Se apagó la voz de Aretha Franklin


Adiós a la última diva de la época de oro de la música afroamericana.

  • El día que la reina del soul hizo llorar al presidente de EU Barack Obama.
  • Respect, canción escrita por un hombre que Aretha convirtió en himno feminista.

De la Redacción.

Aretha Franklin murió el pasado jueves a los 76 años, pero quedan en la memoria inolvidables momentos que protagonizó. Su legado artístico, que arrancó en 1967 y perduró durante cinco décadas, incluye un concierto en donde hizo lagrimear a quien era por ese entonces el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien se había declarado en varias oportunidades como su fan.

Aretha, quien reivindicaba a las mujeres y a los ciudadanos de color de su país, fue invitada en 2015 al Kennedy Center Honors (Washington D. C.) para rendir homenaje a la compositora Carole King, creadora junto a Gerry Goffin de uno de los grandes éxitos de su carrera «(You Make Me Feel Like) A Natural Woman». Fue en ese contexto en el que la cantante oriunda de Detroit hipnotizó a los presentes. Fue una sorpresa para todos, incluso para King. Franklin con un peludo abrigo se sentó al piano y tocó los primeros acordes de esa canción, con la que no solo conmovió a la homenajeada sino que también llegó a lo más profundo de la pareja presidencial. Mientras Obama se limpiaba las lágrimas y tarareaba con ella, su mujer Michelle aplaudía entusiasmada. Algo que quedó registrado por las cámaras de CBS.

A la artista, conocida por éxitos como Respect (1967) o I Say a Little Prayer (1968), le habían diagnosticado cáncer en 2010. Su último show en solitario fue en Filadelfia, en agosto de 2017.

Nacida el 25 de marzo de 1942, en Memphis, Tennessee, comenzó cantando junto con sus hermanas Carolyn y Erma en la iglesia de Detroit que fundó su padre, C. L. Franklin, durante los años ’50.

Tuvo una vida precoz y turbulenta, con su primera maternidad cuando era apenas una niña, un matrimonio violento y un considerable historial de desavenencias y desdichas. El representante de la artista confirmó el fallecimiento, a causa del cáncer de páncreas que sufrió por primera vez en 2010. Con ella desaparece la última gran superviviente de la era dorada de la música negra estadounidense.

La suya fue una de las muchas familias afroamericanas que en los 40 emigraron del sur al norte al calor del boom industrial. El esplendor del jazz y otros ritmos en ciudades como Chicago o la citada Detroit se entienden a partir de ese fenómeno económico y demográfico; el declive del mismo, también. Una incipiente clase media afroamericana que se había formado en el cinturón industrial entró en barrena. Pero cuando el motor se gripó, Aretha ya se había convertido en una artista reconocida. Su padre, además, era Clarence LeVaughn Franklin, un pastor muy conocido e influyente, amigo de Martin Luther King, cuya voz resultaba tan musical que sus sermones acabaron editados en discos.

FOBIA A LOS AVIONES; CELOS DE OTRAS DIVAS

Ganadora de 18 premios Grammy y con 10 millones de discos vendidos, llevaba desde los años 80 sin viajar fuera de Estados Unidos debido a su también legendaria fobia a volar. Esta limitación, aunque le privó de veladas de gloria en vivo, no limitó el alcance internacional de su carrera ni su consagración como reina del soul. Se le atribuyen celos de diva contra otras artistas que en algún momento la superasen en ventas -como Barbra Streisand o Whitney Houston- y, de hecho, fue público y enorme  su enfado cuando en la entrega de los premios Grammy de 2008, a Beyoncé no se le ocurrió otra cosa que presentar a Tina Turner como “la Reina”. Franklin se ofendió y lo consideró un golpe bajo de los guionistas para generar polémica.

