Ruiz-HealyTimes: Mancera, responsable pero no culpable en Ciudad de México


La aceptación de Mancera entre la ciudadanía ha disminuido del 63 al 17 %.

La Casa Blanca y la reacción de los mexicanos ante disculpas del Presidente.

Eduardo Ruiz-Healy

 

El sábado tardé casi cuatro horas y media en llegar a la Ciudad de México desde Tequesquitengo, Morelos. Salí de la ciudad morelense pasadas las 10 de la noche, esperando estar en mi casa poco después de la medianoche, pero no, concluí mi viaje pasadas las dos de la mañana. Es decir, tardé lo doble del tiempo que usualmente me toma hacer ese recorrido.

El tráfico fluía normalmente en la carretera de cuota Cuernavaca-México cuando de repente, a eso de las 11 de la noche, faltando un par de kilómetros para llegar al pueblo de Tres Marías, los vehículos empezaron a detenerse.

“Seguramente ocurrió un accidente más adelante”, me dije. Después de todo, con demasiada frecuencia se ven terribles y fatales percances en las carreteras mexicanas debido a que no hay autoridad federal o estatal que vigile que quienes manejamos vehículos sepamos hacerlo o que estemos sobrios y alertas cuando lo hacemos. Recordé en ese momento como unos días antes el hijo de un estimado colega murió en esa misma carretera cuando el coche en que viajaba quedo aplastado al caer sobre él el cajón de un tráiler doble remolque, propiedad de quién sabe quién, que era conducido por un chofer de 25 años de edad que venía bajo los efectos de drogas estimulantes.

Recorrí a vuelta de rueda, en unas dos horas aproximadamente, los kilómetros que faltaban para llegar a Tres Marías, en donde abandoné la mal llamada autopista para seguir mi camino por la carretera federal. En la caseta en donde con absoluta desvergüenza la empresa del gobierno Caminos y Puentes Federales me cobró la cuota por un servicio que no me proporcionó adecuadamente, un empleado de la misma me dijo que el tráfico se había detenido porque la empresa que construye las obras del segundo piso de Viaducto Tlalpan decidió cerrar la carretera, dejando varados a miles de personas que regresaban por ella a la cada vez peor gobernada Ciudad de México.

Es decir, por la decisión de un empleado de la constructora o de un burócrata del gobierno de la Ciudad de México, fui condenado a pasar dos horas de mi vida dentro de mi coche, tiempo que podría haberle dedicado a alguna cosa más productiva o placentera.

Estoy seguro, que como yo, la mayoría de las personas que el sábado regresamos a la Ciudad de México por la autopista de cuota Cuernavaca-México pensamos en el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera..

Electo con el 64% de los votos a su favor en junio de 2012, la gestión de Mancera es hoy bien vista por apenas el 17% de los habitantes de la ciudad que gobierna,

Que yo recuerde, en la historia contemporánea de nuestro país y el de muchos países no ha existido un político que en solo cuatro años haya despilfarrado su capital político como lo ha hecho Mancera. Porque eso de perder el apoyo del 47% de los que alguna vez creyeron en él es algo inusitado.

Me queda claro que lo que ocurrió el sábado en la noche, al igual que muchas otras cosas que no deberían ocurrir en la Ciudad de México, es culpa de los funcionarios que Mancera eligió para ayudarlo a gobernarla. Él no es el culpable de mucho de lo ocurre pero sí el responsable y mientras siga manteniendo en sus cargos a funcionarios ineptos la gente le echará la culpa de todo lo que ocurra.

Es hora de que el jefe de gobierno haga una verdadera limpia de su gabinete. Aún le queda tempo de recuperar algo de la confianza que muchos depositaron en él.

ruiz healy  autopista...YO PERDONO, PERO SÍ CASTIGO

La vida me ha enseñado que sale muy caro vivir cargando agravios contra quien de alguna manera me ha ofendido. Aprendí, a duras penas, que el sentir rencor constante e  incontrolado contra otra persona termina por envenenar el alma y distraer a la mente de asuntos verdaderamente importantes y positivos. Desde hace algunos años me quedó claro que las ofensas recibidas hay que perdonarlas, y casi siempre olvidarlas, porque el tiempo que tenemos de vida es muy breve para desperdiciarlo en algo que no produce satisfacción alguna.

La filosofa alemana Hannah Arendt resumió perfectamente mi idea al afirmar que “el perdón es la llave a la acción y libertad”. Es decir, perdonar te deja seguir tu camino libremente, sin ataduras, para perseguir tus metas e ideales.

El mundo sería un mejor lugar si la mayoría de las personas estuviera dispuesta a perdonar a quienes las ofenden pero, desafortunadamente, la realidad es otra y cotidianamente constatamos que el odio y resentimiento que unos sienten contra otros dejan como resultado muerte y destrucción.

Ahora bien, entiendo que muchas personas actúan motivadas por el deseo de cobrarle cuentas a quienes las han agraviado y que les es muy difícil cambiar.

Todo lo anterior viene a cuento porque muchas personas me han manifestado no estar de acuerdo con lo que escribí en mis columnas de los días 16 y  26 de este mes.

ruiz healy    Hannah Arendt

En la primera comenté sobre la disculpa que el presidente Enrique Peña Nieto ofreció por el asunto de la llamada Casa Blanca; en la segunda me referí a un caso de extrema inaptitud del gobierno de la Ciudad de México.

