Ruiz Healy Times : Sin autoridad moral líderes empresariales que se oponen al aumento de salario mínimo


El presidente Andrés Manuel López Obrador
  • Trabajadores mexicanos han laborado muchas horas por bajos salarios.
  • No cuentan con facilidades para que puedan reinvindicar sus derechos.
  • ¿Será vacuna contra Covid19 la solución a la pandemia que nos aqueja?
  • Concluyó para la humanidad era  del holoceno e inició el antropoceno.

Eduardo Ruiz-Healy

Cifras del nuevo salario mínimo

“La Sección 731 de la Ley de Implementación del T-MEC, el Congreso [de EEUU] creó la Junta Laboral de Expertos Independientes para México (…) con el propósito de monitorear y evaluar la implementación de la reforma laboral de México y el cumplimiento de sus obligaciones laborales…”.

Lo anterior es parte del primer párrafo con el que la mencionada Junta justifica estatutariamente el Reporte Provisional que emitió el lunes pasado, el cual “se centra en la aplicación de las leyes mexicanas que protegen la libertad de asociación y la negociación colectiva, derechos laborales fundamentales que son elementos esenciales de las reformas de la legislación laboral de 2019”.

El Capítulo III del reporte –Seguimiento y Evaluación de la Implementación de la Reforma Laboral de México y el Cumplimiento de sus Obligaciones Laborales– analiza en su primera parte “la manera y el grado en que las leyes laborales generalmente se aplican en México” y concluye que el sector empresarial ha suprimido los derechos de los trabajadores y contribuido a mantener sumamente bajos sus salarios.

 

CONTRASTANTES CIFRAS

EN MATERIA LABORAL

 

Algo de lo que señala el reporte: “La población económicamente activa de México en el tercer trimestre de 2020 era de 53.8 millones. De esta población, 35 millones son trabajadores asalariados, pero solo unos 23 millones se definen como empleados formales (…) Solo alrededor de 4.4 millones de trabajadores están sindicalizados (según datos de 2018), y aproximadamente la mitad de ellos en el sector privado. Un gran porcentaje de trabajadores del sector privado sindicalizados están cubiertos por ‘contratos de protección’ –‘convenios colectivos’– firmados entre empleadores y sindicatos de ‘protección’ dominados por empleadores sin la participación o incluso el conocimiento de los trabajadores que el sindicato pretende representar (…) El propósito del contrato de protección es asegurar salarios bajos y malas condiciones y ‘proteger’ al empleador de tener que negociar con un sindicato independiente y democrático, que insistiría en mejores salarios y condiciones de trabajo (…) la mayoría de los contratos de protección dan a los empleadores una amplia discreción para fijar salarios, horarios de trabajo y otras condiciones laborales. Esto ha significado que millones de trabajadores mexicanos hayan trabajado horas extremadamente largas (las más largas entre los países de la OCDE) por salarios muy bajos (el salario promedio más bajo entre los países de la OCDE), a menudo en condiciones de trabajo peligrosas y sin medios efectivos para reivindicar sus derechos. Combinado con las políticas de anteriores gobiernos mexicanos para mantener bajos los salarios mínimos, el resultado fue que no hubo convergencia con los salarios estadounidenses en sectores como el manufacturero (…) al menos el 75% de los convenios colectivos actuales son contratos de protección (…) Los trabajadores y líderes sindicales independientes que desafían este sistema han enfrentado repetidas veces vigilancia, hostigamiento, amenazas, arrestos, violencia física y asesinatos”.

Después de lo que señala en su reporte la Junta Laboral de Expertos Independientes, no tienen autoridad moral los supuestos líderes del sector empresarial que han arremetido contra el más reciente aumento al salario mínimo.

 

PARA DETENER LA PANDEMIA EN MÉXICO DEBEN

SER VACUNADAS 90 Y 100 MILLONES DE PERSONAS

 

Para que termine la pandemia de COVID-19 en el mundo, es necesario que entre el 75 y el 85% de la población reciba alguna de las vacunas que se han autorizado o que se encuentran en alguna de sus tres fases de estudio clínico o que están aún en una etapa temprana de desarrollo.

Lo mismo para cada país. Entre el 75 y el 85% de sus habitantes deberán recibir la vacuna para que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 tenga oportunidades mínimas de esparcirse.

Incremento al salario mínimo

Para prevenir que el virus vaya de un país a otro es posible que los viajeros deban demostrar que recibieron las dosis necesarias para que la vacuna proporcione su máximo nivel de inmunización. La mayoría de las vacunas desarrolladas requieren de dos dosis y son contadas las que requerirán de una sola dosis.

