- Ernesto Zedillo privatizó ferrocarriles de México durante su mandato.
- Hoy sólo persisten dos servicios de trenes de pasajeros en todo el país.
- Posee Andrés Manuel López Obrador 69 % de simpatía de la población.
- ¿Será el sexenio de López Obrador el del Turismo? Todo indica que sí.
- Kiko Vega resultará ser enterrador del PAN en Baja California, aseguran.
Eduardo Ruiz Healy
Entre los muchos desatinos que tuvo Ernesto Zedillo como presidente está el de haber privatizado los ferrocarriles sin exigirle a las empresas que los adquirieron que mantuvieran el servicio de transporte de pasajeros entre las principales poblaciones del país. Así, en 1997 se realizó el último recorrido de un tren de pasajeros, que cubrió la ruta México-Veracruz. Desde entonces los mexicanos hemos tenido que movernos en automóviles, autobuses o aviones, a diferencia de los habitantes de la mayor parte de los países europeos que utilizan trenes para viajar.
Al vender los ferrocarriles, con total irresponsabilidad, el hombre que prefirió largarse del país al concluir su sexenio para trabajar para sus patrones estadounidenses, no sólo nos privó de un excelente medio de transporte sino que condenó a la ruina económica a quién sabe cuántas poblaciones que se beneficiaban por el solo hecho de contar con una estación de tren que los unía con el resto del país.

Hoy, 21 años después, sólo hay dos servicios de ferrocarril de pasajeros: el Chihuahua-Pacífico (Chepe), de 653 kilómetros de extensión, que conecta a la ciudad de Chihuahua con Los Mochis, Sinaloa y; el Tequila Express, de 40 kilómetros de extensión, que va de Guadalajara hasta las destilerías Herradura en Amatitán y José Cuervo en Tequila, Jalisco. Ambos, el Chepe y el Tequila Express han contribuido a la prosperidad de las poblaciones que sirven y, en el caso del primero, muchas poblaciones de Chihuahua y Sinaloa hubieran muerto sin su servicio.
Por todo lo anterior creo, sin ser un especialista en la materia, que es buena la idea del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de construir un Tren Maya o Tren Turístico Transpeninsular que daría servicio en varios estados de la Península de Yucatán y del sur mexicano.
La ruta del Tren Maya que originalmente anunció AMLO iría de Cancún a Palenque, pasando por Tulum, Bacalar y Calakmul. Sin embargo, hace unos días dio a conocer que ahora se construirán dos ranales: la primera sería la ruta Palenque-Candelaria- Escárcega- Xpujil (cerca de Calakmul)- Bacalar-Tulum-Cancún; la segunda sería la ruta Palenque-Candelaria-Escárcega- Campeche-Mérida- Valladolid-Cancún. En total 1,500 kilómetros de recorrido.
Se estima que construir este tren costará entre 150,000 y 170,000 millones de pesos y con fondos públicos y privados. La licitación del proyecto se lanzará el 1 de diciembre y ojalá que la misma no adolezca de los defectos y aparentes corruptelas que acabaron con el proyecto del tren rápido CDMX-Querétaro que el gobierno de Enrique Peña Nieto prometió construir cando era candidato presidencial.
El Tren Maya, de realizarse, beneficiará grandemente a los prestadores de servicios turísticos de Quintana Roo, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas. Si se hace bien el proyecto, también debe beneficiar a un buen número de habitantes de esos estados.
Ojalá que al concluir el sexenio de AMLO podamos exclamar, antes de irnos de viaje: ¡Qué nos lleve el tren!

