Ruiz Healy Times : Beatríz Pagés Rebollar debe disculparse y Xóchitl debe condenar su conducta


Beatriz Pagés Rebollar

Eduardo Ruiz-Healy

Xóchitl Gálvez

Es poco frecuente observar en el discurso político el uso de la esvástica para etiquetar a oponentes con la infame sombra del nazismo y sus doctrinas extremistas, como el fascismo y la supremacía racial. Esta táctica busca pintar al rival político con pinceladas de autoritarismo, discriminación e inhumanidad.

Tal estrategia debe ser condenada por quienes defendemos o dicen defender el proceso democrático. Primero, porque equiparar a políticos actuales con el nazismo simplifica de manera irresponsable la realidad política, distorsionando intenciones y consecuencias. Segundo, porque el uso de símbolos nazis ofende profundamente a la mayoría de las personas. Recordemos que la Segunda Guerra Mundial, iniciada por Adolf Hitler, dejó entre 70 y 85 millones de muertos, incluidos los seis millones de judíos víctimas del Holocausto y millones más, entre ellos romaníes, polacos no judíos, prisioneros de guerra soviéticos, disidentes políticos, personas con discapacidades, homosexuales, testigos de Jehová y otros humanos satanizados por el nazismo. Tercero, porque estas comparaciones agudizan divisiones, obstaculizan el diálogo y demonizan al contrario. Por último, porque la repetición de estas analogías debilita la percepción de los horrores nazis, un peligroso olvido de la historia.

La famosa portada

Por todo lo anterior, debe ser repudiada la decisión de Beatriz Pagés Rebollar, directora general de la revista ‘Siempre!’, de autorizar que en la portada del número más reciente de esa publicación apareciera la silueta de la virtual candidata presidencial morenista, Claudia Sheinbaum, con una banda roja con cinco esvásticas nazis rodeándole su cabeza.

Esa imagen utiliza la esvástica para advertir que sería muy peligroso un gobierno presidido por Claudia Sheinbaum, hija y nieta de judíos, pero tan mexicana como yo, que soy hijo de un chiapaneco y una estadounidense, o como los otros 128 millones de personas que, a pesar de tener diversos orígenes étnicos y raciales, son tan mexicanos como los demás.

Pagés Rebollar tiene todo el derecho de oponerse a AMLO y a Morena, pero abusó de este derecho al autorizar esa portada, que debe ofendernos a todos los que conocemos los crímenes del nazismo.

Claudia Sheinbaum

Para intentar rectificar su error, la directora de la revista publicó el domingo pasado una nueva portada con un mensaje en el que asegura que no fue su intención herir a la comunidad judía, sino oponerse al ‘régimen autoritario que gobierna el país’. En ningún momento se disculpa por la ofensiva portada.

Pagés Rebollar no solo hirió los sentimientos de los mexicanos judíos, sean practicantes o no, sino, como señalé líneas arriba, a millones de personas que todavía hoy condenamos al nazismo que gobernó Alemania de 1933 a 1945. A todos nos debe una disculpa.

Curiosamente, hasta el momento de escribir esto, la candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, a quien Pagés Rebollar apoya, no había condenado la infame portada de ‘Siempre!’. Su actitud contrasta con la que mostró cuando repudió, con asombrosa rapidez, los tuits racistas y anti feministas de Vicente Fox. Que no olvide que quien calla, otorga.

TEXCATITLÁN Y LA NORMALIZACIÓN

DE LA VIOLENCIA

Diez criminales pertenecientes a la Familia Michoacana y cuatro habitantes de Texcaltitlán, Estado de México, murieron violentamente el viernes pasado. Este suceso ocurrió cuando los habitantes de ese lugar, la mayoría campesinos, decidieron no dejarse extorsionar más y se enfrentaron con machetes y algunas armas de fuego contra los delincuentes que les exigían un pago de un peso por cada metro cuadrado sembrado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador

El incidente del viernes fue uno más de los muchos eventos violentos que ocurren con demasiada frecuencia desde diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón declaró la guerra a la delincuencia organizada.

