Trump, un chivo en cristalería


  • Impredecible, el millonario puso al mundo a la expectativa por sus arranques.

Ari Salgueiro

 Lo que parecía impensable se ha convertido en una increíble, pero cada vez más cercana posibilidad.¿ Qué hará el mundo para enfrentar la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos?

Resulta que ahora, en julio de 2016, el candidato más impredecible, el chivo en cristalería,  está a un paso de convertirse en el comandante en jefe más chiflado de Estados Unidos.

Les ha dicho a los reporteros: «Ya no seremos títeres», «Seremos los inteligentes». Ese es el discurso del multimillonario promotor inmobiliario, quien también es una estrella de reality show y gran vendedor de best sellers, pero quien nunca ha ejercido un cargo de elección y mucho menos conoce algo de política exterior.

Se trata, dicen los expertos, de un sujeto con una gran cantidad de instintos y que además no tiene empacho en actuar bajo el influjo de estos.

salgueiro  donald  trump

HÁBIL MANEJO DE RECURSOS

El hombre ha demostrado que sabe mover a la gente y lo ha demostrado con creces en esta campaña. No en balde los temas que, de manera recurrente maneja para enardecer, sobre todo, a la población blanca y pobre de la llamada América profunda. Trump le está dando voz a las frustraciones y temores de sus votantes, lo que le ha dado fenomenales resultados.

El elemento central de la campaña del neoyorquino es acrecentar el odio histórico hacia los mexicanos y para conseguirlo tomo como base la construcción de un muro a lo largo de toda la frontera para impedir, dice, la entrada de inmigrantes ilegales y criminales.

Pero lo maravilloso de su discurso y lo que le ha ganado más adeptos, es que insiste en que México es quién pagará por ese muro y no sólo eso, también asegura que a pesar de la medida racista y abusiva que pretende implementar, ama al pueblo de México y sin duda tendrá una gran relación con el país. ¡El colmo de la esquizofrenia¡

Pero no solo México es víctima de las histerias del empresario venido a político. En el tema de refugiados, Trump propone una zona segura para los civiles dentro de Siria que Washington ayudaría a financiar, pero otras naciones podrían construir y defender.

Les dijo a sus simpatizantes que en la guerra contra el terrorismo reanudaría las prácticas de tortura, al señalar que esta funciona y se inclinó por mantener el control de  la prisión de Guantanamo y que además se añadirían muchas prisiones por el estilo.

Una de las partes más hilarantes de su discurso es la parte que se refiere a que Estados Unidos es víctima de sus socios comerciales, encabezados por China y México.

Es más, en una entrevista con The New York times, afirmó que le tiene preparado a la nación oriental un arancel de 45 por ciento a sus importaciones y aunque después se echó para atrás y negó la versión, debió tragarse sus palabras pues estaba grabado.

Además Trump se dice frustrado por el costo de la presencia militar de su nación en Europa y la presión de dirigir la OTAN y ha cuestionado duramente la inversión para brindar protección militar a Corea del Sur, de la cual, dice, Estados Unidos no obtiene nada.

Trump se ha comprometido tanto a ser «neutral» en un intento por lograr que los israelíes y los palestinos hagan las paces como también se comprometió a estar «con Israel al 100 por ciento».

Uno de los temas que surge constantemente es la queja: las fronteras de Estados Unidos están demasiado abiertas para los extranjeros, es demasiado fácil que exploten su economía y sus alianzas militares son demasiado unilaterales a su favor, de acuerdo con Trump.

El magnate inmobiliario de discurso rocoso es, sin duda, la figura más polarizante en Estados Unidos pues lo mismo tiene detractores que apoyos.

Como el economista Pedro Navarro de la Universidad de California, quien afirma que bajo una presidencia de Trump, la política exterior de Estados Unidos será firme y proactiva, similar a la de los años de Reagan… es decir, una clásica paz a través de una fortaleza económica y militar, en lugar de la vacilante y peligrosa debilidad de la actual Casa Blanca.

En cambio Jamie Metzl, ex funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos y alguna vez candidato demócrata para el Congreso, asegura que el nivel de vandalismo que Donald Trump ha demostrado en esta contienda sería extremadamente inquietante para el mundo.

Así que, una vez que ya fue ungido como candidato republicano nadie sabe que esperar, aunque se trate de un verdadero chivo en cristalería que lo mismo dice un día una cosa y al otro cambia completamente de parecer.