Quintero en su Tinta: Gabino Cué, historia sin fin Oaxaca, territorio de nadie


Antonio Quintero

Los ideales de la historia que se presumían  en libros de educación pública de México, hace un buen tiempo, sus conceptos, gallardía, orgullo propio en defensa de la soberanía nacional, creación de héroes,  frases y pensamientos, se han ido borrando al pasar el tiempo, desapareciendo como las mismas páginas de esos libros, dando vuelta a otras historias, historias fugaces, oscuras, perversas, maquilladas, ilustradas, capítulos y episodios de una nación con graves dificultades para alcanzar el progreso, pero además de la grave y enorme corrupción que ha prevalecido como cáncer hasta nuestros días, un México debilitado por sus males, enfermedades terminales, sin educación, sin ideales, sin pensamientos, carente de hombres ilustres, es todo lo contrario; un país podrido en su esencia, en sus dependencias, su sistema, su propia historia, una leyenda  acomodaticia, pero que acomodaron mal, que la construyeron con  alguna remota idea de brillantez y posiblemente con ideales de otros tiempos que hoy ya no se pueden tener en pie, ni parar pues se han ido desmoronando como aquellas viejas casas de adobe y tierra.

 

OAXACA, TIERRA DE NADIE

Imposible que suceda todo esto en un lugar donde nacieron Juárez y Díaz, imposible entender que una frase de Don Benito Juárez García; “El respeto al derecho ajeno es la paz”, se interprete como una frase incendiaria, de connotada violencia, que su pueblo la enarbole como una bandera no de rendición sino de una clara disputa de guerra, una declaración de guerra subliminal, una guerra de baja intensidad, una guerra de guerrillas, una guerra mediocre sin cesar.  Una guerra sin cuartel de todos contra todos. Ese es el patrocinio de un respeto que no se salvaguarda,  un respeto que no se entiende como tal, un respeto que a lo largo de los años no se ha digerido sencillamente por una simple razón, por su ignorancia de su pueblo. ¿Entonces  cómo entender tal frase sino existe educación para poder descifrar una frase de tal magnitud?

A su vez Porfirio Díaz cuenta su historia de haber construido la Ciudad de los Palacios, (Ciudad de México),  palacios majestuosos,  de enorme dicha, de enorme satisfacción para ese grupo de poder que gobernaba en aquel entonces, su séquito de palaciegos, de cómplices al fin. La vida de lujos y extravagancias, viajes y placeres, mujeres y encantos. Así se olvidaba de su terruño, de su origen, a un Oaxaca  que lo abandonó casi por completo. (Algún parecido con la situación actual es mera coincidencia).

Ese abandono marcado desde entonces,  trazó un destino despiadado hacía los rincones de una entidad y una capital desolada que desde siempre sus miserables pueblos se han ido matando entre sí, dejando estelas de muerte, sembrando además la herencia maldita de la venganza, una venganza estéril. Son pueblos en constante guerra de guerrillas, pueblos a su suerte reclamando justicia, reclamando todo, porque nada tienen.

 

OAXACA SIN DESTINO

A lo largo de los años Oaxaca no encontrado su verdadero destino, ha equivocado el camino y le ha sucedido todo, destaca en los peores niveles en todos los sectores, es una entidad en grave rezago en todos los rubros.

Para los truhanes encontrar la casualidad en una entidad rezagada, ha sido fácil pues nada es sinónimo de mucho, no hacer nada es equivalente a perder el tiempo, a dejarlo pasar, consumir las horas, minutos, transmutarse en un ser invisible, fingir que se trabaja, gobernar en la simulación.

Ese es el cúmulo de historia que se le había guardado a Oaxaca, una historia sin fin. A lo largo de la historia se le mintió, se le engañó, se le atrancó para que no pudiera crecer. Y la entidad oaxaqueña vivió y ha vivido sólo de esperanzas… de que algún día algo llegará…

La historia de Oaxaca cuenta miles de historias que ningún cronista tiene en su cuenta, o por lo menos retener en su memoria, la historia de historietas que truhanes han firmado sólo para la foto. Pero lo peor que esos mismos truhanes continúan en la fortuna de la suerte pues ningún tribunal los ha citado para comparecer sus atropellos, abusos y arbitrariedades.

 

SIMULACIÓN, EL ARTE DE GOBERNAR

Tener a simuladores le convino a una entidad de pobres, sumergidos en tantas crisis que se olvidan vivir el presente, sólo aspiran vivir el mañana, no hay futuro, eso fue el arte de gobernar en la simulación, eso fue el sexenio que caracterizó a Gabino Cué Monteagudo, pero no sólo lo caracterizó sino reinventó un sexenio lleno de violaciones, de guerras de guerrillas, de ingobernabilidad, al final de cuentas un sexenio de grandes fantasías y ocurrencias. Gobierno detestable en lo absoluto. Sin embargo pese a todo el fracaso vivido, Gabino Cué Monteagudo deja escrito un libro exacto de su pésimo y deplorable  gobierno; la simulación.