Según un análisis realizado por la ONG Causa en Común, de enero a septiembre de este año, los medios de comunicación reportaron 5000 atrocidades que resultaron en al menos 10 052 víctimas (es un mínimo porque muchas notas periodísticas no precisan el número de víctimas). La ONG define atrocidad como “el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un gran número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror”.

Entre estas atrocidades están las masacres y los linchamientos, definiendo la primera como el “asesinato de tres o más personas” y el segundo como la “agresión física cometida por un grupo, turba o multitud contra una persona que provoca su muerte”.

De acuerdo con la ONG, presidida por María Elena Morera y dirigida por José Antonio Polo Oteyza, en los primeros nueve meses del año ocurrieron 355 masacres y 17 linchamientos. ¿Qué fue lo que pasó en Texcaltitlán? ¿Una masacre, un linchamiento o ambos en un solo evento?

Adolfo Hitler

¿Hasta cuándo será noticia digna de comentario lo que sucedió el viernes? Como en casos similares, dejará de serlo muy pronto debido a un fenómeno inquietante: la normalización de la violencia resultante de una exposición constante y, en algunos casos, abrumadora a actos violentos que se integran en el tejido de nuestra vida cotidiana. La violencia ha alcanzado niveles alarmantes y los actos violentos se repiten tanto que dejamos de percibir su gravedad, y lo que una vez sacudía los cimientos de nuestras comunidades ahora se recibe con una resignación inquietante.

Este fenómeno no se limita a las zonas afectadas directamente por la violencia; se extiende por todo el país a través de los medios de comunicación y las redes sociales, donde la representación frecuente y sensacionalista de la violencia crea una percepción alterada de su prevalencia y gravedad.

La violencia cotidiana afecta a la sociedad mexicana en su conjunto y socava los fundamentos de nuestra cohesión social y salud mental. La normalización de la violencia es un síntoma de una sociedad que necesita desesperadamente soluciones efectivas que, hasta este momento, no se ven.

María Elena Morera

La violencia no es, ni nunca debe ser, la norma. Como sociedad, debemos resistirnos a la tentación de aceptarla como parte de nuestra vida diaria y trabajar activamente para desmantelar este fenómeno, reconociendo su existencia y enfrentándolo con las herramientas de la justicia, la educación y la rehabilitación. Solo entonces podremos esperar restaurar un sentido de seguridad y paz en nuestras comunidades.

LAS OCAS´S EN MÉXICO

“Tenemos que hacer una Reforma Administrativa y tienen que desaparecer todos esos organismos supuestamente autónomos, y es supuestamente porque no le sirven al pueblo, están al servicio de las minorías” dijo el lunes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador, al anunciar que le pedirá al Congreso que apruebe cambios a la Constitución para desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que son tres organismos constitucionales autónomos (OCAs) que gozan de autonomía en su funcionamiento y toma de decisiones y no están subordinados al poder ejecutivo que hoy tiene en sus manos AMLO ni al poder legislativo que hoy controla su partido Morena.

Andrés Manuel busca acabar con estos estos OCAs porque no actúan como a él le gustaría. Resulta curioso que no quiera desaparecer a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que hoy preside una de sus incondicionales, Rosario Piedra Ibarra. También pide que desaparezca la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que no es un organismo autónomo constitucional.

Texcaltitlán. Violencia

AMLO, que parece creer que la mejor época del país fue entre 1929 y 1982, cuando al país lo gobernaron presidentes priistas que no le rendían cuentas a nadie, desde hace tiempo busca desaparecer o controlar a todos los organismos que no se someten a sus deseos o caprichos, ya sean OCAs como el Instituto Nacional Electoral (INE), el Banco de México y los arriba nombrados, o ministros, magistrados y jueces del poder judicial que, como un poder paralelo, actúan con independencia.

