Ruiz Healy Times: Después del acuerdo de gasoductos ¿empezarán a invertir empresarios?


El presidente Andrés Manuel López Obrador, Manuel Bartlett, titular de la CFE y empresarios relacionados con los gasoductos
  • Logran acuerdo con cuatro empresas propietarias de siete ductos.
  • Ese asunto fue uno de los puntos divergentes con Carlos Urzúa.
  • Inicio de clases y  proyecto de AMLO, Nueva Escuela Mexicana.
  • Educación, muchos recursos al rubro; mediocres los resultados.
  • Futuro 21, nacidos para perder; elecciones 2018 tumba del PRD.
  • “Los Chuchos”, José Narro y Gabriel Quadri entre sus dirigentes.

Eduardo Ruiz Healy

El 11 de febrero pasado, durante su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador denunció que se hicieron “negocios jugosos al amparo del poder público, se han celebrado contratos leoninos para favorecer a particulares”.

AMLO se refería a siete “grandes gasoductos” cuya construcción estaba detenida y que, de acuerdo a los términos de los contratos, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) estaba obligada a seguirle pagando a las empresas constructoras, aunque no se estuviera transportando gas por los ductos. Añadió que esto le costaría 21 mil millones de dólares a la CFE.

Anunció que se estaba buscando una revisión de los contratos para no aumentar los precios de la electricidad y que “de ninguna manera se va a hacer por la fuerza, queremos que sea una participación voluntaria”.

En el mismo evento el director general de la CFE, Manuel Bartlett, informó que las cuatro empresas propietarias de los siete ductos son Carso Energy, IMG (Consorcio IEnova y TC Energía) y Fermaca.

Red de gasoductos de la CFE

PROBLEMA CON CARLOS URZÚA

La decisión del gobierno de renegociar esos “contratos leoninos” suscritos por el gobierno de Enrique Peña Nieto fue una de las discrepancias que tuvo con AMLO el exsecretario de Hacienda Carlos Urzúa, según lo declaró éste después de renunciar a su cargo el 9 de julio pasado.

Urzúa asegura que le dijo a su entonces jefe que México estaba obligado a honrar los contratos y que le advirtió de los riesgos que representaba incumplirlos. Según el exsecretario, Andrés Manuel lo acusó de ser neoliberal y de no tener los conocimientos legales necesarios para cuestionar a Bartlett.

Desde que se anunció que se buscaría renegociar los contratos, la mayoría de quienes integran la comentocracia financiera, tal vez recibiendo línea del entonces secretario de Hacienda y de algunas o todas las empresas contratistas, criticaron la decisión del presidente e insistieron en que “debían honrarse”.

De febrero a la fecha sucedieron muchas cosas. Las empresas se le adelantaron a la CFE al solicitar arbitrajes internacionales y ésta hizo lo mismo después. Una de ellas incluso demandó al gobierno de México con base en las declaraciones de Urzúa.

El asunto parecía complicarse hasta que ayer AMLO entró al Salón Tesorería de Palacio Nacional para ofrecer su conferencia de prensa acompañado de Bartlett y otras 12 personas, entre ellas, Carlos Slim, presidente honorario de Grupo Carso, Carlos Ruiz Sacristán, presidente de IEnova, Carlos Salazar Lomelí, presidente del Consejo Coordinador Empresarial y Antonio del Valle Perochena, presidente del Consejo Mexicano de Negocios.

Sin mayor preámbulo Andrés Manuel anunció que se logró un acuerdo con tres de las cuatro dueñas de los gasoductos –Carso,  Consorcio IEnova y TC Energía– que “va a significar una disminución en favor de la CFE de alrededor de 4 mil 500 millones de dólares”.

Bartlett explicó en qué consiste el acuerdo y dijo que espera anunciar en próxima fecha uno positivo con Fermaca.

Slim y Salazar manifestaron su satisfacción con los acuerdos y expresaron su plena confianza en el gobierno de AMLO.

En resumen: todos contentos y satisfechos.

Ahora habrá que ver si los empresarios empiezan a invertir.

Ricardo Anaya y Alejandra Barrales, alianza de triste memoria

EDUCACIÓN: MUCHOS RECURSOS Y RESULTADOS MEDIOCRES 

Inició el ciclo escolar 2019-2020. En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Educación Pública Esteban Moctezuma informó que:

25 417 980 estudiantes de educación básica son atendidos por 1 millón  219 mil 517 maestros.

284 946 alumnos ingresan a educación inicial, 4 773 360 a preescolar, 13 920 602 a primaria y 6 439 072 a secundaria.

El ciclo escolar se desarrolla en 232 mil 876 escuelas; de éstas, 198 mil 348 son públicas y 34 528 privadas. De las públicas, 107 378 son de organización completa y 125 498 son multigrado; 25 639 son de tiempo completo.

Hay, además, 32 063 escuelas Conafe (Consejo Nacional de Fomento Educativo).

En lo que a los libros de texto gratuitos se refiere, se han distribuido 176 millones: 15 millones de preescolar, 105 millones de primaria, 35 millones de secundaria, 10 millones de telesecundaria, dos millones de telebachillerato, 1 millón 200 mil de educación indígena, siete millones en inglés y 83 000 en braille y macrotipo.

Las cifras son impresionantes. El número de estudiantes de educación básica supera a la población total de 180 de los 235 países que la División de Población de Naciones Unidas incluye en sus estudios.

