Julia Le Duc y Rubén Villalpando, corresponsales / La Jornada “Nos estamos muriendo de frío, ya no aguanto por los niños”, expresó Omeira, originaria de Venezuela, al tiempo que levantaba su casa de campaña del campamento migrante instalado a orillas del río Bravo, en la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas, limítrofe con Brownswille, Texas. Mientras, …