Simone Biles, conquista de la fama y el agotamiento mental


Simone Biles tras el anuncio de su decisión

La intensidad de la vida depende de la precisión de las decisiones, no de la velocidad de las acciones” (Dr. Alfonso Ruiz Soto)

 

Vilma Ivette Rivera Abarca*

  • ¿Cuáles las razones por las que abandonó la competencia de gimnasia olímpica en Tokio?

¿Qué es el Síndrome de Burnout?

 

Simone Biles tras el anuncio de su decisión

El Síndrome de Burnout o «síndrome del trabajador quemado» hace referencia al  estrés crónico laboral. Éste se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo, efecto que genera alteraciones de la personalidad y autoestima.

El Síndrome de Burnout fue declarado en el año 2000, por la Organización Mundial de la Salud, como un factor de riesgo laboral por su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso hasta poner en riesgo la vida.

Generalmente el SB se describe como una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño de las personas.

Síntomas del síndrome de burnout o desgaste profesional:

  • Sentimientos de falta de energía o agotamiento.
  • Aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, o sentimientos negativos o desidia con respecto al aspecto laboral
  • Eficacia profesional reducida.

    Luchando contra sus demonios

Llama la atención que la definición de dicho síndrome  no se encuentra en Manual Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM5), el cual es una guía utilizada por los médicos y otros profesionales de la salud mental.

Tampoco aparece en el CIE-10. Este es un sistema de clasificación de los trastornos mentales con ejes diagnósticos variables, entre ellos se mencionan:

  • Eje I (Síndromes psiquiátricos clínicos)
  • eje II (Trastornos específicos del desarrollo),
  • Eje III (Nivel intelectual)
  • Eje IV (Condiciones médicas),
  • Eje V (Situaciones psicosociales)
  • Eje VI (Evaluación global de la salud mental).

El Síndrome de Burnout, es un padecimiento de carácter psicológico que puede incidir, negativamente, en los deportistas que desarrollan su práctica con creciente nivel de intensidad competitiva (alto rendimiento y profesionalismo), iniciándose con un profundo agotamiento emocional, seguido por un evidente distanciamiento de las emociones (una despersonalización) de su entorno social en el ámbito deportivo y, finalizando, con sentimientos de reducida realización personal. Esta es la definición que durante mucho tiempo se ha mantenido para comprender bien este problema en el entorno deportivo.

Verdaderos vuelos

En este contexto podemos mencionar el caso de la gimnasta olímpica norteamericana Simone Biles, integrante del equipo en esta especialidad, quien era favorita para llevarse 9 medallas de oro.

Simone Biles, se retiró de dos eventos finales en los Juegos  de Tokio, expresando preocupación por su salud mental, explicó que estaba sufriendo  “twisties'». Para muchos, es un concepto poco conocido.

Pero, ¿Qué son los “twisties?

La palabra proviene del inglés “twist” que significa “girar” en el argot de las deportistas tomando en cuenta las rutinas con volteretas, ellas describen los “twisties” como un bloqueo mental.

Le puede pasar a cualquier deportista que al estar sometido a la presión del desempeño “perfecto” por ejemplo un futbolista que obligadamente “debe” meter un gol, etc.

En gimnasia, puede causar una pérdida del sentido del espacio y la dimensión cuando la persona está girando en el aire, se produce un descontrol corporal, se manifiesta con hacer giros no programados, llegando a no poder terminar los ejercicios de forma segura.

Sorprendiendo a jueces

Este fenómeno, causado por la sobre-exigencia, provoca que el cerebro y cuerpo se desconecten. También estos “twistes” al pertenecer al aspecto psicológico no es  considerado como una  razón válida para algunos entrenadores, lo cual evita que el deportista tome un descanso y reciba tratamiento para superarlo.

Simon Biles, ha dado un ejemplo de sensatez y fuerza interna, al exponer sus propios límites, supo escuchar a su cuerpo que es el resultado seguramente  de su autoconocimiento, dando prioridad a su salud mental y física, además demuestra mucho carácter para no ceder a la presión social. Este gesto de la deportista debe servir de lección y reflexión para todos.

Es necesario aprender que, a veces, renunciar no es fracasar, sino al contrario son experiencias que fortalecen a las personas.

Toda experiencia establece un parámetro y el individuo que padece la pobreza de experiencias no sabe cuándo tomar decisiones.

La sociedad ejerce una fuerte influencia en nuestro comportamiento y actitudes, en especial cuando se trata de actuaciones colectivas o individuales. Las decisiones que tomamos como propias, o la forma en que dirigimos nuestra vida, están condicionadas por la sociedad. Todo esto es fruto de lo que es “correcto” hacer, lo que creemos que debemos hacer según la opinión de la mayoría o los procedimientos que estamos acostumbrados a percibir.

Momentos difíciles

Desde la infancia sentimos una fuerte necesidad de sentido de pertenencia y de reconocimiento de un grupo: la familia, los compañeros de clase, los amigos.

Además, padecemos la dependencia o interdependencia de éstos, porque  nos aportan “seguridad” e inclusión social.

Actualmente esta necesidad es cada vez mayor debido a la cantidad de grupos que existen a partir de las redes sociales y la facilidad de conexiones a través de Internet.

La presión social alcanza su mayor presencia en la etapa adolescente. Se trata de un tipo de presión que condiciona la formación de la personalidad de los jóvenes. Generalmente nos obliga a ciertas prácticas negativas, a veces en contra de nuestra voluntad, solamente para ser aceptados.

La presión social sigue presente a lo largo de la vida y en cierto modo afecta nuestros actos e ideas. Pues, por ejemplo, obedecemos a creencias que “uno se casa para toda la vida”, aun así esté de por medio la integridad física. Nos obligamos a estar a la altura de las expectativas de los demás, consideramos que desistir es un fracaso o los jóvenes que escogen una carrera solo para cumplir las expectativas de la familia.

Los «twisties»

La presión ejercida por un grupo afecta a niveles poco imaginables que para muchos es preferible adaptarse que luchar para conseguir lo que verdaderamente desea.

La presión de grupo anula, en cierto modo, la autonomía del pensamiento del individuo esto es algo que a la larga no permitirá tomar sus propias decisiones, siempre buscará adaptarse a lo que el resto del grupo desea.

La familia tiene la responsabilidad de criar hijos con una adecuada autoestima. Enseñar a los niños desde muy temprana edad a cuestionar y crear ambientes propicios y armónicos para que construya un auto-concepto propio de valía.

Pies de Simone Biles

Las creencias y valores se adquieren en el seno familiar, estas son las que definen las actitudes. Así se concluye que para transmitir estos conceptos es necesario el autoconocimiento, saber cuestionarse uno mismo acerca de dónde proviene todo lo que creemos que “debe ser”, percatarse si son propios los pensamientos o sólo estamos repitiendo, sin cuestionar, lo que aprendimos de manera automática, como patrones de conducta obsoletos.

  • Vilma Ivette Rivera Abarca

Lic. En Terapia de lenguaje

Consultora y Comunicadora en Semiología de la Vida Cotidiana.