Eduardo Ruiz-Healy
El próximo 2 de junio, votantes de nueve entidades federativas en México elegirán nuevos gobernadores. Según las «encuestas de encuestas» de polls.mx, los candidatos de Morena que llevan ventaja en las encuestas son los morenistas Clara Brugada en Ciudad de México, Eduardo Ramírez en Chiapas, Margarita González en Morelos, Alejandro Armenta en Puebla, Javier May en Tabasco y Rocío Nahle en Veracruz. Pablo Lemus de Movimiento Ciudadano destaca en Jalisco, mientras que los candidatos del PAN, Libia Dennise García en Guanajuato y Renán Barrera en Yucatán, lideran sus respectivas contiendas. Estas encuestas pueden verse enhttps://shorturl.at/tvyQ0.
Esta dinámica electoral se contrasta con los niveles de aprobación ciudadana de los actuales gobernadores de las nueve entidades, de acuerdo con Rankin Mitofsky/El Economista realizado el mes pasado que está en https://shorturl.at/GHL46.
En Morelos, Cuauhtémoc Blanco (Morena) tiene solo el 30.3% de aprobación y es el peor evaluado de los 32, pero el 49% de los votantes prefieren a González, su correligionaria. En Chiapas, el morenista Rutilio Escandón cuenta con el 50.6% de aprobación y Ramírez aventaja con el 60% de la intención de voto. En CDMX, Martí Batres (Morena) tiene una aprobación del 50.8%, pero el 53% apoya a Brugada según polls.com.
En Puebla, Sergio Salomón Céspedes (Morena), quien asumió tras el fallecimiento de Miguel Barbosa en diciembre de 2022, goza del 52.8% de aprobación, y Armenta lidera las preferencias con el 60%. En Tabasco, Carlos Manuel Merino (Morena), quien reemplazó a Adán Augusto López cuando este fue designado secretario de Gobernación, tiene una aprobación del 52.9% y May podría alcanzar el 59% de los votos. Cuitláhuac García (Morena) en Veracruz muestra una aprobación del 53.2%, con Nahle liderando la intención de voto con el 53%.
En Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez (PAN) cuenta con el 53.6% de aprobación, y Libia Dennise encabeza con el 51% de la intención de voto. Enrique Alfaro (MC) en Jalisco es aprobado por el 54.2% de los votantes, y su compañero de partido, Lemus, lidera con el 47% de las preferencias. Finalmente, en Yucatán, el gobernador Mauricio Vila (PAN), el mejor evaluado de los 32, respalda a Barrera, que con el 47% de la intención del voto una ligera ventaja frente al 44% de su rival de Morena.
De los resultados anteriores destaca el hecho de que en Morelos vaya a ganar la candidata de Morena pese a la pésima y hasta desastrosa administración de Blanco. También llama la atención que en Yucatán el candidato panista aventaje por tan pequeño margen a su rival morenista (que antes era panista) con todo y que el actual gobernador sea el mejor evaluado en el país.
También es de notarse como en cada uno de los estados el candidato o la candidata del partido en el poder es, de acuerdo con polls.com, el favorito o favorita para ganar la gubernatura. Aparentemente, la mayoría de los votantes no está buscando un cambio sino que espera que su siguiente gobernante sea mejor que el actual.
Ya solo faltan 40 días para que millones de mexicanos participemos en la elección más grande de nuestra historia. Después del 2 de julio sabremos cuáles encuestadoras fueron las más precisas y cuáles las menos.
ENTRE ESTANCAMIENTO Y OPORTUNIDADES, EL
FUTURO ECONÓMICO QUE ENCONTRARÁ SHEINBAUM
La próxima presidenta de México, quien de acuerdo con casi todas las encuestas será Claudia Sheinbaum, no la tendrá nada fácil y desde el 1 de octubre entrante deberá enfrentar la triste realidad de una economía cuyo crecimiento en 2024 será menor que el del año pasado.
La desaceleración económica empezó en el cuarto trimestre de 2023, cuando el producto interno bruto (PIB) mostró un crecimiento trimestral de 0.08%, el peor desempeño desde el tercer trimestre de 2021. Eso explica, en parte, que en 2023 el PIB creciera 3.2%, o 17.9% menos que el 3.9% que alcanzó en 2022.
En enero, de acuerdo con el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) del INEGI dado a conocer el 22 de marzo, el PIB se contrajo de 0.63%, la mayor caída desde mayo de 2020. Esta fue la cuarta contracción mensual consecutiva, algo que no se había registrado desde el periodo junio-septiembre de 2021.
