Oaxaca, devastado en garantías individuales.
Gobierno podrido de Gabino Cué Monteagudo.
Derechos Humanos y su desfasado informe
Antonio Quintero
La corona de espinas a este gobierno llamado de transición, de alternancia, de cambio, se la puso su propio verdugo, un funcionario colgado, atado, servil, y empleado de ese gobierno que ya se pudrió. Posiblemente ya desde hace tres años, propios y extraños no se daban cuenta de que el flamante gobierno de aprendices de Gabino Cué Monteagudo ya apestaba, se estaba pudriendo desde entonces en su corrupción.
Una corrupción discreta que se fomentaba, se proponía desde el Palacio de Gobierno, eso está más que claro, contundente.
Posiblemente ni Gabino Cué Monteagudo sepa que su gobierno no atendió todas las denuncias conformadas por diversos grupos y organizaciones civiles que se manifestaron frente a su palacio rosa, exigiendo la detención de los culpables, o exigiendo el esclarecimiento de asesinatos, finalmente Cué Monteagudo no los escuchó, no los vio porque nunca estuvo despachando en ese su palacio. Un inmueble que sólo utilizó, le sirvió para encumbrar su ego de que era gobernador sin resultados para los oaxaqueños.
OAXACA, REPROBADA EN DERECHOS HUMANOS
La entidad oaxaqueña ha sufrido de manera cruel, humillante, desalmada, inmisericorde la ausencia de sus derechos humanos, todos sin igual, no han tenido ese común derecho que impulsa La Declaración Universal de los Derechos Humanos, sin respeto sin conocimiento de las propias autoridades quienes deberían velar y ser las encargadas de que ningún oaxaqueño debería ser violado en sus principios de vida y en el concepto de derechos humanos.
Desde la niñez se ha hecho costumbre que los niños sean golpeados, sometidos y no solo eso sino que dentro de su incursión escolar los niños se les ha privado de recibir clases, de estudiar en las escuelas, ya que el magisterio en turno ha provocado esa violación al derecho de recibir plena educación en sus instalaciones escolares.
A pesar de esta violación a la educación el gobierno estatal encabezado por Gabino Cué Monteagudo no hizo pronunciación alguna ante estos hechos y en perjuicio y daño a millones de niños oaxaqueños. Daños irreversibles que tendrán un efecto negativo en sus futuras etapas de su vida.
Por tanto en las mujeres de igual o peor forma fueron cobardemente anuladas de su esfera habitual, de su condición de mujer es decir recibieron además de las arteras violaciones a sus derechos humanos, también fueron cobardemente asesinadas, ultrajadas e humilladas.
Han sido vejadas en toda su extensión, y en seis años no recibieron absolutamente nada de un gobierno que se dijo democrático, y que prometió mucho a favor de todos, a favor de mujeres, niños, y ancianos, no existió nada. Los informes, las denuncias respectivas de organizaciones sociales se quedaron esperando respuesta de las autoridades estatales, nada les ocupó.
Fue entonces un gobierno misógino, que no atendió ningún reclamo social de miles de mujeres, que rechazó cualquier ayuda humanitaria hacía la mujer, fue un gobierno tirano que hizo conductas detestables, crueles, deplorables a través de sus propios institutos para ayuda de la mujer. Fue un gobierno ejecutor, sencillamente se entiende porque fue mucha casualidad de que en el marco de su gobierno se dieran todos los asesinatos de líderes, representantes, e incluso de diputados locales de partidos políticos de oposición al Partido Revolucionario Institucional (PRI), se tejió una perfecta red para acribillarlos y no dejar huella de los culpables, ¿entonces como se le puede denominar a eso?¿A qué intereses sirvieron los asesinatos arteros?¿En seis años no ha habido ningún detenido de esos crímenes? Es posible que por ahí exista algún detenido para apagar las voces exigentes de justicia.
JUSTICIA CALLADA
Los deplorables hechos en contra de los derechos humanos ha puesto en evidencia la pobre actitud de quien fungió o se presumió como gobernador de Oaxaca, no existieron los derechos humanos, no hubo la voluntad política para que se salvaguardaran los derechos consagrados en la constitución política de los estados unidos mexicanos.
La justicia no existió para miles de oaxaqueños que exigieron, se plantaron frente al palacio de gobierno, el palacio rosa de Gabino, pensaron en alguna fría esperanza de ser atendidos, o por lo menos de exigir justicia pero fueron totalmente ignorados, fueron pisoteados, burlados por el propio gobierno estatal.
¿Cómo entonces existió un aparente defensor de los derechos humanos para el pueblo de Oaxaca?