AMLO DEBERÁ DAR RESULTADOS EN EL CORTO PLAZO
Una nueva encuesta, realizada por el diario defeño El Universal y difunda ayer, muestra que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador ya cuenta con la simpatías de casi el 69% de la población. Esto es 16 puntos porcentuales más los que votaron por él (53.2%) y siete puntos más que los que en una encuesta realizada entre el 19 y 22 de julio por el diario Reforma y COPARMEX manifestaron tener una muy buena/buena opinión sobre él (62%) (a esta encuesta me referí en este espacio el 6 de agosto pasado).
La encuesta, que puede verse en http://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/transicion-2018/nota/1348510/0/arranca-amlo-con-aprobacion-del-64-y-gran-expectativa#info, fue realizada del 8 al 12 de agosto y estos son algunos de sus resultados:
1.- El 65% de los encuestados consideró que el gobierno de Andrés Manuel cumplirá sus promesas de campaña.
- – 69% opinó que con AMLO la situación del país mejorará.
- – En cuanto a su desempeño como presidente electo, los encuestados le dieron una calificación de 7.43 puntos sobre 10, muy por arriba de los 4.41 con que calificaron al presidente Enrique Peña Nieto.
4.- 60% estuvo de acuerdo con el plan de descentralización del gobierno propuesto por AMLO; 94% apoyó que se reduzca en 50% el sueldo de los altos funcionarios; 50% aprobó que el próximo presidente gane 108,000 al mes, pero 91% dijo que eso es mucho dinero.
5.- En relación con la multa que el INE le impuso recientemente a MORENA por el supuesto desvío de recursos destinados a los damnificados de los sismos de septiembre pasado por medio de un fideicomiso, 40% coincidió con AMLO en que se trató de una venganza y otro 43% opinó que él tiene la razón.
- – 60.3% estimó que López Obrador volvería a ganar si la elección presidencial se realizara
- – 84% dijo que ningún partido político realmente los representa.
Con base en estos resultados es evidente que desde el 1 de julio AMLO ha sabido atraer hacia su causa a 9,057,764 de personas que no votaron por él (esta cifra es el 16% de los 56,611,027 de mexicanos que acudieron a las urnas el 1 de julio).
Que casi 7 de cada 10 personas crean que el país mejorará durante la gestión de AMLO significa que éste deberá dar resultados dentro de un muy corto plazo porque los que han depositado en él su confianza probablemente no tengan la paciencia de esperar mucho para sentir o percibir que las cosas mejoran, sobre todo respecto a los niveles de inseguridad y violencia que existen en casi todo el país.
En junio la tasa de homicidios fue de 26.4, arriba del 25.1 de junio de 2017 y del 18.1 de junio de 2016, lo que significa que hay una epidemia de homicidios. Si en junio de 2019 esta tasa no ha disminuido sensiblemente, ¿se desplomará la confianza que tantos le tienen a Andrés Manuel?

¿SERÁ EL DE AMLO EL SEXENIO DEL TURISMO?
Ensenada, Baja California. – Desde que me inicié en el oficio del periodismo, allá en 1982, he sostenido que el turismo debería ser un sector fundamental de la economía mexicana, una industria que atraiga grandes inversiones, un importante generador de empleos que permita una mejor distribución de la riqueza.
Lamentablemente, la mayoría de los presidentes que desde ese año han gobernado a México no compartieron mi punto de vista, si recordamos a quienes colocaron al frente de la Secretaría de Turismo.
Miguel de la Madrid designó a un conocedor del tema, Antonio Enríquez Savignac, quien antes había fundado el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) y, como su director general, jugó un papel fundamental en la creación de Cancún.
Carlos Salinas tuvo tres secretarios de Turismo. El primero fue el millonario exgobernador del Estado de México, Carlos Hank González, sin experiencia en el sector. El segundo fue Pedro Joaquín Coldwell, ex gobernador de Quintana Roo y miembro de una familia involucrada en el negocio turístico. El tercero fue Jesús Silva Herzog, que fue secretario de Hacienda en los desastrosos gobiernos de López Portillo y De la Madrid.
Ernesto Zedillo nombró como secretaria a Silvia Hernández, que había sido diputada y senadora. Luego vino Oscar Espinosa Villarreal, ex jefe del Departamento del Distrito Federal. Él fue obligado a renunciar en noviembre de 2000 después de que la entonces perredista y jefa de gobierno del DF, Rosario Robles, lo acusara de robarse y desviar 420 millones del gobierno defeño.

