Ruiz Healy Times : Ganó Milei, ¿Podrá negociar con la mayoría opositora?


Javier Milei
  • Sólo tiene 7 de 72 senadores y 38 de 257 diputados en Congreso argentino.
  • Emanado del partido La Libertad Avanza ha propuesto temerarias medidas.
  • Índice de Inclusión en Salud de Economist Impact ubica a México en lugar 60.
  • Critica infraestructura y cantidad de fuerza laboral (médicos y enfermeras).

Eduardo Ruiz-Healy

Sergio Massa

El populista de derecha Javier Milei ganó ayer la elección presidencial en Argentina. Con el 55.7% de los votos a su favor, superó por 11.4 puntos porcentuales a Sergio Massa, el populista de izquierda y secretario de Economía del ineficaz presidente Alberto Fernández.

En el discurso apasionado y motivacional que pronunció después de conocerse su victoria, empleó un estilo retórico enfocado en inspirar y unificar, con el uso de frases repetitivas para reforzar el mensaje, ejemplificado en expresiones como “¡Viva la libertad, carajo!”.

Se refirió a un nuevo comienzo para Argentina; destacó el liberalismo libertario como filosofía clave, promoviendo un gobierno limitado, el respeto a la propiedad privada y el comercio libre; criticó el modelo de un Estado omnipresente, empobrecedor de la nación y benefactor de una minoría; invitó a todos a participar en su movimiento, independientemente de sus antecedentes políticos, enfatizando la importancia de la unidad para el progreso nacional; mencionó a diversos individuos y a miembros de partidos políticos, lo que indica alianzas y agradecimientos hacia aquellos que han apoyado su movimiento; presentó una visión optimista y realista del futuro, reconociendo problemas actuales como la pobreza, la inflación y la inseguridad, y proponiendo soluciones basadas en las ideas de libertad; criticó a los gobiernos y políticas anteriores, señalándolos como responsables del declive del país; y prometió que Argentina retomará su posición en el mundo.

Milei concluyó su discurso con un tono emocional y religioso, agradeciendo a sus seguidores y refiriéndose a lo divino, posiblemente como estrategia para conectar emocionalmente con la audiencia.

Recordemos sus principales propuestas: 1. Políticas de libre mercado, con el objetivo de reducir el tamaño y el rol del gobierno en la economía. Esto incluye propuestas para la desregulación, la reducción del gasto público y la privatización de empresas estatales; 2. Reducciones significativas de impuestos, argumentando que impuestos más bajos estimularán el crecimiento económico y atraerán inversiones; 3. Desaparición del Banco Central, adopción del dólar como la moneda de Argentina, o la adopción de una junta monetaria como alternativas al sistema monetario actual para estabilizar el peso argentino; 4. Una intervención mínima del Estado en la vida de los ciudadanos; 5. Reformar el sistema educativo para incluir más principios orientados al mercado y basados en la libertad; 6. Eliminar las políticas populistas de los movimientos kirchnerista y peronista que han dominado la historia argentina reciente.

¿Podrá Milei cumplir sus promesas de campaña? No le será fácil, en vista de que su partido, La Libertad Avanza, sólo tiene 7 de 72 senadores y 38 de 257 diputados en el Congreso argentino. Por ello, deberá negociar con la oposición, a la cual ha criticado y hasta insultado duramente desde hace tiempo. Habrá que ver si tiene habilidades de negociador y si sus adversarios tienen el más mínimo deseo de negociar con él. Tal vez prefieran que el nuevo gobierno fracase rotundamente para así tratar de recuperar el poder en 2027.

Durante el gobierno de Milei, “No llores por mi Argentina” podría ser el nuevo himno nacional del país sudamericano.

 

EL SISTEMA DE

SALUD DE LA 4T

 

Alberto Fernández

La salud es fundamental para que podamos funcionar y prosperar en diversos aspectos de la vida, incluyendo el aprendizaje, el trabajo, la comunicación y la formación de relaciones. No se trata solo de la ausencia de enfermedad, sino del bienestar físico, mental y social. La mala salud afecta significativamente a individuos, comunidades y países enteros, consumiendo recursos y limitando su crecimiento. Las disparidades en salud son evidentes, con diferencias notables en el acceso a la atención médica, la calidad del tratamiento y componentes esenciales para una buena salud, como la educación, la vivienda y una alimentación nutritiva. Estas disparidades afectan principalmente a grupos vulnerables o marginados.

Hace unos días se difundió el The Economist Impact’s Health Inclusivity Index (en español:  El Índice de Inclusión en Salud de Economist Impact) elaborado por una unidad de The Economist Group.

El reporte define a la inclusión en salud como el proceso de eliminar barreras personales, sociales, culturales y políticas que impiden a individuos y comunidades alcanzar una salud óptima y una vida plena. Para fomentarla se necesitan políticas efectivas que aborden las causas fundamentales de las disparidades y la exclusión. Estas medidas deben asegurar que los servicios de salud no solo estén disponibles, sino que también sean accesibles, fáciles de entender y de alta calidad.

El Índice de Inclusión en Salud evalúa los esfuerzos gubernamentales de 40 países para hacer accesible la buena salud a todos. Para calificar a un país analiza más de 50 indicadores en tres dominios: 1. La situación que guardan las políticas de inclusión en salud; 2. La disponibilidad de sistemas e infraestructura esenciales, y; 3. Las acciones para empoderar a individuos y comunidades en el manejo de su salud.

Los hallazgos clave revelan una brecha significativa entre la política y su implementación, indicando que sistemas de salud efectivos necesitan no solo políticas robustas, sino también una implementación significativa. Más del 60% de los encuestados encontró obstáculos para acceder a la atención médica, siendo la falta de citas, la distancia y costos de viaje, y la falta de confianza en los servicios de salud, los principales impedimentos.

Los jóvenes, especialmente de la Generación Z y los Millenials, enfrentan mayores retos en el acceso a la atención médica, con un 21% reportando negativas de atención, comparado con el 14% de los mayores. El costo es una barrera significativa, tienden a desconfiar más de los proveedores de salud y recurren frecuentemente a las redes sociales para informarse.

México, con 60 puntos, ocupa el lugar 29 en el Índice. Obtiene altas calificaciones en el dominio de Salud en la Sociedad, pero bajas en cuanto a su infraestructura y la cantidad y calidad de su fuerza laboral (médicos y enfermeras).

El presidente Andrés Manuel López Obrador debería pedirle a una persona de su entera confianza que lea y estudie el reporte y se lo explique después. Eso, para que no crea todo lo que  dicen sus supuestos expertos en la materia que le han hecho creer que es fácil crear un sistema de salud pública de calidad, como el de Dinamarca.

El reporte está en impact.economist.com/projects/health-inclusivity-index.

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