RUSIA, CHINA Y REINO

UNIDO LAS APLICAN

 

En pocos países ya se aplican vacunas anticovid. Desde hace algunas semanas, en Rusia se está aplicando la Sputnik V y en China están siendo vacunadas miles de personas con alguna de las tres vacunas que, al igual que la rusa, están en su fase tres de estudios clínicos sin que se sepa a ciencia cierta si funcionan y cuáles pueden ser sus efectos secundarios.

En el Reino Unido, la vacuna de Pfizer-BioNTech empezó a aplicarse la semana pasada y en Estados Unidos desde ayer empezaron a recibirla los trabajadores del sector salud que atienden a enfermos de COVID-19. En México, también serán vacunados antes que nadie el personal médico que atiende a las víctimas del nuevo coronavirus y es probable que la semana entrante empiecen a ser vacunados los primeros de ellos, en vista de que el pedido se hizo ayer.

Hasta ayer, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se había comprometido a adquirir 178 800 000 dosis de vacunas anticovid, de acuerdo con el Velocímetro de Lanzamiento y Escala desarrollado por el Centro Global de Innovación Sanitaria de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte.

El Velocímetro muestra los acuerdos bilaterales por valor de miles de millones de dólares realizados por unos cuantos países para adquirir las nuevas vacunas. Muestra el número de dosis cuya compra está confirmada y el número de dosis que potencialmente podrían ser adquiridas.

Las vacunas que México se ha comprometido a adquirir son: 77.4 millones de AstraZeneca-Oxford University, 34.4 millones de Pfizer-BioNtech, 32 millones del Centro de Investigación Gamaleya de Rusia (Sputnik V) y 35 millones de la china Cansino.

En vista de que estas vacunas requieren de dos dosis por persona, las 178.8 millones de dosis alcanzarán para 89.4 millones de personas. Pero, si tomamos en cuenta una merma promedio del 10%, quedarán 160.92 millones de dosis suficientes para 80.46 millones de personas.

SURGEN PREGUNTAS

Se estima que México tendrá una población de 129 millones de personas para el año entrante y que deberán ser vacunadas entre 96.75 y 109.65 millones para lograr los porcentajes necesarios para detener la pandemia. Esto significa que se necesitarán de entre 32.58 a 58.38 millones de dosis adicionales a las que hasta ahora el gobierno se ha comprometido a adquirir.

Las faltantes se adquirirán mediante el mecanismo internacional COVIX, que le dará 51.6 millones de dosis a nuestro país, y mediante compras adicionales a diversos laboratorios.

¿Cómo llegarán estas vacunas a quienes deben recibirlas?

 

CONCLUYÓ EL HOLOCENO E

INICIÓ EL ANTROPOCENO

 

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó ayer su Informe sobre Desarrollo Humano 2020 que analiza el desarrollo de 189 países no solo tomando en cuenta datos económicos como el producto interno bruto sino indicadores de salud, esperanza de vida, nivel educativo y calidad de vida.

El informe incluye el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que se basa en tres criterios: una vida larga y saludable, conocimientos y un nivel de vida digno.

Además de estos tres criterios e influido por las crisis sanitaria y ambiental cuyos efectos padecemos todos, el IDH 2020 toma en cuenta diversos factores que no se consideraron relevantes en los 27 reportes que se han realizado desde 1990.

Sindicalistas en marcha en la CDMX

Para empezar, el informe afirma que debe darse por concluida la era geológica conocida como Holoceno, que comenzó hace aproximadamente 12 000 años, al terminar la última glaciación de la Tierra, y en la cual la única especie humana que ha vivido es la nuestra, la Homo sapiens.

Ahora, de acuerdo con informe, “La comunidad científica sugiere que nos estamos adentrando en una nueva época geológica, el Antropoceno, en la que los seres humanos somos una fuerza dominante que condiciona el futuro del planeta” en la que los seres humanos debemos decidir si “aventurarnos en nuevos caminos en los que, frente a un futuro incierto, aspiremos a ampliar las libertades humanas y aliviemos las presiones planetarias” o tratar de “volver a la situación anterior y, en última instancia, fracasar en el intento y lanzarnos, sin rumbo y mal equipados, hacia un porvenir peligroso y desconocido?”.

El informe anota que “La pandemia de COVID-19 es la consecuencia más reciente y aterradora de unos desequilibrios generalizados. Los científicos han advertido insistentemente que las interacciones entre los seres humanos, el ganado y la fauna y flora silvestres provocarían cada vez con mayor frecuencia la aparición de patógenos con los que no estamos familiarizados… Los nuevos patógenos no aparecen por casualidad; las pandemias que pueden ocasionar, tampoco. La COVID-19 se ha extendido con rapidez por un mundo interconectado, causando estragos por doquier y atacando especialmente los puntos débiles de las sociedades…”.

