Rafael Luis Cabrera, edil de El Tule, discrimina a basquetbolistas Triquis


De la Redacción 

 El problema parece simple. De cuotas preferenciales para niños de El Tule y de pagos excesivos para los basquetbolistas Triquis. El caso es más de fondo que de formas.

A nadie sorprenda que un indígena sea el más cruel de los racistas y discriminadores en contra de sus hermanos de raza y de color de piel.

No debemos sorprendernos de que en nuestra entidad, los más graves y grandes padecimientos de racismo sean de uso corriente.

Tampoco debemos extrañarnos que, en la tierra del Benemérito de Las Américas, los peyorativos “yope”, pinche indio, mugroso, chacha, naco, criada y mozo, sean utilizados para menospreciar y denigrar a las personas.

No neguemos que Oaxaca, un crisol de razas, hoy está convertida en laboratorio para utilizar ofensas, insultos y demás conceptos para dañar aún más la autoestima de millones de personas cuya única desgracia es haber nacido indígenas.

Aquí en Oaxaca de un tiempo a la fecha hay una batalla sistemática para saber quien ofende más.

Esta noble tierra en la que también fue cuna de Matías Romero, de Ricardo Flores Magón, de Antonio de León, de José Vasconcelos y del general Porfirio Díaz, hoy se encuentra convertida en un escenario donde el choque de la miseria y la opulencia provoca resentimientos sociales irreversibles, problema del que sale más lastimado el indígena pobre, miserable y con una carencia de autoestima que solamente es “curada” con el licor.

En ciertos sectores se encuentran y conviven sin saberlo los complejos de superioridad y de inferioridad. Y en plan de broma macabra, quienes los padecen se ofenden en plan amistoso, no para dañarse ni para enemistarse, solamente para pasara el tiempo.

Grave, lastimoso, lastimero, es que un indígena adulto discrimine a un indígena niño. Grave que el racismo que tanto se reprueba en otros países como Estados Unidos, se viva muy de cerca en la capital del estado.

Pero más grave aún es que, inconscientemente, muchos oaxaqueños con sangre indígena se avergüencen del color de su piel y en la primera oportunidad busquen ser superiores a los demás de su raza, preocupándose por el tener  dejar de lado el ser.

Es a partir de este momento cuando el complejo de inferioridad empieza a aflorar rápidamente amasando fortunas a cualquier costo. Lo importante es el tener… El Ser, generalmente, pasa a segundo término.

Y de inmediato, vales por lo que vistes, vales por lo que tomas, vales por el lugar en que comes, vales por lo que calzas y tu valor es por el vehículo en el que te transportas. Si te despojaran de todo esto, ese ser humano, no valdría nada. Todo esto es parte de los complejos y del miedo, es enorme miedo de ser discriminado por tener sangre indígena en un estado ciento por ciento indígena.

La Policía Federal, también los admira

EL CASO DE LOS NIÑOS TRIQUIS DISCRIMINADOS POR UN ALCALDE

El contexto anterior es para ilustrar, bien a bien, lo ocurrido la semana pasada en Santa María de El Tule, donde Rafael Luis Cabrera, alcalde de la localidad, discriminó a los niños Triquis que durante varios meses han puesto en alto el nombre de México gracias a sus constantes triunfos de basquetbol en Sudamérica y Europa.

Lo incongruente, lo incoherente y lo irracional es que este racismo y discriminación ocurrió en Valles centrales de Oaxaca y, hasta el momento de cerrar esta edición, ninguna autoridad estatal, emitió juicio alguno al respecto.

Sin embargo, de haber ocurrido, no en México, sino en otro país, no imaginamos a las autoridades oportunistas oaxaqueñas y desde el primer momento hubieran dicho esta boca es mía.

Hoy, pues, la inocencia infantil, la ingenuidad de la niñez, no valoran en su real dimensión lo hecho por un pobre sujeto convertido en alcalde de un hermoso lugar como El Tule, famoso por su árbol de más de 2000 años.

Niños Triquis y los Spurs de San Antonio

Pero, antes de continuar, resulta indispensable hacerle algunas preguntas a Rafael Luis Cabrera, seguramente con sangre indígena en sus venas y, posiblemente, con algunos parientes cercanos o lejanos que emigraron a Estados Unidos en la búsqueda del sueño americano, parientes que seguramente de una u otra forma, desgraciadamente, sufren del racismo y la discriminación en ese país.

Va la primera pregunta al alcalde Rafael Luis Cabrera:

1.- ¿De dónde son sus padres, sus abuelos a tatarabuelos? ¿Serán de Suiza? ¿Serán de Noruega? ¿Serán de Suecia? o ¿Serán del Reino Unido?

2.- ¿Sus descendientes nacieron en alguna parte de Dinamarca? ¿De Nueva Zelanda? O ¿En Viena? O en ¿Alemania?

3.- Cuando el señor Rafael Luis Cabrera se observa todas las mañanas en el espejo que será la primera que ve: ¿un hombre blanco y barbado? Un hombre rubio? ¿Una persona con ojos azules? o ¿Una persona aria como aquellas como las que soñaba Adolfo Hitler?

