Ruiz-HealyTimes: Impunidad para quienes arruinan vidas


El juez que condenó injustamente a tres indígenas sigue en funciones.

Eduardo T. Mora, titular de la PGR en aquel momento, hoy es Magistrado.

Eduardo Ruiz-Healy

Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González son tres indias ñhä-ñhúes (otomíes), que en agosto de 2006 fueron detenidas sin orden judicial de por medio después de ser acusadas de secuestrar, en marzo de ese año y en una comunidad rural y marginada de Querétaro, a seis agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

En diciembre de 2008, la primera fue encontrada culpable de secuestro y tráfico de drogas por el juez y sentenciada a una pena de 21 años de cárcel y dos mil días de multa, equivalentes a 91,620 pesos. En enero de 2009, Alberta y Teresa fueron sentenciadas a la misma pena, pero solo por ser culpables de secuestro.

Desde el principio este caso levantó polémica porque nadie en su sano juicio podía creer que seis policías de la AFI se dejaran secuestrar por tres mujeres indefensas y desarmadas que nunca antes habían cometido un delito.

El Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” asumió la defensa integral de las tres mujeres y pudo probar que eran inocentes y que en su caso las autoridades de la PGR y el poder judicial federal incurrieron en serias omisiones y violaciones a la ley.

En resumen, la defensa demostró que:

  1. No existieron nunca pruebas en su contra.
  2. Los agentes dizque secuestrados nunca ratificaron su acusación.
  3. Las tres fueron detenidos sin orden de aprehensión previa.
  4. Nunca tuvieron un intérprete a su disposición para que entendieran de qué se les acusaba y menos para que pudieran defenderse.

En septiembre de 2009, tres años y un mes después de que fuera ilegalmente privada de su libertad, Jacinta fue liberada, después de que la PGR se desistiera del caso. Alberta y Teresa salieron de la cárcel en abril de 2010, tres años y siete meses después de haber sido detenidas si orden judicial, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocara la sentencia que las había condenado a 21 años de prisión.

El martes pasado, casi 11 años después de que las tres fueran arrestadas, casi ocho de que fuera liberada Jacinta y casi siete de que salieran de la cárcel Alberta y Teresa, el Procurador General de Justicia, Raúl Cervantes, les ofreció disculpas y reconoció su inocencia. En noviembre de 2013, el tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa le ordenó a la PGR a reparar económicamente el daño que les causó a Teresa y Alberta y, en mayo de 2014, le ordenó hacer lo mismo a favor de Jacinta.

Si bien las tres fueron finalmente liberadas y la PGR les ofreció disculpas, ¿qué pasa con los agentes del ministerio público federal que actuaron en su contra con saña inaudita y con los impartidores de justicia que sin pruebas las sentenciaron a 21 años de cárcel?

¿Por qué no es inhabilitado y castigado Rodolfo Pedraza Longi, quien siendo Juez Cuarto de Distrito en el Estado de Querétaro las condenó a pasar 21 años de su vida en la cárcel sin tener las pruebas de su culpabilidad? Pedraza, que en 2014 fue amonestado por el Consejo de la Judicatura Federal, despacha hoy como Juez Tercero de Distrito del Centro Auxiliar de la Cuarta Región en Xalapa, Veracruz.

¿Cuál es la responsabilidad que tienen el entonces titular de la PGR, Eduardo Tomás Mora Icaza, y la entonces Delegada Estatal de la PGR en Querétaro, Norma Valdez Arguelles? Ambos estaban perfectamente enterados del caso y no levantaron un dedo para cerciorarse de que el ministerio público bajo sus órdenes estuviera actuando dentro de la ley, lo cual no lo hizo como quedó demostrado posteriormente. La disculpa del pasado martes, ¿no la debería haber ofrecido medina Mora, que hoy cobra por ser ministro de la Suprema Corte?

¿Y dónde anda el hasta ahora anónimo agente del ministerio público federal que inventó testigos y acusaciones sin sustento alguno con tal de mandar a la cárcel a tres inocentes mujeres?

Existe una gran impunidad para quienes arruinan vidas de inocentes.

 ruiz healy Rodolfo Pedraza Longi

¡CUIDADO CON POPULISTAS DEMAGOGOS!

Donald Trump nos está mostrando a los mexicanos lo que es capaz de hacer un populista demagogo con tal de llegar al poder y, a juzgar por lo que el presidente estadounidense ha hecho durante su primer mes de gobierno, lo que es capaz con tal de ejercer su poder apelando a la ignorancia, frustraciones y fobias de quienes por él votaron el 8 de noviembre del año pasado.

Durante su campaña, el neoyorquino arremetió contra toda la clase política de su país, incluyendo a los líderes del Partido Republicano que le permitió competir por la candidatura presidencial sin haber nunca militado en el mismo. “Los políticos son estúpidos, son corruptos e ineptos”, dijo en más de una ocasión. En otras palabras, “yo soy el único que, por no ser un político, no es estúpido, ni corrupto ni inepto”.

“Yo sí sé cómo hacer que las cosas sucedan”, dijo una y otra vez y prometió que bajo su presidencia se acabarían el delito, el narcotráfico, el consumo de drogas y la entrada de ilegales a su país, y que la economía crecería como nunca había crecido antes. “Véanme, soy un billonario exitoso”, les presumió a quienes quisieran escucharlo. En otras palabras, “no me pregunten cómo hacer las cosas, confíen en mí, que he creado un imperio económico”.

RUIZ HEALY EDUARDO MEDINA

SU PLAN SECRETO

Y vaya que le creyeron los casi 63 millones de hombres y mujeres que por él votaron. Millones de ciudadanos hartos de los políticos ineficientes apostaron por un empresario de turbio pasado que nunca dijo realmente como haría las cosas. Recordemos que cuando se le preguntó qué cómo acabaría con el Estado Islámico, ya que él sabía más que los generales de su país, respondió que tenía un plan secreto y que no lo daba a conocer para que los terroristas no supieran cómo iba a acabar con ellos.

“Los medios de comunicación son mis enemigos y reportan cosas falsas o exageradas de mi”, afirmó desde que arrancó su campaña en pos de la candidatura. Ahora, tal vez para emprender una campaña para limitar o acabar con la libertad de expresión en su país, asegura que los medios no sólo son sus enemigos sino los enemigos del pueblo estadounidense.

Curiosamente, en México criticamos todas esas conductas demagógicas y populistas del presidente gringo y nos olvidamos que dentro de nuestro país tenemos la Versión Región 4 de Donald Trump, quien muchos años antes de que éste se lanzara a la arena política ya presumía de ser el único mexicano incorrupto e incorruptible, de tener una solución para resolver todos los problemas sin explicar detalladamente en que consiste cada uno de sus remedios, y acusaba a los medios de ser una mafia del poder.

Por eso, ¡cuidado con los populistas demagogos!, sean estadounidenses o mexicanos. Sean de donde sean son peligrosos y terminan arruinando un país.

Twitter: @ruizhealy

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