Somos mexicanos, somos latinoamericanos


El nacionalismo, persistirá como una fuerza para conservar la unidad y defender lo que quede de la soberanía”. Fernando Vizcaíno Guerra

Alejandro Moguel

Las amenazas del magnate Donald Trump sobre México despertó un sentimiento de nacionalismo en todos los estratos sociales. Es inminente que por la cercanía geográfica, México será el país que padezca el mayor embate de su hasta ahora socio comercial más importante.

Hablar de deportaciones masivas sitúa al Estado en una problemática compleja, pues aquí no han procurado los menores índices de bienestar para las masas, de ahí que muchos eligieran el camino de renunciar a la patria y buscar otro destino en Estados Unidos.

No sólo eso. La moneda se tambalea, con lo cual también los mexicanos padecen y muchos que en otro momento sacaron el capital para convertirse en nuevos ricos, están hoy en circunstancias difíciles.

La relación con Estados Unidos preocupa y no ocupa a los gobernantes. Hasta ahora se aplaude la postura del presidente Enrique Peña Nieto de no asistir a una reunión en la que se había recibido previamente un desaire.

Sin embargo, de manera interna no hay una sola medida que convoque a resistir lo que comienza. Algunas cámaras empresariales han pedido voltear al consumo interno, pero la pregunta es ¿quién producirá lo que se consume si dependemos de las exportaciones?

No es la primera desavenencia con Estados Unidos en materia de política exterior, pero sí la que implica una postura firme, más allá del nacionalismo ramplón. Unificar una postura, como parece darse, pero sin una guía precisa.

moguel fidel castro

LO QUE DIJO FIDEL CASTRO

En algún discurso de Fidel Castro, cuestionaba cómo la política internacional de México se convirtió en cenizas, subyugado por Estados Unidos.

Duele profundamente, dijo en aquella ocasión refiriéndose al voto de México, que tanto prestigio e influencia ganados en América Latina y en el mundo por su intachable política internacional, emanada de una revolución verdadera y profunda, hayan sido convertidos en cenizas.

Y algo que puede ser vigente en nuestros días:

“La solidaridad y el apoyo de América Latina para México, y de México para América Latina, son vitales. Más de la mitad del territorio de México le fue arrebatada por su vecino del Norte y enormes riesgos amenazan al que le resta. Prácticamente la frontera de Estados Unidos con México no está ya en el río Bravo del que hablaba Martí. Estados Unidos está mucho más dentro de México.

Aquella frontera es hoy la línea de la muerte, donde alrededor de 500 mexicanos pierden la vida cada año. Todo en virtud de un brutal y despiadado principio: libre tránsito para los capitales y las mercancías; persecución, exclusión y muerte para los seres humanos.

Pese a ello, millones de mexicanos corrieron ese riesgo. Hoy el país recibe más ingresos por sus remesas que por las exportaciones de petróleo, a pesar del elevado precio actual de este. ¿Acaso una situación tan desigual e injusta se resolverá votando resoluciones contra Cuba en Ginebra y acusándola de violar los derechos humanos?

Lo peor y más humillante para México fue que las noticias relativas a su votación en Ginebra, tanto el día 15 como el 22, eran anunciadas desde Washington”.

Es cierto que Estados Unidos tiene una gran deuda con México, no sólo por su territorio, sino porque las manos de muchos mexicanos han contribuido al progreso de ese país que hoy busca hacer pagar un muro.

Estos sentimientos patrióticos deben ir acompañados de acciones específicas, para que podamos recuperar la patria.

Estamos tan ligados a Estados Unidos que nos estamos preparados para una ruptura con ese país, a donde muchos mexicanos van a formarse, donde tienen a sus familias e incluso, sus capitales como decía líneas arriba.

Unificarse internamente, con un gobierno que pase del discurso a la acción, incentivando a las empresas locales, procurando abrir mercados con otros países, volteando a ver a los países en Latinoamérica y retomar ese sueño, que no es guajiro, de la hermandad en los pueblos de América central y sur.

Así como dijo Castro: Nosotros podemos decirle al pueblo norteamericano que allá hay otro gran pueblo, el pueblo de los latinoamericanos.

moguel donald