Ruiz Healy Times : Sheinbaum, Clouthier, Nahle y el relevo generacional


El presidente Andrés Manuel López Obrador

Eduardo Ruiz-Healy

Claudia Sheinbaum

Durante varias de sus conferencias de prensa, al comentar sobre quién podría ser el próximo candidato presidencial de MORENA, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que su sucesor representará a una nueva generación de políticos.

Una vez dijo que “hay relevo generacional, porque imagínense si no tuviésemos de quién echar mano, si el pueblo de México no tuviese opciones, entonces hasta podría servir de excusa o de pretexto para justificar la reelección, y eso no, no debe de haber reelección…”.

Luego fue más preciso al explicar que “hay relevo, porque es de la generación que sigue, no sé si me explico. O sea, yo tengo 67, de 50 para arriba incluso hay mujeres y hombres”.

Y en julio pasado hasta identificó a quienes considera como probables candidatos al defender su posición de que el candidato sea definido mediante una o varias encuestas: “es el pueblo quien va a decidir, ahora el flanco progresista liberal hay muchísimos, como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Rocío Nahle, bueno, muchísimos; afortunadamente, hay relevo generacional”.

¿Cómo fueron los supuestos cambios generacionales en el pasado? Desde Lázaro Cárdenas hasta la fecha, ¿cuál fue la diferencia de edades entre cada presidente saliente y entrante?

Cárdenas era dos años mayor que Manuel Ávila Camacho y éste le llevaba tres años a Miguel Alemán, quien a su vez era 11 años menor que Adolfo Ruiz Cortines.

Ruiz Cortines era 20 años mayor que Adolfo López Mateos, que a su vez era dos años mayor que Gustavo Díaz Ordaz quien le llevaba 11 años a Luis Echeverría.

Echeverría era dos años menor que José López Portillo y éste era 14 años mayor que Miguel de la Madrid quien a su vez le llevaba 14 años a Carlos Salinas.

Salinas nació tres años antes que Ernesto Zedillo, que era nueve años menor que Vicente Fox quien a su vez era 20 años mayor que Felipe Calderón.

Calderón era cuatro años mayor que Enrique Peña Nieto y éste era 13 años menor que Andrés Manuel López Obrador.

Como puede observarse, no todas las sucesiones significaron un verdadero cambio generacional y algunas fueron un regreso al pasado, como en los casos de Ruiz Cortines, Fox y López Obrador, que tenían muchos más años de vida que sus antecesores.

Cuando deje el cargo, Andrés Manuel estará a pocas semanas de cumplir 71 años y, como ya lo dijo, el cambio generacional estará representado por un hombre o mujer que hoy tiene 50 o más años. Lo que no especificó es la edad máxima que deberá tener el candidato que representará ese cambio generacional.

Tatiana Clouthier

Esta edad tendrán el 1 de octubre de 2024, cuando empiece el próximo gobierno federal, los morenistas que AMLO mencionó: Sheinbaum 62 años, Ebrard 65, De la Fuente 73, Moctezuma 70, Clouthier 60 y Nahle 60.

Ricardo Monreal, cuyo nombre también se pronuncia como posible candidato de MORENA, tendrá 64.

Si Andrés Manuel en serio cree que habrá un relevo generacional en la presidencia, De la Fuente y Moctezuma quedan descartados de la carrera por la candidatura. Ebrard tendrá la misma edad que tenía AMLO al asumir el cargo y los demás tendrán menos de 65 años.

Curiosamente, las que por su edad mejor representarían el relevo generacional son mujeres: Sheinbaum, Clouthier y Nahle.

 

UNA INFOGRAFÍA, 10 EMPRESAS, 500

MARCAS, 55 MIL MILLONES DE DÓLARES

 

Venngage es una empresa canadiense especializada en desarrollar software para creación en línea de infografías. Sus productos están dirigidos a usuarios que no son diseñadores experimentados y que no tienen acceso a programas de diseño más costosos como Photoshop. En su biblioteca, Venngage pone a disposición de sus clientes más de 10 000 íconos y más de 100 mapas.

La empresa explica que “Las infografías (un compuesto recortado de ‘información’ y ‘gráficos’) son representaciones visuales gráficas de información, datos o conocimientos destinados a presentar información de forma rápida y clara. Pueden facilitar el conocimiento utilizando gráficos que aprovechan la capacidad del sistema visual humano para ver patrones y tendencias. Las infografías han evolucionado en los últimos años para ser usados por los medios de comunicación masiva y, por lo tanto, están diseñadas con menos suposiciones sobre la base de conocimientos de los lectores que otros tipos de visualizaciones”.

Para mí, muchas de las infografías que veo todos los días me permiten comprender rápida y fácilmente hechos, ideas y conceptos que de otra manera tendría que entender leyendo muchas páginas y viendo un buen número de cuadros, tablas y gráficos.

Hace unos días, por ejemplo, encontré una infografía desarrollada por la británica Oxfam, la confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales que realizan labores humanitarias en 90 países.

Rocío Nahle

Bajo el título “la Ilusión de la Elección”, la infografía muestra cómo solo 10 corporaciones transnacionales le venden al mundo casi 500 marcas diferentes de bebidas no alcohólicas y productos alimenticios, la mayoría de ellos procesados y envasados para tener una larga vida en los anaqueles de los autoservicios, tiendas de conveniencia y pequeños comercios. Estas 10 son: las estadounidenses Coca-Cola, General Mills, Kellog’s, Mars, Mondeléz (antes Kraft Foods) y PepsiCo; las británicas Associated British Foods y Unilever; la suiza Nestlé; y la francesa Danone.

El poderío de estas empresas que están presentes en casi todos los países es inmenso y con el paso de los años les ha permitido adquirir a sus competidores regionales y nacionales, para después añadir sus productos a su propio catálogo o, cuando no les ha convenido, desaparecerlos por completo.

La infografía de Oxfam está incompleta porque no incluye ese montón de marcas regionales o nacionales que dejaron de pertenecer a sus dueños originales para pasar a formar parte de los activos de las transnacionales mencionadas.

Por ejemplo, el infográfico de Oxfam no incluye las marcas que antes pertenecieron a empresas mexicanas y que ahora son de Coca-Cola: aguas Ciel y Topo Chico; refresco Sidral Mundet; Jugos Del Valle; leches y yogures Santa Clara.

Tampoco muestra marcas que antes fueron propiedad de empresas nacionales y que ahora pertenecen a Nestlé, como son los chocolates Carlos V, Larín o Almon-Ris.

Y así con la mayoría de las otras ocho transnacionales mencionadas.

Confieso que me sorprendí al mirar la infografía porque, de un sopetón, vi la fuerza de estas grandes corporaciones cuyos ingresos netos en conjunto en 2019 superaron los 55 000 millones de dólares (1 130.7 billones de pesos al tipo de cambio de ayer).

 

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