El Ejecutivo Federal Andrés Manuel López Obrador y el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, acompañados de dos alumnos inauguraron ciclo escolar 2019

La cantidad de libros que se producen también es extraordinaria. En promedio, a cada estudiante de preescolar se le entregan tres libros, el de primaria recibe 7.5, al de secundaria le tocan siete.

Este año la SEP cuenta con un presupuesto de 308 000 434 721 de pesos, que es 5.5% superior al del año pasado. Esto significa que el gasto por cada estudiante de educación básica asciende a 12 117 pesos anuales. 27 países gastan más que esta cantidad, de acuerdo al Índice de Desarrollo Humano 2018 de Naciones Unidas, que incluye a 191 países.

En 2018 el gasto público en educación como porcentaje del Producto Interno Bruto del país fue del 5.24%. 55 países invierten más que esto, de acuerdo al citado Índice de Desarrollo Humano.

DECEPCIONANTES LOS RESULTADOS

Ahora bien, pese a lo que México gasta y ha gastado en la educación de sus niños y jóvenes, la preparación de la mayoría de ellos es sumamente deficiente, tal como lo indican diversos estudios nacionales e internacionales.

El informe que realiza cada tres años el Programa Internacional para la Evaluación de Alumnos (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), evidencia las carencias de conocimientos de jóvenes mexicanos de 15 años.

La evaluación más reciente se realizó en 2018 y sus resultados se darán a conocer en noviembre de este año, pero los datos de la evaluación de 2015 realizada en 72 países mostraron que “El desempeño de México se encuentra por debajo del promedio OCDE en ciencias (416 puntos para México vs 493 promedio OCDE), lectura (423 México vs 493 OCDE) y matemáticas (408 México vs 490 OCDE). En estas tres áreas, menos del 1% de los estudiantes en México logran alcanzar niveles de competencia de excelencia (nivel 5 y 6)”. En suma: resultados mediocres.

Con el inicio del ciclo escolar, ayer también dio comienzo el proyecto educativo lopezobradorista llamado Nueva Escuela Mexicana. Para saber si éste representa un paso hacia adelante, deberemos esperar a que en noviembre de 2022 la OCDE difunda los resultados de la evaluación que realizará en 2021.

Presentaron “Futuro 21”

FUTURO 21, PARTIDO DE PERDEDORES 

En las elecciones federales de julio del año pasado el PRD hizo el ridículo.

Para empezar, fue incapaz de postular a uno de sus militantes como candidato a la presidencia de la República. En cambio, sus entonces dirigentes optaron por una alianza con el PAN, su ancestral rival ideológico, que lanzó como su candidato presidencial a Ricardo Anaya, quien desde la presidencia nacional panista se robó la candidatura.

A cambio de su apoyo a Anaya, el PRD logró que el PAN secundara a su candidata a la jefatura de gobierno del Distrito Federal, la expresidenta nacional perredista Alejandra Barrales que, al igual que Anaya, usó ese cargo para robarse la candidatura.

La antinatural alianza del PAN conservador con el PRD progresista hizo que un número importante de panistas y perredistas renunciaran a su militancia. La coalición de ambos partidos tampoco convenció a quién sabe cuántos ciudadanos que optaron por votar por otros partidos, anular su voto o de plano no acudir a las urnas.

Llegó el 1 de julio y los resultados de la elección evidenciaron que el PRD fue el gran perdedor de la jornada electoral.

Su candidato presidencial, Anaya, quedó en segundo lugar con apenas el 22.3% de los votos, su candidata a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, Barrales, también quedó en segundo lugar, con el 31.0% de los votos y cedió a MORENA un cargo que había sido del PRD durante 21 años, desde que Cuauhtémoc Cárdenas lo ganó en 1997.

En lo que al Congreso de la Unión se refiere, el PRD virtualmente fue borrado del mapa. Hoy,  con apenas cinco senadores y 11 diputados, es una presencia irrelevante en ambas cámaras legislativas.

Todo parece indicar que los dirigentes del PRD no aprendieron la lección en 2018 porque insisten en seguir haciendo el ridículo, ahora anunciando que le cambiarán el nombre a su partido y que la nueva organización estará integrada no sólo por quienes lo llevaron al despeñadero el año pasado, sino por exmilitantes del PRI, PANAL y otros partidos.

Titánica labor de entrega de libros a las 32 entidades federativas

El nuevo partido, Futuro 21, tendrá entre sus dirigentes a los dos Chuchos —Ortega y Zambrano— que contribuyeron a sepultar al PRD; al exjefe de gobierno del DF, Miguel Mancera, que al dejar la jefatura de gobierno del DF apenas contaba con el 23% de aprobación del público después de que en 2012 ganara con el 63.6% de los votos; Gabriel Quadri, que en 2012 fue candidato presidencial del partido de Elba Esther Gordillo, el PANAL, y que apenas obtuvo el 2.3% de los votos; el exrector de la UNAM, José Narro, que renunció al PRI en junio pasado al darse cuenta que tenía cero posibilidades de ganar la presidencia de dicho partido; Purificación Carpinteyro, que como candidata del PANAL a la jefatura de gobierno de la CDMX apenas obtuvo el 0.7% de los votos en julio del año pasado.

El sábado pasado, al presentar al nuevo partido, ninguno de ellos dijo algo que no hayan dicho ya, durante la mañana, tarde y noche de cada día, todos los opositores del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien es aprobado por el 70% del público, de acuerdo con las encuestas de los diarios Reforma y El Universal.

Con estos perdedores como sus dirigentes, no avizoro un futuro promisorio para Futuro 21, triste remedo de lo que un día fue el PRD.

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