Hace unos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió su reporte “Perspectivas económicas para las Américas, abril de 2024” en donde anota que este año el PIB de nuestro país crecerá 2.3% y no el 2.7% que había antes estimado
Y en 2025 y 2026 las cosas aparentemente no mejorarán en opinión del Banco Mundial, que en su Informe Económico América Latina y el Caribe también difundido hace unos días estima que el PIB aumentará 2.10% en 2025 y solo 2.00% en 2026.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en sus Pre-Criterios Generales de Política Económica 2025 difundidos a fines del mes pasado, estima que rango de crecimiento del PIB este año será de entre 2.5 a 3.5 y que para 2025 será de entre 2.0 y 3.0%.
El Economist Intelligence Unit (EIU) espera “que el crecimiento se modere en 2024, pero se mantenga firme, en un 2.3% (…) En el mediano plazo, México seguirá beneficiándose de los esfuerzos de nearshoring de Estados Unidos. Las ganancias obtenidas serán modestas, ya que las políticas estatistas del gobierno (especialmente en el sector energético) mantendrán las preocupaciones de los inversores sobre los derechos contractuales y el entorno empresarial, pero ayudarán a respaldar el crecimiento anual del PIB del 2.2% en 2025-28…”.
Por todo lo anterior, Sheinbaum enfrentará un escenario económico repleto de retos. En primer lugar, el crecimiento del PIB en los siguientes años no será suficiente para impulsar significativamente la economía o para resolver problemas estructurales profundos, como el desempleo o la desigualdad social. En segundo lugar, sin un marco regulatorio estable y atractivo que garantice reglas claras, los beneficios del nearshoring podrían no materializarse completamente.
Claudia tiene ante sí la oportunidad de implementar políticas que mejoren el clima de inversión y fortalezcan la confianza empresarial. La reformulación de políticas en sectores clave, como el energético, y el fortalecimiento de la infraestructura legal y empresarial son imprescindibles para aprovechar el potencial de crecimiento del país.
En resumidas cuentas, Sheinbaum necesitará enfrentar estos desafíos con una combinación de realismo y visión innovadora. Las medidas que se tomen en los próximos años serán cruciales para definir la viabilidad económica de su gobierno y el bienestar futuro de millones de mexicanos.
¿PARA CUÁNDO TESLA
EN NUEVO LEÓN?
La noticia sobre la instalación de una fábrica de Tesla en Nuevo León ha generado una mezcla de optimismo y cautela entre los observadores económicos y políticos del país. La llegada de la gigante de vehículos eléctricos presidida por el mutimultimillonario Elon Musk, promete transformar no solo la economía local sino también posicionar a México en un lugar privilegiado dentro de la industria automotriz global. Sin embargo, los retrasos y las condiciones impuestas para su establecimiento pintan un cuadro de incertidumbre que no debe ser ignorado.
El gobernador emecista de Nuevo León, Samuel García, ha manifestado su entusiasmo por este proyecto, pidiendo hace un mes que se realice la ceremonia de colocación de la primera piedra de la gigafábrica. Este gesto simbólico significaría mucho más que la construcción de una simple planta; sería la afirmación de que Nuevo León y, por extensión, México, están listos para ser líderes en la tecnología de punta y la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, las preocupaciones expresadas por Musk respecto a las altas tasas de interés, el clima económico global y la infraestructura regional son un recordatorio de que el camino hacia la innovación no está exento de obstáculos.
Los retos son claros: infraestructura insuficiente, trámites burocráticos lentos y una economía global llena de incertidumbres. Musk ha sido enfático en solicitar mejoras en servicios básicos y transporte antes de invertir los primeros miles de millones de dólares en la fábrica regiomontana. Esto debería ser una señal de alerta para los planificadores urbanos y líderes políticos de nuestro país. No basta con atraer inversiones extranjeras; es fundamental crear un entorno que sustente y potencie estas inversiones a largo plazo.
Además, la estrategia reciente de Tesla de aumentar la producción en sus plantas existentes, en lugar de expandirse en nuevas ubicaciones como la planeada en Santa Catarina, Nuevo León, sugiere una postura de cautela por parte de la empresa. Esta decisión, motivada por un enfoque en la eficiencia del capital y el crecimiento prudente, podría interpretarse como una señal de que México aún tiene mucho que hacer para ser considerado un destino seguro y rentable para futuras megainversiones.
Por otro lado, la competencia no descansa. La incursión de fabricantes chinos en el mercado estadounidense a través de México es descrita como una amenaza de “nivel de extinción” para sectores de la industria de Estados Unidos. Esto no solo subraya la importancia estratégica de nuestro país como un jugador central en la cadena de suministro automotriz, sino también como un campo de batalla donde se definirán los futuros líderes del mercado de vehículos eléctricos.
En resumen, la fábrica de Tesla en México no es solo una promesa de progreso económico y tecnológico, sino también un compendio de los desafíos que el país enfrenta como nación en la búsqueda de desarrollo sostenible. México debe responder a estas oportunidades con una visión clara y una ejecución impecable. La capacidad de para manejar estos desafíos decidirá si somos simplemente un país de tránsito o un verdadero líder en la revolución industrial del siglo 21.
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