 

RETROCESO DEMOCRÁTICO;

CRECE EL AUTORITARISMO

 

Sin embargo, anota, “pese a que la COVID-19 ha atraído la atención del mundo, las crisis preexistentes continúan. Piénsese en el cambio climático… los desequilibrios planetarios (los cambios del planeta que son peligrosos para las personas y para todas las formas de vida) y los desequilibrios sociales se agravan mutuamente… muchas de las desigualdades del desarrollo humano han ido en aumento y lo seguirán haciendo. El cambio climático, que incluye, entre otros aspectos, peligrosos cambios planetarios, no hará sino empeorarlas. La movilidad social disminuye mientras la inestabilidad social aumenta. Se observan signos inquietantes de retroceso democrático y aumento del autoritarismo. El contexto de fragmentación social dificulta la acción colectiva en todos los ámbitos, desde la pandemia de COVID-19 hasta el cambio climático”.

De entre los 189 países incluidos en el IDH 2020, México ocupa el lugar 74, posición mediocre que difícilmente se superará en el corto plazo.

El informe está en hdr.undp.org/sites/default/files/hdr2020.pdf

 

LA DESVERGÜENZA DE

BARR NO TIENE LÍMITES

 

“En 1994, Estados Unidos inició la Operación Gatekeeper en San Diego, la Operación Mantén La Línea en El Paso, y una acción similar en el Valle del Río Grande. Desde entonces, bajo cinco administraciones (dos de Bill Clinton, dos de George W. Bush y ahora la de Barack Obama), la frontera se ha convertido, y cada vez más, en una primera línea militar, junto a la cual se levanta una barda de más de 965 kilómetros de extensión fortalecida con puestos de vigilancia, reflectores y patrullas fuertemente armadas. En los lugares en donde no hay barda, hay cámaras infrarrojas, sensores, soldados de la Guardia Nacional y equipos armados de otras agencias de seguridad como la DEA (Drug Enforcement Administration), el ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives) más la recién empoderada Patrulla Fronteriza y sus propias fuerzas especiales, llamadas BORTAC y BORSTAR”.

Lo anterior se lee en la Introducción del libro Amexica: War Along the Borderline (Farrar, Straus and Giroux, New York 2010), en donde el periodista británico Ed Vulliamy describe y analiza los factores económicos y culturales que han elevado a niveles insospechados la violencia a lo largo de la frontera México-EEUU, “un territorio que parece no estar bajo el control de ninguno de los gobiernos de ambos países”.

El hecho de que el entonces presidente Bill Clinton lanzara las tres operaciones arriba mencionadas, en septiembre de 1994, evidenció el incremento del tráfico de drogas desde nuestro país a EEUU.

Que México se convirtiera en la principal ruta de transporte de cocaína, marihuana y otras drogas a EEUU, fue consecuencia de la eficiencia con que este país desarticuló las rutas marítimas que los traficantes colombianos utilizaron durante años para transportar sus productos. Así, a mediados de los 80, la frontera México-EEUU se convirtió en el lugar de paso más importante para las drogas y a finales de los 90, los narcos mexicanos lograron controlar la distribución de drogas e introdujeron la metanfetamina.‎ Hoy también son los principales exportadores de heroína y fentanilo.

Gustavo de Hoyos, titular de COPARMEX

Los números indican que desde 1971, cuando el presidente Richard Nixon le declaró la guerra a las drogas, hasta hoy, no han dado resultados las estrategias antitráfico adoptadas por los gobiernos de México y EEUU. Las drogas siguen fluyendo sin control desde nuestro país, el número de adictos no disminuye y el poder de los narcos es cada vez mayor.

Todo lo anterior viene a cuento porque después de que el Congreso mexicano reformara esta misma semana la Ley de Seguridad Nacional con el objeto de establecer nuevos controles para la presencia de agentes extranjeros en territorio nacional, el secretario de Estado William Barr dijo que “La aprobación de esta legislación sólo puede beneficiar a las violentas organizaciones criminales transnacionales y otros criminales que estamos combatiendo conjuntamente”.

La desvergüenza de Barr no tiene límites. La fallida guerra contra las drogas ha sido y es un fracaso; ha dejado casi 400 mil muertos desde 2006 y beneficiado únicamente a los narcos y a las empresas (casi todas estadounidenses) que les venden productos y servicios, tanto a los criminales como a las fuerzas del orden de ambos países.

 

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