Ruiz Healy Times : Trump, el insurrecto


Donald Trump
  • Marchas en EU aumentaron desde el inicio de la administración Trump.
  • Cuatro años de gobierno en que se incitó la división entre sociedad de EU.

Eduardo Ruiz-Healy

Madona participó en 2017 en marcha contra Donald Trump en Washington

La frecuencia de las manifestaciones callejeras en Estados Unidos aumentó desde que Donald Trump asumió la presidencia de ese país. Conforme pasaron los meses también se incrementó el número de manifestaciones violentas.

La primera manifestación contra Trump ocurrió el 21 de enero de 2017, un día después de que empezó a vivir en la Casa Blanca, cuando unas 500 000 personas, la mayoría de ellas mujeres, marcharon por las calles de la capital estadounidense para defender los derechos de las mujeres y de las personas LGBT, el derecho a la salud y a una educación pública de calidad, para apoyar las políticas contra el cambio climático y a favor del pacifismo y la solidaridad con los refugiados, y para protestar contra la persecución y discriminación de los inmigrantes, la discriminación racial y la violencia ejercida por las corporaciones policiacas.

Alicia Keys durante concierto que ofreció a participantes en marcha contra D. Trump

Desde entonces, los opositores de Trump se han manifestado en diversas ciudades, la mayoría de las veces de forma pacífica. Desafortunadamente, en ocasiones algunos manifestantes dañaron o destruyeron propiedades privadas y públicas.

LA DEFENSA A

SUPREMACISTAS

Pero las palabras y tuits del presidente saliente no sólo movilizaron a sus detractores; también estimularon a que sus seguidores salieran a las calles para defenderlo. La mayoría de estas marchas fueron pacíficas, pero en algunos casos se volvieron violentas cuando se adueñaron de ellas supremacistas blancos o neonazis a quienes Trump elogió públicamente y calificó como buenas personas.

Joe Biden

El verano pasado Trump dijo que los afroamericanos, latinos y demás personas que salieron a las calles para protestar contra la brutalidad policiaca eran delincuentes y terroristas, pero nunca criticó a los supremacistas y neonazis que agredieron y hasta mataron a algunos manifestantes.

Después de cuatro años en que el casi expresidente actuó para dividir y violentar a la sociedad de su país, explotando hábilmente los resentimientos que tienen millones de personas que, con o sin razón, sienten que el sistema los abandonó a su suerte y los privó de oportunidades para progresar económicamente, ¿debe extrañarnos la violencia que vimos ayer en Washington, cuando miles de trumpistas invadieron con lujo de violencia al Capitolio, sede del poder legislativo y símbolo de la soberanía del pueblo?

Seguidores de Donald Trump en marcha contra prohibición de armas

Lo que ocurrió ayer fue promovido por el mismo Trump en un discurso que pronunció ante sus seguidores poco antes de que el Congreso se reuniera para certificar el triunfo electoral de Joe Biden. Dijo que era la víctima de un inmenso fraude electoral, similar al que según él se cometió el martes para evitar que los dos senadores republicanos de Georgia fueran reelectos. Después de azuzar con sus palabras a su público lo invito a que se dirigiera al Capitolio para exigir a los senadores y representantes ahí reunidos que desconocieran el triunfo de Biden. Luego, la masa se transformó en turba, ocurrió lo impensable y al final del día una mujer había muerto al recibir un balazo.

Biden dijo que lo que se vio fue una insurrección contra las instituciones y la democracia estadounidenses. No mencionó el nombre del movimiento, pero todos sabemos que fue Trump, quien en los 13 días que le quedan como presidente puede causar más daño a su país y al mundo.

Jon Ossoff

ELECCIÓN EXTRAORDINARIA EN

GEORGIA, CRUCIAL PARA JOE BIDEN

Se realizó una elección extraordinaria en Georgia para elegir a los dos senadores que representarán a ese estado estadounidense ante la 117ª Legislatura que empezó a sesionar en Washington el domingo pasado.

El proceso electoral tuvo que llevarse a cabo en vista de que la ley electoral de Georgia señala que cuando ningún candidato obtiene menos del 50% de los votos la elección ordinaria, debe realizarse otra para que alguno de ellos logre esa mayoría.

Eso fue lo que ocurrió en el caso de las dos fórmulas que se presentaron el 3 de noviembre pasado.

Los candidatos de una de las fórmulas, el actual senador republicano David Perdue y el contendiente demócrata Jon Ossoff, recibieron 49.7% y 47.9% de los votos, respectivamente.

David Perdue

Y los mismo pasó en el caso de la otra fórmula. La actual senadora republicana Kelly Loeffler y el candidato demócrata Raphael Warnock también se quedaron lejos del 50% requerido en vista de que había 20 candidatos compitiendo por el cargo. Al final del día Loeffler obtuvo 26% de los votos mientras que Warnock se quedó con el 33%.

Al momento de escribir esto se había contabilizado el 40% de los votos emitidos y los resultados eran: Warnock 55.6%, Loeffler 44.4%; Ossoff 56.1%, Perdue 43.9%.

Los resultados de esta elección decidirán lo bien o mal que le irá a Joe Biden cuando el 20 de noviembre inicie su periodo presidencial sustituyendo al chiflado que hasta ese día vivirá en la Casa Blanca.

Si los dos demócratas resultan ser los ganadores, el Senado estadounidense se repartirá entre 50 demócratas y 50 republicanos y será la virtual vicepresidenta Kamala Harris, en su calidad d presidenta de ese órgano legislativo, quien mediante su voto desempate cualquier votación que quede empatada.

Seguidores de Trump

En caso de que solo uno de los demócratas haya ganado anoche, el Senado quedará en manos de los republicanos, quienes seguramente le crearán problemas a Biden desde el primer día de su gestión.

Para empezar la mayoría senatorial republicana puede impedir que lleguen al cargo muchos de los que Biden proponga como miembros de su gabinete en vista de que esas y otras posiciones requieren ser confirmadas por el Senado.

Luego, el Senado dominado por los republicanos puede frenar cualquier iniciativa de ley que le envíe el presidente o cobrarle muy caro por aprobarla.

En pocas palabras, Biden empezaría su gestión con el pie izquierdo.

Vándalos invadieron el capitolio

De mantenerse la tendencia de la votación tal cual la anoté líneas arriba. Los dos demócratas ganarían y el nuevo presidente tendría el control de ambas cámaras legislativas, lo que le permitiría gobernar con menos problemas, porque vaya que Trump le está heredando un país que además de estar sumido en una grave crisis económica y sanitaria, cada día se parece más, políticamente hablando, a una república bananera.

Es probable que el presidente saliente sea recordado como uno de los peores que haya tenido Estados Unidos, pero mientras llega ese momento seguirá provocando división y violencia en el país que no supo, pudo o quiso gobernar.

En mi programa en Grupo Fórmula, con base en los resultados finales, se analizará la elección en Georgia y sus repercusiones.

 

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