Ruiz Healy Times : El amenazador discurso de Putin fue opacado por la Fed


Vladimir Putin
  • Reserva Federal aumentara tasas de interés en 0.75
  • Israel el país más militarizado del mundo: GMI

Eduardo Ruiz Healy

Fuerzas militares rusas

En todo conflicto, tanto entre naciones como entre personas, siempre hay dos versiones de la realidad.

Desde que Rusia invadió a Ucrania, el 24 de febrero pasado, la versión que ha prevalecido en nuestro país, que por razones geográficas pertenece al mundo occidental, es la de los países que conforman a la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), que apoyan a Ucrania con armamentos y recursos económicos y materiales.

Ayer, el dictador ruso Vladimir Putin dio su versión en un discurso que ha trascendido las fronteras de su país debido a las amenazas nada veladas que lanzó contra los países de occidente que califica como los enemigos de Rusia.

Habló de la guerra y sus causas, anunció una movilización parcial que integrará a 300 mil rusos a las fuerzas armadas y amenazó con utilizar armas nucleares en caso de ser necesario.

Repitió lo que muchas veces ha dicho, que el objetivo de algunos países de Occidente “es debilitar, dividir y finalmente destruir Rusia”, para fragmentarlo “en numerosas regiones que estarían en disputa mortal entre sí”.

Justificó su decisión de invadir a Ucrania porque “iniciar una operación militar preventiva era necesaria y la única opción” y que el único objetivo que persigue es liberar todo Dombás, la región que incluye las autoproclamadas repúblicas populares de Lugansk y Donetsk. Aseguró que la primera “ha sido liberada de los neonazis casi por completo” y que continúan los combates en la segunda.

Según él, después del inicio de su invasión, Ucrania quería la paz pero Occidente le “ordenó a Kiev” que no llegara a ningún acuerdo.

Luego anunció “una movilización parcial” que comenzó ayer mismo y que “llamará a los reservistas militares, principalmente aquellos que sirvieron en las fuerzas armadas”.

Según él, “algunos representantes de alto rango de los principales países de la OTAN” han hablado “sobre la posibilidad y la admisibilidad del uso de armas de destrucción masiva –armas nucleares– contra Rusia.

Luego amenazó: “nuestro país también tiene diferentes tipos de armas, y algunas de ellas son más modernas que las armas que tienen los países de la OTAN. En caso de amenaza a la integridad territorial de nuestro país y para defender a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda haremos uso de todos los sistemas de armas a nuestro alcance. Aquellos que están usando el chantaje nuclear contra nosotros deben saber que los vientos pueden dar la vuelta”.

El discurso fue criticado ampliamente alrededor del mundo y en Nueva York, donde muchos gobernantes que asisten a la asamblea general de la ONU se pronunciaron contra la invasión de Ucrania. En Pekín un portavoz del gobierno chino no apoyó a su aliado y pidió un “alto al fuego a través del diálogo y la consulta”.

En Roma, el papa Francisco dijo que sólo pensar en usar armas nucleares es una locura.

Curiosamente, el discurso de Putin pasó a segundo plano después de que la Reserva Federal aumentara sus tasas de interés en 0.75 puntos porcentuales por tercera vez consecutiva, lo que presagia una mayor desaceleración de la economía de EEUU y el mundo.

Las palabras del ruso seguramente son analizadas y evaluadas en Bruselas y Washington.

MÉXICO LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA

Escribí en mi anterior columna que México se está militarizando porque presenta una o más de las cinco características que Richard Tanter, profesor de la Universidad de Melbourne y experto en armas nucleares y desarme, define para concluir que un “Estado o sociedad está en proceso de militarización”: “(a) un aumento en el tamaño, costo y capacidad coercitiva de las fuerzas armadas, policías y agencias de seguridad; (b) un mayor papel político de los militares; (c) un aumento en la confianza del Estado en la fuerza organizada, dentro y fuera del país, para asegurar sus objetivos políticos, en lugar de la hegemonía ideológica y la negociación; (d) un cambio en la cultura hacia valores y creencias que apoyen más efectivamente la violencia estatal organizada; y (e) aumentar la alineación o alianza militar ofensiva externa con otros estados, o el uso de la fuerza externamente”.

En nuestro país se presentan la primera (a) y la segunda (b) de las características y podrían estarse generando las condiciones para que la cuarta (d) llegue a ser ampliamente aceptada por la población. Hasta el momento no veo nada que indique que estén presentes las tercera (c) y quinta (d).

Ahora bien, ¿qué tan militarizado está México según mediciones realizadas por diversas organizaciones internacionales?

No mucho, si se le compara con la mayoría de los demás países según el Global Militarisation Index 2021 (GMI), la medición más actualizada que sobre el tema se ha publicado.

En el GMI que anualmente elabora el Centro Internacional de Estudios de Conflictos de Bonn (BICC), un instituto de investigación alemán, nuestro país aparece como uno de los menos militarizados del mundo, ocupando la posición 143 de entre 153 países. Arriba solamente de  Irlanda, Papúa Nueva Guinea, Madagascar, Cabo Verde, Trinidad y Tobago, Malta, Mauricio, Panamá, Costa Rica y Haití.

El BICC explica que el GMI mide “el peso relativo y la importancia de las fuerzas armadas de un estado en relación con su sociedad como un todo”. Para ello, el GMI registra una serie de indicadores para representar el nivel de militarización de un país: 1. gastos militares y gastos en el sector salud como porcentajes del producto interno bruto (PIB); 2. Comparación del número total de efectivos militares y paramilitares con el número de médicos y población en general; 3. Número de sistemas de armas pesadas disponibles con relación al número total de población.

De acuerdo con el GMI, los 20 países más militarizados son en orden descendente: Israel, Omán, Azerbaiyán, Kuwait, Armenia, Arabia Saudita, Brunéi, Bahréin, Singapur, Rusia, Jordania, Argelia, Corea del Sur, Grecia, Chipre, Ucrania, Lebanon, Iraq, Marruecos y República del Congo. Estados Unidos queda en el lugar 25 y China en el 97.

Preocupémonos si en los siguientes GMI, México asciende en la tabla de posiciones. Mientras, actuemos todos para que se detenga el proceso de militarización emprendido por Felipe Calderón y continuado por Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.

Hasta el momento, la militarización del país es leve y debemos manifestar nuestra oposición a que siga avanzando. No se trata de alcanzar o rebasar a 18 países latinoamericanos y del Caribe mucho más militarizados que el nuestro.

 

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