Doble o nada


Oportunismo de políticos que saltan de un partido a otro.

No les importa la ideología; buscan el poder por el poder.

Ari Salgueiro

El próximo domingo, 5 de junio, luego de meses, luego de una intensa guerra sucia, se llevaran a cabo las elecciones concurrentes…

Y si, la lucha es cruenta sobre todo, porque como dicen por ahí, para que la cuña apriete, debe ser del mismo árbol.

Resulta que de las doce elecciones para gobernador, sólo en Chihuahua, Aguascalientes, Puebla y Tamaulipas, los contrincantes de los candidatos priistas no son ex priistas.

Así es, en los restantes ocho estados, los abanderados del PRD, del PAN y hasta algunos independientes, tienen un conocido pasado priista.

Para no ir más lejos, en Veracruz, el ahora abanderado de la coalición PRD-PAN, Miguel Ángel Yunes, no sólo fue dirigente estatal del PRI, además fue secretario de Gobierno de Patricio Chirinos.

Y que decir de Quintana Roo, en donde Carlos Joaquín, el acérrimo enemigo del aspirante priista, Mauricio Góngora, era hasta hace menos de seis meses un priista a ultranza.

En el caso de Tlaxcala, tampoco se libran, pues tanto, Lorena Cuellar, como Martha Palafox, candidatas del PRD y de Morena no solo tienen pasado priista, de hecho iniciaron sus carreras en ese partido.

Lorena Cuellar fue presidenta municipal y diputada federal de Tlaxcala por el PRI, hasta que renuncio luego de que no logro los consensos para ser candidata a gobernadora.

Martha Palafox, fue diputada federal en dos ocasiones por el PRI y estuvo a punto de cumplir sus bodas de oro con ese partido, pues renuncio cuando ya contaba con 47 años de militancia.

En Sinaloa, el aspirante independiente Francisco Frías apoyó el triunfo de Mario López Valdez y se convirtió en secretario de Educación Pública y Cultura y debido a que no logro el apoyo para la candidatura a gobernador renuncio a su partido.

En Hidalgo, el ex priista José Guadarrama buscará la gubernatura del estado por segunda ocasión, postulado por la coalición Llegó la hora, del PRD y del PT.

En Oaxaca, el ahora aspirante de la coalición PRD-PAN, José Antonio Estefan Garfias fue militante del PRI 36 años, antes de pasar a la oposición.

En Durango, José Rosas Aispuro fue diputado priista de 1994 a 1997, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, de 1995 a 1998. Fungió como alcalde de Durango, senador y diputado plurinominal hasta que en 2010 abandona el PRI al no lograr la candidatura a la gubernatura.

En Zacatecas, el candidato perredista Rafael Flores fue militante del PRI; fue analista de la secretaría adjunta a la presidencia del CEN del PRI y jefe del programa de subcoordinación de planeación y organización en la campaña presidencial del PRI en 1994.

Este chapulinismo político demuestra una cosa con absoluta claridad, el electorado, sus necesidades, sus propuestas y sobre todo sus esperanzas, no valen nada.

salgueiro    José Rosas Aispuro

LOS IDEALES NO IMPORTAN, LLEGAR AL PODER LA META

Si, no valen nada pues esta falta de respeto a las ideologías, a las causas y a las banderas políticas sólo demuestran que el interés real de muchos políticos vivales es llegar, como sea, al poder.

Esos aspirantes, hablan pestes de su ex partido, se esmeran en evidenciar sus vicios y sus carencias, pero se callan cuando llega el momento de explicar porque o como vivieron tantos años a la sombra de un priismo, el que ahora dicen, es aborrecible históricamente.

Estos sujetos, desde Veracruz, hasta Oaxaca y desde Durango hasta Hidalgo, aseguran que ellos representan el cambio para sus estados y que siempre velarán por los intereses de sus ciudadanos.

Sin embargo, nos preguntamos cómo pueden creer estos sujetos que la gente, que es la que va a tomar decisiones en las urnas, les va a creer sus discursos insustanciales y sus lágrimas de cocodrilo?

Seguramente los votantes que el próximo domingo irán a las urnas saben quién es quién y no se dejaran engañar y mucho menos por los lobos que se ocultan bajo pieles de oveja.

salgueiro  martha palafox