Una simulación perfecta, intacta, le supo mentir a todos hasta el mismísimo presidente de la república, pues cuenta la historia precisamente que vociferaba por todos lados que en Oaxaca todo iba de maravilla, todo era gloria suprema, todo era bienestar, pues sostenía  desde sus anuncios publicitarios que Oaxaca está cambiando…???

Era obvio la simulación estaba perfectamente controlada, que hasta incautos e ignorantes de la política aceptaban su papel de gobernador víctima de sus cuervos de la CNTE, los pseudomaestros de la sección 22, que le ayudaron a ser cómplice del saqueo al erario público, carretadas de recursos económicos durante el gran sexenio de la también gran simulación, simulación de gobernar con el pleno cinismo de sus amigos del club de Toby, dependencias utilizadas como caja chica para cualquier emergencia. Estas son únicamente  algunas de las nuevas historias del gobierno del famoso cambio que hoy a propios y extraños los tiene asombrados.

 

VIOLENCIA RUTINARIA

En esa gran simulación de un gobierno, por supuesto la de Cué Monteagudo la impunidad fue el sello, todos y todas las organizaciones hicieron lo que quisieron, destruyendo todo, destruyendo la poca esperanza de ciudadanos; niños, mujeres, jóvenes, y adultos; resplandeció el Oaxaca del vandalismo, de todos aquellos que ya no buscan el futuro, sino todo lo contrario destruir por destruir. Organizaciones que nacieron también con el sello de la impunidad, violentando la ley, amparadas y respaldadas por el gobierno de Cué Monteagudo y sus secuaces, una entidad perdida en sus miserias, pero atrincheradas en sus luchas fratricidas, es la violencia so pretexto de todo, para alcanzar las canonjías del privilegio, se acostumbraron en sus  usos y costumbres a negociar todo.

Una violencia que huele a terrorismo de estado, ya que es el propio estado quien no asume la responsabilidad de poner orden, ni fincar responsabilidades, sin respetar la ley, por ello es una violencia que puede ser patrocinada desde el mismo gobierno estatal,  su vacío a pesar de ello es indescriptible, ya que la figura de autoridad ha desaparecido por completo, esto sólo puede ser posible en una entidad suficientemente polarizada, pero también lo suficientemente cómplice, cómplice también de la impunidad con la que actúan todos esos grupos demenciales y criminales.

 

SEVITRA ABONA A LA VIOLENCIA

Pero el gobierno de la simulación (el gobierno de Gabino Cué), ha permitido que la violencia llegue a escalas verdaderamente alarmantes, indignas de una sociedad que quiere o busca la prosperidad o progreso común, ha quedado evidenciado que la dependencia denominada Sevitra, llamada pomposamente Secretaría de Vialidad y Transporte permita el crecimiento desmedido y venta al mejor postor de concesiones para taxis y mototaxistas, los respectivos titulares que han desfilado por esa dependencia  desde Pedro Silva, Estefan Garfías (el candidato de Gabino Cué a la gubernatura por Oaxaca), y el actual de apellidos Moreno Alcántara, panista que se ha abrigado en esa dependencia para “poner orden” en todo lo relacionado al transporte público…???

Los recientes ataques y hechos violentos en la entidad oaxaqueña, en valles centrales, zona conurbada a la capital, fue exhibida  en toda su violencia los simpatizantes de una organización denominada “libertad” que funciona al parecer en la impunidad total como sindicato contra trabajadores de la CTM, que abordan desde hace meses una cruenta batalla campal  donde se encuentren o se busquen dejando saldos de muertos, heridos  y destrozos.

Sin embargo  los ataques de estos grupos y organizaciones pueden ser en cualquier punto, y a cualquier hora pudiendo tener  entre las víctimas a personas ajenas a esos desencuentros, ¿y a eso a quién le importa?, los crímenes y asesinatos de estos grupos quedan tirados en los suelos tras  sus batallas campales, taxistas, mototaxistas, trabajadores de obras y choferes son los protagonistas de esas luchas …

A Oaxaca no le puede ir peor, está en el fondo de su crisis, le seguiremos el paso en las nuevas y viejas historias de Gabino Cué Monteagudo, donde  se exterminaron los anhelos y esperanzas de un pueblo que no ha encontrado su progreso ni a sus verdaderos líderes… Pero ojala no sigamos en la simulación, Oaxaca tierra de nadie…¡ Hasta la próxima!