Fernando Camacho Servín / La Jornada
Ciudad de México. A 50 años de la masacre del Jueves de Corpus, miles de personas tomaron las calles del centro de la Ciudad de México para conmemorar dicho crimen y exigir que los responsables de los hechos sean castigados, empezando por el ex presidente Luis Echeverría Álvarez, y sin olvidar a todos los servidores públicos que estuvieron involucrados.
En punto de las 16 horas, los diversos contingentes que participan en la movilización del hoy salieron del Metro Normal y comenzaron la marcha sobre la Avenida Rivera de San Cosme con rumbo al Zócalo de la Ciudad de México en medio de las tradicionales consignas de la fecha, como “Diez de junio no se olvida, es de lucha combativa” y “Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”.
La caminata está encabezada por varios integrantes del Comité 68, los cuales portan playeras blancas alusivas a la fecha y una manta en la cual se puede leer la frase “El pueblo en pie de lucha. ¡Justicia ya!”.
Uno de los asistentes a la marcha es Moisés Ramírez, quién ese diez de junio de 1971 tenía apenas 23 años de edad y este jueves hace el mismo recorrido que marcó su memoria hace ya medio siglo.
Con una bandera del Comité 68 por todo lo alto, don Moisés recuerda que ese día salvó la vida luego de refugiarse en un cine donde se escondió por varias horas para evitar el ataque de Los Halcones. Para él, estar presente hoy en esta marcha tiene un sabor agridulce, pues aunque su presencia y la de otros de sus compañeros demuestra que su lucha sigue vigente, también es consecuencia de que los reclamos de justicia y castigo a los responsables de la matanza todavía no han sido escuchados, afirma mientras camina por la avenida.
La caminata está integrada también por diversos contingentes de organizaciones estudiantiles, sociales y populares que se sumaron a la exigencia de justicia enarbolada por los sobrevivientes de la matanza.
Se espera que la marcha llegue al zócalo capitalino, donde se realizará un mitin. Mayor información en breve.
Poco antes de las 17 horas, un grupo de personas bajó de una camioneta de carga un monumento hecho de metal que empezó a colocar en una jardinera ubicada en la ezquina de Avenida Juárez y la calle Humboldt. En medio de una nube de fotógrafos, camarógrafos y asistente a la marcha, los participantes en la acción retiraron un señalamiento vial que se encontraba en dicho fragmento de tierra, prepararon mezcla a un lado del lugar elegido y colocaron el “antimonumento” alusivo a la masacre del Jueves Corpus.
La pieza artística consiste en una “V” de la victoria pintada en color rojo, sobre una base en la cual se lee la frase “Diez de junio. 1971-2021. Crimen de Estado ¡Ni perdón ni olvido!”
Pasadas las 6 y media de la tarde , los diverso contingentes de la marcha arribaron al Zócalo capitalino, dónde integrantes de diversos colectivos sociales realizaron un mitin desde un templete que ya se encontraba instalado en el lugar:
Félix Hernández Gamundi, integrante del Comité 68 señaló que desde las masacres de 1968 y 1971 “hemos sido testigos de un acto repetido de impunidad” gracias al cual nunca ha sido juzgado el ex presidente Luis Echeverría Alvarez y otros altos funcionarios de la época.
“Este estado de impunidad significa que los gobernantes (que ha habido desde esa época hasta le fecha)” se han hecho cómplices y corresponsables de los mismos delitos en la medida en que no cumplieron con la Constitución Mexicana” que los obligaba a investigar y sancionar estos delitos, denunció.
Luego de recordar que el Comité 68 interpuso hace 14 años una denuncia contra el Estado mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sin que hasta la fecha esa instancia haya avanzado en el caso, Hernández Gamundi reiteró que la demanda de juicio y castigo contra Echeverría “y sus cómplices” sigue firme, pues existen los elementos necesarios para juzgarlos por el delito de genocidio.