Leticia Navarro fue la primera secretaria de Turismo que tuvo Vicente Fox. Antes fue la exitosa directora general de una empresa de cosméticos, pero de turismo no sabía gran cosa. Su sucesor, Rodolfo Elizondo, que fue ratificado en el cargo por Felipe Calderón, sabía aún menos que ella. Gloria Guevara fue la tercera y última secretaria de Calderón y antes había dirigido una empresa de sistemas de reservaciones, tecnología y viajes.
Durante este sexenio que finaliza, Claudia Ruiz Massieu fue secretaria de Turismo hasta agosto de 2015 y realmente no hizo nada digno de comentario. Afortunadamente, su sucesor Enrique de la Madrid, con amplia experiencia en diversas áreas, ha tenido una gestión más que exitosa, logrando colocar a México dentro de los ocho primeros destinos turísticos internacionales.
Andrés Manuel ha designado como secretario de Turismo a Miguel Torruco, de muy amplia experiencia dentro del sector. Mejor aún, ayer anunció que la dueña de los exitosos restaurantes Contramar, Gabriela Cámara, sería la Directora General del Consejo de Promoción Turística, y que Rogelio Jiménez Pons, quien hace 40 años fuera director de Turismo de Tabasco y coordinó el proyectos urbanístico Tabasco 2000, será el director del FONATUR.
Si Torruco, Cámara y Jiménez Pons hacen bien su trabajo, el de AMLO podría ser el sexenio del turismo. Ojalá lo sea.

EL DECEPCIONANTE KIKO VEGA
En julio de 1989 el panista Ernesto Ruffo pasó a la historia al ganar el 52.3% de los votos emitidos en la elección gubernatorial de Baja California y, por ello, convertirse en noviembre de ese mismo año en el primer gobernador no priista de una entidad federativa desde que el PRI se fundara en 1929.
Desde 1989 seis panistas han gobernado Baja California de manera ininterrumpida: Ruffo (1989-95), Héctor Terán (1995-98, quien falleció en el cargo), el interino Alejandro González Alcocer (1998-2001), Eugenio Elorduy (2001-07), José Guadalupe Osuna (2007-13) y Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid (2013-2019).
El hecho de que los candidatos del PAN ganaran las elecciones gubernatoriales realizadas en 1995, 2001, 2007 y 2013 indican que la mayoría de los bajacalifornianos estaban satisfechos con sus mandatarios estatales. Terán ganó al obtener el 49.6% de los votos, Elorduy con el 48.7%, Osuna con el 50.4% y Vega con el 47.0%.

El año entrante se cumplirán 30 años desde que la gubernatura bajacaliforniana quedó en manos del PAN y todo permite suponer que Kiko Vega le heredará el cargo a un no panista que triunfará en la elección que se realizará en julio de 2019.
El PAN perderá el gobierno de Baja California después de controlarlo durante tres décadas en vista de que el actual gobernante ha decepcionado a quienes creyeron y votaron por él hace cinco años. Tanto él como diversos funcionarios de su administración se han visto envueltos en diferentes escándalos que no se han convertido en problemas mayúsculos para ellos en vista del control que el gobernante ejerce sobre el poder judicial estatal. Basta con buscar “escándalos corrupción Kiko Vega” a través de Google para encontrar 34,900 resultados que de alguna manera u otra se refieren a la corrupción de Vega y algunos de sus funcionarios y la forma en que éste se ha enriquecido desde que llegó al cargo sin siquiera preocuparse de ocultar su inmensa fortuna.

Una de las denuncias más recientes contra Vega fue hecha por Serge Dedina, el alcalde de Imperial Beach, California, quien acusó al gobernador de ser responsable de que a las playas que Tijuana y California comparten se arrojen 170 millones de litros diarios de aguas negras porque las plantas de tratamiento de agua de Baja California no sirven, resultado de lo que el alcalde llamó “la corrupción masiva” de Kiko. La única respuesta que fue capaz de dar el gobernador fue que a Dedina le gusta el “sensacionalismo”.
El descontento de los bajacalifornianos hacia su gobernador se expresó claramente el 1 de julio pasado, en donde candidatos de Morena ganaron las dos senadurías de mayoría y las ocho diputaciones federales. Los abanderados del PAN, como los de los demás partidos solo hicieron el ridículo.
El decepcionante Kiko Vega resultará ser el enterrador del PAN en Baja California.
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