HISTORIA REAL DE LA CANCIÓN “RESPECT”

La verdadera historia de ‘Respect’, la canción escrita por un hombre que Aretha Franklin convirtió en himno feminista

La muerte de la cantante ha dejado a millones de apasionados del soul huérfanos de su gran estrella, pero también una de las más grandes canciones sobre los sentimientos femeninos que hemos conocido

“R-E-S-P-E-T-O. Averigua lo que significa para mí”. Cuando Aretha Franklin (Memphis, 1942-Detroit, 2018) cantó con desgarro esa frase en 1967 parecía que estaba respondiendo a la popular pregunta que lanzó al aire Sigmund Freud décadas antes: “¿Qué es lo que quiere una mujer?”. Lo más curioso es que Respect, para la posteridad un himno feminista y una de las canciones más conocidas y veneradas de la historia del soul, fue antes una composición de Otis Redding pensada para ser cantada por hombres. Respect no es solo hoy un himno por su letra poderosa y reivindicativa, sino porque esa letra surgió cuando se le dio la vuelta a todo lo que un hombre le pedía a una mujer.

ACIERTO DE LA ESTRELLA

El gran acierto de Aretha fue cambiar la letra y ponerse en la piel de esa mujer que espera en casa: ahora ya no es el marido el que llega cansado de trabajar y pide a su esposa que lo trate con dignidad, sino ella la que le dice que si quiere su admiración y sus favores se los tendrá que ganar

Volvamos dos años atrás en el tiempo. En 1965 el cantante y compositor Otis Redding (famoso también por temas como (Sittin’ On) The Dock of the Bay, cuyo estribillo decidió solventar con un hoy celebérrimo silbido porque no se le ocurría más letra) escribió Respect como la súplica de un hombre desesperado que trabaja para llevar el dinero a su hogar. Según algunos de sus biógrafos, la idea surgió cuando Redding volvió a su casa después de una gira y sintió que su mujer no lo recibía ni lo trataba como él hubiese esperado. Le comentó esta situación a su batería, Al Jackson Jr., que le dio la razón y observó: “Estás en la carretera todo el tiempo. Todo lo que puedes esperar es un poco de respeto cuando llegas a casa”. Una frase que terminaría siendo una de las que forman las estrofas de la canción.

Otis compuso la canción y se la ofreció, en forma de balada, a Speedo Sims, que era el manager de su gira pero también tenía una banda, The Singing Demons. Pero Speedo, por fortuna para todos los implicados en esta historia excepto para él, no pudo grabar la canción: sus capacidades vocales no estaban a la altura en el estudio. Otis Redding se la quedó, la grabó y la publicó en un álbum de 1965, Otis Blue. La canción fue un éxito moderado en las listas americanas y varias bandas, tanto estadounidenses como británicas, publicaron versiones de la canción durante los dos años siguientes adaptándolas ligeramente a sus estilos, pero manteniendo la letra y el espíritu de la original.

HABIA ANUNCIADO SU RETIRO

Franklin anunció su retiro a principios de 2017 con la idea de limitar su agenda a actuaciones escasas y muy escogidas, aunque muchas de estas tuvieron igualmente que cancelarse por recomendación médica este año. Así, no pudo actuar el pasado marzo en Newark, como estaba previsto, ni tampoco el pasado abril en el festival de jazz de Nueva Orleans. Su última actuación tuvo lugar el pasado noviembre, en Nueva York, con motivo del 25 aniversario de la fundación contra el Sida de Elton John. Su influencia musical, sin embargo, pervive para la opinión de los expertos en artistas de generaciones posteriores, como Mariah Carey o Beyoncé.

REACCIONES DE GRANDES FIGURAS

Tras conocerse la noticia del fallecimiento de Aretha, el  mundo de la música y la política -el mundo en general- se volcó inmediatamente en demostrar su admiración por el legado que dejó la artista. De Paul McCartney a Elton John, pasando por Barbra Streisand, quien dijo que «es difícil concebir un mundo sin ella. No solo fue una cantante excepcionalmente brillante, sino que su compromiso con los derechos civiles tuvo un impacto indeleble en el mundo». El expresidente Barack Obama, gran admirador de la estrella, y su esposa Michelle, escribieron que «en su voz, podíamos sentir nuestra historia, toda ella y en cada sombra: nuestro poder y nuestro dolor, nuestra oscuridad y nuestra luz, nuestra búsqueda de la redención y nuestro respeto, duramente ganado». También el presidente Trump, el expresidente Bill Clinton y Hillary Clinton expresaron su pesar por la partida de esta mujer que revolucionó la canción en los 60s.