4.- Quizá Rafael Luis Cabrera, soñara que es alcalde de ¿San Diego, California? ¿De Portland, Oregon? ¿Quizá de la ciudad de Nueva York? o ¿sueña con ser primera autoridad de Londres? o ¿Tal vez de Viena?

Admirados en Estados Unidos

Seguramente en la primera oportunidad que tengamos, nos abocaremos visitar santa María de El Tule para comernos unas buenas empanadas en el restaurante Centenario y, luego, luego, ir a conocer al anglo-sajón llamado Rafael Luis Cabrera.

Pero, para más detalles, lo importante es conocer la forma del racismo y la discriminación, problemas que se esconden en millones de máscaras:

Un grupo de niños Triquis, descalzos no pueden entrar a la cancha que fue construida para ellos.

La primera autoridad de Santa María de El Tule, cuyo nombre es Rafael Luis Cabrera, prohibió el acceso de este grupo de niños indígenas a la cancha de basquetbol.

En todo este problema, hay otro ingrediente y es el grupo de padres de familia e la localidad, racistas y discriminadores también, que exigen Sergio Zúñiga, entrenador de los pequeños indígenas, para que firme un reglamento para el uso de la cancha y que se comprometa a pagar cuotas, comprar balones, computadores (…) y material deportivo.

Antes de proseguir, recordemos que en esa misma población, hubo un proyecto para construir en lo que fue el rancho “El Aranjuez”, un centro comercial, pero como no se cayeron con la mochada que exigían las autoridades de El Tule, los inversionistas Jorge El Coco Castillo y Gerardo Gutiérrez Candiani, declinaron en su proyecto.

Pero, retomemos el problema de racismo y discriminación de los padres de familia de la escuela “Vicente Guerrero” y de su alcalde Rafael Luis Cabrera:

Sergio Zúñiga, explicó que la autoridades Luis Cabrera y los padres de familia de la escuela “Vicente Guerrero”, desde el pasado 15 de julio, les bloquean el acceso a la cancha de basquetbol equipo de indígenas Triquis.

“Cambiaron los candados y así es imposible entrar a las instalaciones”, dijo Zúñiga.

Durante una gira por Yucatán

La revista PROCESO, informó:

Zúñiga encabeza la Academia de Baloncesto Indígena de México (ABIM) que atiende a 30 niños de distintas comunidades oaxaqueñas y es el responsable del equipo que ha alcanzado fama mundial.

En marzo de 2015, el gobierno federal les dio la cancha techada para que siguieran ahí sus entrenamientos y ahora, según el entrenador, el alcalde quiere comprometerlo a firmar un reglamento pagar cuotas, comprar material y computadoras.

En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (PRI, 1988-1994) el gobierno decidió fomentar la construcción de canchas de basquetbol en las comunidades indígenas. Era parte de un plan para fomentar el deporte de manera barata, pero también buscaba mantener comunicadas a las poblaciones y combatir rápidamente conflictos armados como el de Chiapas: las canchas servían como pistas de aterrizaje de helicópteros.

Esto provocó interés de los pueblos indígenas en el basquetbol. Así, ya desde 1996 había torneos entre tzotziles y tzeltales chiapanecos. Otro lugar donde el deporte prendió fue en la Sierra Tarahumara, de Chihuahua. Luego vinieron la Sierra de Hidalgo y Puebla, a los que se sumó Oaxaca.

El asunto es que buena parte de los indígenas que practican este deporte lo hacen descalzos, como la selección que fue a Argentina.

SERGIO ZÚÑIGA, HACE PÚBLICO EL PROBLEMA DE EL TULE…

El entrenador del equipo de basquetbol de ‘Los gigantes descalzos de la montaña’ Sergio Zúñiga, declaró que los niños triquis no pueden seguir entrenando en la cancha de entrenamiento deportivo en la Escuela Primaria Vicente Guerrero del municipio de Santa María del Tule.

En entrevista con Denise Maerker, el entrenador dijo que las autoridades les imponen una cuota para que puedan utilizar las canchas, “hay marginación, a niños triquis les cobran 550 pesos y a niños del Tule 150”. Sergio Zúñiga dijo que la cancha en la que entrenaban se construyó con recurso federal después de ver la participación de los niños triquis y los triunfos que han logrado y no con recurso estatal por lo que no están de acuerdo con las cuotas establecidas por parte del el alcalde, Rafael Luis Cabrera.

En 2015 se construyó la cancha de basquetbol, que fue una gestión de Academia Indígena de México, que se realizó por órdenes del presidente, Enrique Peña Nieto.

Recalcó que los niños han sido desalojados de la cancha e impedidos para realizar sus entrenamientos por parte de las autoridades municipales, la dirección del plantel y el comité de padres de familia y por tal motivo se mudarán a Santa María Huatulco, en la región de La Costa.

Conclusión: esta es la punta del iceberg del problema del racismo y discriminación que se padece no solamente en Oaxaca, sino en todo el país.

El gran salto a... la fama