Ruiz Healy Times : ¿Cuánto tardará en recuperarse la economía mexicana?


Donald Trump

Eduardo Ruiz Healy

El miércoles pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su pronóstico sobre cómo se dará la recuperación de la economía nacional y dijo: “Algunos analistas hablan de que va a ser como una ‘L, que caímos y que vamos a estar en el fondo durante algún tiempo; mi pronóstico es que va a ser una ‘V’, que caímos, tocamos fondo y vamos para arriba”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador

Lo que dijo AMLO no es lo mismo a lo que dijo una semana antes su secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien el 2 de junio difundió a través de su cuenta de Twitter mansaje: “Nos han preguntado mucho sobre la posible trayectoria de la #economía en la #NuevaNormalidad. Varios analistas representan la forma que puede tomar la reapertura con letras (V, U, W). A continuación les explico cómo lo vemos desde @Hacienda_Mexico”.

Su tuit vino acompañado de un video en donde él mismo señala que “lo que probablemente vamos a ver es una recuperación rápida pero asimétrica es decir va a ser importante pero no va a ser a la misma velocidad que cayó… hay gente que para tratar de ilustrar esto se refiere no a una ‘V? asimétrica sino una especie como de palomita o como el signo de la marca de unos tenis” (el logotipo de los tenis Nike, conocido como el Swoosh   , que bien visto no indica una “rápida pero asimétrica” recuperación sino más bien una bastante lenta.

Para entender la recuperación de la economía supongamos que el PIB al principio de este año era de 100 pesos. Al caer 7% este año será de 93 pesos al iniciarse 2021. Supongamos ahora que durante los siguientes años crecerá un 2% anual, lo que significa que al iniciar 2022 será de 94.9, de 96.8 al empezar 2023, de 98.7 al arrancar 2024. Si en el último año del gobierno de AMLO el PIB aumenta otro 2%, su sucesor recibirá una economía cuyo PIB será de 100.7, lo que significa que la recuperación tardará tres años. O sea, será un sexenio perdido en lo económico.

El problema es que el PIB per cápita en 2025 será menor que el de este año porque la población habrá aumentado y al dividir el PIB total de ese año entre el número de mexicanos el resultado será menor que el de ahora. También menor será el bienestar de la mayoría.

Para mi cálculo he tomado en cuenta un crecimiento anual del PIB de 2%, el cual realmente no solo es optimista sino irreal.

Arturo Herrera

Para saber lo que sobre el tema opinan tanto mis seguidores en Twitter como los que ven o escuchan mi programa en Grupo Fórmula, ayer realicé un sondeo a través de mi cuenta de Twitter @ruizhealy.

El texto que difundí a mis seguidores en esa red social y al público de mi programa en Grupo Fórmula fue el siguiente:

“La mayoría de los analistas predicen una caída de la economía mexicana de más del 7% pero los funcionarios del Gobierno de México, incluido el secretario de Hacienda Arturo Herrera dicen que México se recuperará rápidamente. ¿Les crees?”.

Al escribir esta columna habían votado 2311 de las 15 484 personas que vieron el tuit. 91.6% de ellas manifestaron que no les creen a los funcionarios, 5.9% que sí les creen y 2.5% prefirió no opinar.

Como todos los sondeos que se hacen a través de Twitter, el mío no indica qué opinan quienes integran el universo compuesto por todos los mexicanos mayores de 18 años.

Habrá que ver una encuesta sobre el tema.

 

EL PESIMISMO Y EL OPTIMISMO

DE LOS POLÍTICOS EN EL MUNDO

 

Los políticos, cuando son de oposición, son pesimistas y acusan a los gobernantes de hacer mal todo o casi todo, y sin la menor vergüenza recomiendan soluciones para remediar los problemas sin que les importe en lo más mínimo qué tan descabelladas e irreales sean.

Cuando por fin obtienen el poder, se transforman. Lo que antes calificaban como graves problemas, ya no lo son; lo que había que resolver con urgencia, puede esperar un poco más; muchas propuestas que presentaron durante sus campañas para obtener los votos son olvidadas o modificadas.

Ya como gobernantes y funcionarios, se vuelven optimistas: si antes veían un panorama oscuro, ahora ven un presente y un futuro brillantes, aunque a veces la luz esté al final de un túnel.

Ningún político se salva de experimentar esta transformación y ya en el poder defiende todas sus decisiones y acciones, exagera o transforma la realidad, afirma tener otros datos y hasta inventa una realidad alternativa.

Recordemos que Donald Trump, en febrero de 2016, cuando era aspirante a la candidatura presidencial, dijo que eran falsas las cifras del empleo elaboradas por el U.S. Bureau of Labor Statistics (BLS).  Aseguró que “El número no refleja la realidad. He visto números del 24 %, en realidad vi un número de 42 % de desempleo, 42 %”.

Ya como presidente, se olvidó de las mentiras que había propalado y usó los datos proporcionados por el mismo BLS para decir que bajo su gobierno se estaban logrando tasas de desempleo mínimas, cuando la realidad es que estos mínimos se alcanzaron durante la administración de Barack Obama, quien la redujo del 10% al 4.7%.

En enero, dicha tasa fue de 3.5%, la más baja en 50 años, y Trump ya se veía reelecto este año.

Sin embargo, debido a la pandemia de COVID-19, en mayo esa tasa se elevó desmesuradamente y llegó a 14.7%, la más alta desde 1939.

Luego, la semana pasada, el BLS anunció que en mayo la tasa fue de 13.5%, 1.2 puntos porcentuales menor que la del mes anterior.

Apenas se difundió el dato, Trump pronosticó el rápido fin de la crisis económica refiriéndose a la famosa “V” que los economistas usan para describir una rápida recuperación de una economía. Eufórico, dijo: “Hemos estado hablando de una V. Una V es maravillosa. Esto es mejor que una V. ¡Esto es un cohete espacial!”.

Para los que entienden de estos asuntos, es obvio que Trump miente, y que si bien es una buena noticia que se hayan recuperado 2.5 millones de los poco más de 30 millones de empleos perdidos de marzo a mayo, lograr que los otros 27.5 millones recuperen sus trabajos va a tardar años.

De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso estadounidense (Congressional Budget Office), pasarán 10 años para que la economía de Estados Unidos recupere los niveles que tenía antes de la pandemia.

Si así se ven las cosas en el país que es el principal socio económico del nuestro, no hay que ser un experto para imaginar cuál es el futuro económico de México.

Pese a lo anterior, el presidente Andrés Manuel López Obrador, optimista, dice que ve la luz al final del túnel.

¿Diría lo mismo si aún estuviera en la oposición? No, más bien todo lo contrario.

Como todos los políticos de oposición, se transformó después de ganar el poder.