Casi al final de mi columna del 16 escribí que  “debemos preguntarnos si la mayoría de los mexicanos aceptará sus disculpas y lo perdonará. El tiempo lo dirá”. Pues no tuve que esperar mucho tiempo, ya que tanto a mi buzón de email como a mis redes sociales los comentarios que recibí tan pronto se publicó la columna me dejaron ver que la mayoría de los mexicanos no aceptaron las disculpas que les ofreció Peña Nieto.

En mi columna del 26 opiné que el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, es responsable más no culpable de muchos de los errores y deficiencias que caracterizan a su administración. También de inmediato los comentarios que recibí no dejaron la menor duda de que muchos de mis lectores consideran al gobernante local culpable de todos los males que afectan a la ciudad y sus habitantes.

Es evidente que la mayoría de los mexicanos está muy enojada con sus gobernantes. Que solo el 29% de las personas apruebe la gestión del presidente y un raquítico 17% al del jefe de gobierno es evidencia de lo anterior.

La gente está enojada y la ira que siente hacia ambos gobernantes le impide perdonarlos y menos olvidar los agravios reales o imaginarios que les han asestado. Por eso, en reuniones de amigos y en los comentarios que se leen en redes sociales abundan las burlas, las quejas, los memes y los insultos contra ambos.

Yo, como lo dije líneas de arriba, perdono y no me enojo, lo cual no significa que deje de criticar lo que veo mal y señalar lo que para mí está bien. También propongo soluciones a los problemas que entiendo cabalmente.

Eso sí, cuando llegue el momento de votar, castigaré a los partidos a que pertenezcan aquellos funcionarios que a través de sus acciones u omisiones defraudaron mis expectativas, afectaron mis intereses, dañaron al país, se enriquecieron ilícitamente aprovechándose de su cargo o contribuyeron a empobrecer más a quienes en México vivimos.

Me voy de vacaciones. Regresaré aquí en un par de semanas. Mientras, podrán escucharme de vez en cuando en Grupo Fórmula y leer pequeñas notas en ruizhealytimes.com.

RUIZ HEALY BERNIE

DEMAGOGO CONTRA POLÍTICA PROFESIONAL EN EUA

Durante la temporada de elecciones primarias en Estados Unidos pudimos ver como dos individuos se atrevieron a retar al llamado establishment.

Uno de ellos fue capaz de derrotar a políticos avezados rompiendo todas las reglas tradicionales, dejando de lado la corrección política, insultando soezmente a sus contrincantes, repitiendo una mentira tras otra una y otra vez, ofreciendo soluciones sencillas para problemas complejos, apelando al pequeño o gran racista que la mayoría de las personas tienen adentro, exacerbando el resentimiento que lógicamente sienten los millones que han sido perjudicados por el sistema económico globalizado. En resumen, utilizando los mismos métodos que desde siempre han utilizado los demagogos de todo el mundo. Y le funcionaron muy bien. Tanto, que es el candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos.

El otro fuereño resultó ser un senador socialista independiente, Bernie Sanders, que a última hora decidió buscar la candidatura presidencial por el Partido Democrático, retando a quien aparentemente tenía la vía libre hacia dicha candidatura, la esposa del ex presidente Bill Clinton. Durante su campaña, este individuo de 74 años de edad señaló muchas de los problemas que existen en su país y para resolverlos propuso soluciones que realmente son revolucionarias en Estados Unidos pero que desde hace décadas se han aplicado en mayor o menor medida en muchos países de Europa, Asia y América Latina. Un ejemplo de sus propuestas: que la educación universitaria sea gratuita para quienes la deseen y la merezcan. Este político poco común no logró la candidatura pero forzó a que la plataforma electoral de su recién adoptado partido incluyera un buen número de sus ideas de cambio.

RUIZ HEALY MICHEL MORE

Durante el último año vimos       que la mayoría de los ciudadanos estadounidenses están hartos de los políticos tradicionales que han podido o querido solucionar los graves problemas que los afectan: salarios insuficientes, un salario mínimo que no da ni para comer, una disparidad creciente entre los que tienen y los que no tienen, una concentración obscena de la riqueza, el poder del dinero y los grupos de interés sobre la política y los políticos, el encarecimiento de los servicios de salud, y muchas cosas más.

Dos puntos de vista totalmente opuestos captaron la imaginación y los votos de republicanos, demócratas e independientes que participaron en la temporada de elecciones primarias.

Al final, el demagogo Donald Trump se enfrentará contra la representante del establishment Hillary Clinton. El republicano prometerá lo que nunca podrá cumplir, entre ellas el muro en la frontera México-Estados Unidos, e insultará a su rival y sus aliados. La demócrata, presionada por los seguidores de Sanders, prometerá cambios que muchos no creen que pueda lograr debido al poder de los grupos de interés y las grandes corporaciones industriales, militares y financieras.

El proceso electoral estadounidense promete ser muy interesante. Ojalá no gane el demagogo. Entre él y la política profesional me quedo con la segunda.

Sitio web: ruizhealytimes.com

Twitter: @ruizhealy

RUIZ HEALY  HILLARY