Silencio de Procuraduría de Oaxaca ante saqueo de La Opinión de la Mixteca


Principal sospechoso continúa libre; incumple citatorio enviado.

Autoridades judiciales ejercen prácticas dilatorias sobre el caso

Antonio Quintero

Tlaxiaco, Oax.- La consigna era esa; desaparecer toda huella de un trabajo periodístico serio, profesional, de trayectoria,  por eso desde que emprendí  la creación y fundación  de un medio de comunicación en una zona olvidada, marginada, comprendí que era por demás importante llegar a difundir lo primordial de la informacióni

Y siempre fui acechado por aquellos que no les convenía la presencia de un medio local, minimizaron lo que se publicaba ahí. Por eso cuando mi trabajo empezó a difundirse en medios estatales aguardaron, masticaron pero sin digerirlo.

El ataque de hace unos días, el robo descarado a plena luz de día en la calle de Porfirio Díaz no.5 donde se localizaba la oficina de La Opinión de la Mixteca a la Procuraduría de Justicia del Estado no le importa en absoluto, pues sabe que quienes han escrito en esas páginas van y han ido encontrando  críticas y muy fuertes sobre el gobierno estatal de Gabino Cué Monteagudo así como a sus diferentes dependencias, incluyendo la propia Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca (PJEO).

Entonces es obvio que a dos semanas del ilícito no haya interés en lo absoluto de la fiscalía regional y de la propia Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca por investigar o atender el asunto.

Y era también obvio que luego de la intensa campaña de su candidato José Antonio Estefan Garfias, todos apostaban porque ganara la contienda electoral y aquellos medios de comunicación que no lo apoyaban pues fueron abiertamente señalados, pero también hechos a un  lado para castigarlos… a su manera.

 

ROBO, ATRACO,  SINGULARMENTE SOSPECHOSO

Para todos los medios de información, para todos los compañeros no es ninguna casualidad que se haya perpetrado un robo de tal magnitud, pues el fondo es particular e intelectualmente provisto de veneno político. Se contrató a un grupo de maleantes, a un cabecilla que pudiera amparase en la impunidad, que tuviera argumentos enfermizos, es decir a una persona enferma, un loco, un demente para accionar libremente y sobre todo protegido por la misma Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca.

Esto se ha visto, se ha reflejado, se ha investigado, a cuenta propia he señalado ya al presunto sospechoso de este artero e infame robo de la oficina de La Opinión de la Mixteca. Pero la fiscalía ha ido con tiento, con lentitud porque sabe lo que significa. Es decir darle tiempo al tiempo, para que el robo quede en la estadística de la impunidad de la Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca (PJEO).

El ministerio público de nombre Rey Velasco Carranza de la fiscalía regional de la Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca, lleva según la respectiva denuncia, con enfado me atendió y se molestó cuando quise tomar una foto cuando me estaba atendiendo, me pidió que la borrara, le dije que sólo era para ratificar que era cierto que me encontraba en el ministerio público, siendo atendido, no lo entendió.

A partir de ahí el viacrucis de siempre vueltas y vueltas, citas y citas, y horas de espera. Se me ha ido dos semanas en trámites y localizaciones de testigos que me pide la propia fiscalía, algunos de ellos ya les entró miedo y se han escondido, se han atemorizado en primera por el  ataque recibido, la segunda por no creer ya en la justicia y tercero porque saben a lo que me enfrento.

Pero son los propios fiscales quienes amedrentan o tienen miedo de continuar con las investigaciones, en la inspección ocular del miércoles 9 de junio del presente año, convoque a los medios locales de ahí, para esa misma inspección ocular pero fue el propio agente ministerial que no quiso, porque alegó que sería peor y entorpecería las cosas. Fui o trate de ser respetuoso echándome con ello el malestar y enojo de mis compañeros del medio con justa razón.

Lo que es cierto es que quienes entorpecen las cosas son ellos, efectivamente.

Para el día jueves 10 de junio a la una de la tarde, se citó al principal sospechoso de estos hechos al sujeto Cutberto Gatica Palacios en la propia sede de la fiscalía regional; no se presentó, y el fiscal amablemente pidió que lo esperáramos una hora.

Complacientes con el tiempo del presunto delincuente, seguimos esperando, por más de una hora, ya que el flamante sospechoso nunca hizo caso ni siquiera del citatorio. Se rio a carcajadas de la justicia, valiéndole madres todo. Pues claro con padrinos que lo protegen puede hacer eso y más.

Con una procuraduría de justicia obsoleta no se puede pedir más. Sin embargo no quito el dedo del señalamiento, y he acudido a seguir aportando  datos para la investigación. Testimonios míos de lo que he visto, de lo que me han hecho particularmente, despedazando todo, no dejando huella de nada, quienes lo hicieron fueron contratados para eso, para borrar lo que significó La Opinión de la Mixteca.

Quince años de permanecer en una región fría, con miles de historias que conmovieron a la ciudadanía tlaxiaqueña, y regional, y ahí estuvimos al pie de la letra como buenos corresponsales de prensa, de guerra, porque la región de la Mixteca ha sido pantano de irregularidades desde las presidencias municipales, diputados locales y federales y de todos los que han servido como funcionarios públicos.

Archivos de denuncias, denuncias por corrupción, entrevistas, grabaciones especiales que valían un tesoro por lo que contenían, archivos digitales maestros en discos duros, todo está en manos de alguien. De un delincuente, de un criminal, de un posible asesino. La información está siendo vulnerada y el instrumento de justicia que tenemos no hace nada, no ha movido un solo dedo, no ha girado ninguna instrucción, no le importa, porque finalmente la sicología es utilizada como mecanismo para someter a medios de comunicación.

Estoy abatido porque el esfuerzo de muchos años se fue, y está en manos de alguien perverso, el no dejar huella de nada, fue un trabajo de criminales, fue un trabajo seguro y perfecto para la delincuencia organizada. Contratados para ello.

Que sigue… Un balazo, un plomazo, o una ráfaga de ametralladora, de un cuerno de chivo, o de una 38 o 45 súper, para callar por siempre de una buena vez lo que pienso de funcionarios asquerosos podridos en la corrupción.

Desde aquí hago un enérgico llamado a quienes les interese resolver los problemas de injusticia de seguridad que atañen a la población, a los medios de comunicación, para que se dé pronta respuesta y la detención de estos criminales a sueldo, que gracias a la pronta actuación de la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca  siguen libres, confiados en que no los molestaran de su carrera delictiva.

Por ello desde esta tribuna del correo de Oaxaca hago culpable de lo que me suceda a mí y a cualquier integrante de mi familia al gobernador del estado de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, ante su caso omiso y su nulo interés en resolver los conflictos que lo atañen y coartar el derecho supremo que la constitución obliga a respetar y consagrar.