Violencia juvenil


Ari Salgueiro

 El reciente caso de un joven de 16 años en Sonora, que fue atacado por dos de sus compañeros de escuela, con los que había tenido rencillas nos debe llevar a profundas reflexiones.

Cesar Torres había acudido a una fiesta y al salir del lugar fue secuestrado por estos dos jovencitos, quienes, después de ponerle una bolsa en la cabeza lo golpearon salvajemente y lo apuñalaron para después enterrarlo en el desierto dándolo por muerto.

Lo que estos dos adolescentes no sabían es que su víctima tenía un teléfono celular y que no solo no murió con su violento ataque, sino que además tuvo fuerza para hablar por su teléfono móvil a su familia que, apoyada por la policía, no tardó en encontrarlo.

Sobra decir que los atacantes están ya detenidos, pero queda en el aire la pregunta de que desata una virulencia tal?

Hablar de violencia y adolescencia nos lleva inevitablemente a plantearnos, el

porqué de un fenómeno que parece estar convirtiéndose en una pandemia.

En los últimos estudios, las cifras son alarmantes, acerca de violencia en la calle.

Los delitos cometidos por menores siguen una escalada vertiginosa. En la década de los 90 se incrementaron en un 34 por ciento, lo cual supone una subida exponencial que debería alarmarnos. Pero la escalada de delitos es vertiginosa en los últimos años, llegando a aumentar en un 366%.

Las cifras reales nos hablan que de 4 mil 500 delitos contabilizados a principio de los 90, en el Distrito Federal protagonizados por adolescentes, se pasó a 6 mil 20 en el inicio del nuevo siglo y la cifra recogida en la actualidad es de 22 mil 39, según datos del ministerio del interior.

El 20 por ciento de los abusos sexuales, son cometidos por menores de 18 años, según datos de los principales institutos psicológicos del país. En cinco años los homicidios cometidos por menores subieron de 8 a 38, y cerca de cinco mil menores acabaron el año pasado en un centro tutelado. Las sentencias condenatorias subieron a un 46%.

MOJADOS

En violencia intrafamiliar los datos arrojan también cifras verdaderamente

alarmantes. En los últimos años, las denuncias de los padres hacia sus hijos

agresores, llegaron a alcanzar casi diez mil y aumentan en un sólo año un 28 por ciento en promedio.

En las escuelas la violencia, está de moda. Desgraciadamente el tema de acoso

escolar, ha desatado la alarma social y las cifras tampoco son tranquilizadoras.

Casi un 40 por ciento de los alumnos mexicanos han vivido en carne propia el fenómeno conocido como “Bullying”: que convierte a algunos escolares en víctimas de sus propios compañeros.

Además hay otras cifras que dan cuenta de la gravedad del asunto.

-90 por ciento son testigos de una conducta de este tipo en su entorno.

-30 por ciento han participado en alguna ocasión ya sea como víctima o como agresor

-Entre 25 y 30 por ciento de los estudiantes de educación secundaria afirma haber sido víctima alguna vez de agresiones.

– 5,6 por ciento es actor o testigo de una intimidación sistemática, que es lo que define el fenómeno de acoso escolar o bullying.

Pero no sólo se da violencia entre iguales, entre pares. También existe una clara violencia contra el profesor, como lo indican las cifras que ofrecen diversos estudios. Los datos resaltan que la violencia escolar afecta tanto a centros de educación públicos como privados y que los casos principales corresponden, en un 75 por ciento, a la imposibilidad de dar clase.

Le sigue, como principal queja de los profesores, con un 24 por ciento, las amenazas verbales de los alumnos, pero lo más alarmante, es que esas amenazas no son sólo producto de la rebeldía propia de la edad, puesto que un cinco por ciento de esos profesores afirman sentirse amenazados por los propios padres de esos alumnos.

Asimismo, esos estudios destacan que un cuatro por ciento ha sufrido también

agresiones físicas y que más de un 80 por ciento se encuentra desamparado por la dirección del centro y por la administración educativa.

Estos datos dan una idea aproximada de la situación de muchas de nuestras escuelas.

Ante los datos solo queda plantearnos dos preguntas esenciales.

¿Cuál es la relación que existe entre violencia y adolescencia?

¿Podemos hablar de que los jóvenes son violentos como consecuencia de su crisis madurativa?

SALGUEIRO.... VIOLENCIA JUVENIL