El presidente olvida que los organismos autónomos constitucionales en México se crearon con el propósito de fortalecer la democracia, garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos, promover la rendición de cuentas y asegurar la independencia en áreas clave de la administración pública. Además, parece ignorar que los OCAs ayudan a mantener la separación de poderes en un sistema democrático porque, al ser independientes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, pueden ejercer sus funciones sin interferencia indebida de otros poderes del Estado. Tampoco parece importarle que se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos, como los derechos humanos y el derecho al voto. Por si fuera poco, le molesta que promuevan la transparencia gubernamental, garanticen el acceso a la información pública, contribuyan a la rendición de cuentas y permitan a los ciudadanos supervisar las acciones del gobierno. Además, no parece estar interesado en fomentar la competencia, regular los mercados y prevenir prácticas anticompetitivas.

A pesar de que a veces el desempeño de los OCAs ha dejado mucho que desear, es innegable que su presencia ha contribuido a mejorar nuestra realidad al fortalecer la democracia, proteger los derechos humanos, promover la transparencia gubernamental, fomentar la competencia y garantizar la rendición de cuentas. Su independencia y capacidad de actuar en beneficio de la sociedad han sido esenciales para avanzar hacia un México más justo y democrático.

Por lo anterior, todos los partidos de oposición deben impedir que desaparezcan las OCAs.

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

CRECERÁN MENOS EN 2024: CEPAL

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas (Cepal) difundió ayer su reporte “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023”. Es un documento extenso de 188 páginas y solo su Resumen Ejecutivo ocupa nueve páginas.

José Antonio Polo Oteyza

En dicho Resumen, la Cepal advierte que en un panorama económico global complejo, América Latina y el Caribe enfrentan una encrucijada económica crucial. Señala que la desaceleración es palpable y que en 2023 América Latina y el Caribe experimentaron un crecimiento económico moderado, con un aumento del PIB estimado en 2.2%. Se observará una desaceleración en comparación con 2022, con América del Sur creciendo un 1.5%, Centroamérica y México un 3.5%, y el Caribe (excluyendo a Guyana) un 3.4%. Para 2024 las tasas de crecimiento serán menores que este año, con un promedio de 1.9% para toda la región, de 1.4% para América del Sur, 2.7% para México y Centroamérica y 2.6% para el Caribe (sin Guyana).

La Cepal añade que a pesar de la reducción global de la inflación, los bancos centrales siguen apostando por políticas monetarias restrictivas, con tasas de inflación que, aunque disminuyen, siguen siendo altas.

En nuestra región, las emisiones de deuda, aunque han aumentado recientemente, todavía rondan mínimos históricos. La cuenta corriente mejora, pero la realidad es que el espacio para maniobras fiscales y monetarias sigue siendo limitado, restringido por la deuda y los altos costos de financiamiento.

En vista de que todas las subregiones de América Latina y el Caribe mostrarán un crecimiento aún menor que el de es urgente que los gobiernos implementen políticas que mejoren la recaudación y la eficiencia del gasto público.

En el mercado laboral, la región se enfrenta a una desaceleración en la creación de empleo y persistentes desigualdades de género. Estos desafíos obligan a repensar las estrategias económicas de los países, buscando un equilibrio entre la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo.

En su capítulo dedicado a México, titulado “La desaceleración en México y Centroamérica es inferior a la que se observa en América del Sur”, la Cepal hace notar que está ocurriendo un fenómeno económico dividido en América Latina: mientras que en México y Centroamérica el crecimiento se mantiene en un respetable 3.5%, en América del Sur la situación es más sombría, particularmente si dejamos a Brasil fuera de la ecuación. En ese caso, pronostica una contracción en los trimestres segundo y tercero de 2023.

Este contraste es un reflejo de la resiliencia de México y Centroamérica, en comparación con el estancamiento de la industria manufacturera en América del Sur.

El reporte se elaboró antes del 10 de diciembre, día en que Javier Milei asumió la presidencia de Argentina y ordenara diversas medidas que frenan el crecimiento de la economía de su país e idealmente, reducirán la tasa inflacionaria que hoy es del 140%.

Por ello, el crecimiento de Sudamérica en 2023 y 204 será menor a lo pronosticado por la Cepal.

Los últimos tres años no han sido nada fáciles y 2024 tampoco lo será, según la Cepal. Concuerdo totalmente con su pronóstico.

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