones de precisión durante la edificación para evaluar si los movimientos verticales tienden a estabilizarse entre los edificios de diferente tipo de cimentación profunda.

La ASF también halló que, entre otras irregularidades, ASA no cuidó que TGC Geotecnia, empresa contratada para realizar estudios de mecánica de suelos en los terrenos en que se construiría esa terminal, hiciera los 19 sondeos de exploración requeridos para el proyecto; sólo ejecutó cinco.