Si efectivamente hubo un defensor que al igual que Gabino Cué su patrón, fue un gran simulador, fue un estereotipo añejo de funcionario que se vistió, se maquilló de defensor de los derechos humanos. Un personaje que vivió en las esferas de la luna, arrogante, pedante, y odioso pero también cínico, un perfecto sinvergüenza que no tiene empacho de serlo.
Y con esas tiernas habilidades presentó una vez más su informe hace unos días, un informe a modo como debe ser para él y para él gobierno que trabajó, un informe hiriente, que trasparentó lo que efectivamente hizo en la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), lo que representó su quehacer en una dependencia tan importante para el pueblo pero que con su presencia reflejó su gran ineptitud, su nula sensibilidad social. Este funcionario que solo llegó aparentar lo que nunca fue.
Las artimañas para llegar ahí todos y todas las conocemos ya lo hemos hablado en pasadas ediciones. Sus padrinos se equivocaron y ahora también sufrirán las consecuencias de esa mala actuación de su ahijado en una dependencia al servicio de los derechos humanos. De igual forma a la denominada comisión de la verdad (CVO), que la encabezó el padre Solalinde, pues dicha comisión no tuvo la fuerza necesaria para enjuiciar a los culpables del 2006 hasta la fecha. Una comisión fantasma.
GABINO, SEÑALADO COMO REPRESOR
Y no faltaba más, aquel traidor en la última cena de Jesús hizo su aparición pero el irónico, y sinvergüenza fue más allá pues lo señaló de represor, audazmente Arturo Peimbert Calvo, titular de la Defensoría obtuvo su desahogo con su cuarto informe, pensando en que ahora es él quien procura por el bienestar de la población oaxaqueña, que ningún oaxaqueño quede ausente de sus derechos humanos. Tanta belleza no creemos pero es parte del teatro que observamos por durante seis largos años.
Lo terrible, además de los atropellos, vejaciones y violaciones a las garantías fundamentales es que no existe vergüenza alguna de los funcionarios así como del propio titular Peimbert Calvo que tuvieron en sus manos los cientos, miles de oficios y denuncias sobre estos hechos que por desgracia en muchos casos enlutaron a muchas familias oaxaqueñas de todas las regiones.
En este cuarto informe fue sólo como un acto de presunción, de presumir que Arturo Peimbert es un buen funcionario, que lo de Nochixtán es investigado a cabalidad cuando no es cierto, cuando es el propio defensor que miente ante los fuertes compromisos que tiene con diversas organizaciones sociales encumbradas siempre por sacar raja, ventaja hasta de los muertos, de los acribillados para enaltecer su bandera de víctimas, y de poner precio de sus arreglos, a espaldas de todos, organizaciones que negocian candidaturas a regidurías, sindicaturas, ediles, diputados y hasta senadores. ¡Increíble pero cierto!
La Defensoría y todos los funcionarios ocupados en nómina no han sabido que sus derechos humanos también son sus derechos humanos y que no solo queda en algún atropello sino que es de enorme magnitud y responsabilidad.
VIOLACIONES SISTEMÁTICAS
Por ultimo recalcaré un párrafo de las Naciones Unidas, de la oficina del alto comisionado de derechos humanos, por sí los funcionarios como Arturo Peimbert lo desconocen;
Una violación de los derechos económicos, sociales y culturales tiene lugar cuando un Estado incumple sus obligaciones de garantizar que tales derechos se disfruten sin discriminación o su obligación de respetarlos, protegerlos y realizarlos. Frecuentemente una violación de tales derechos guarda relación con la violación de otros derechos.
Algunos ejemplos de violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales incluyen:
El desalojo forzoso de personas de sus hogares (derecho a una vivienda adecuada);
La contaminación del agua, por ejemplo con desechos de instalaciones de propiedad del Estado (derecho a la salud);
El hecho de que no se garantice un salario mínimo suficiente para llevar una vida digna (derecho al trabajo);
El hecho de no evitar el hambre en todas las zonas y comunidades del país (derecho a la protección contra el hambre);
La denegación de acceso a la información o los servicios relacionados con la salud sexual y reproductiva (derecho a la salud);
La segregación sistemática de los niños con discapacidad de las escuelas generales (derecho a la educación);
El hecho de no impedir que los empleadores lleven a cabo discriminaciones en la contratación (por razones de sexo, discapacidad, raza, opinión política, origen social, situación en cuanto al VIH, etc.) (derecho al trabajo);
El hecho de no prohibir que las entidades públicas o privadas destruyan o contaminen los alimentos y sus fuentes, así como los suelos arables y los recursos hídricos (derecho a la alimentación);
El hecho de no establecer una limitación razonable de las horas de trabajo en los sectores público y privado (derecho al trabajo);
La prohibición de utilizar los idiomas minoritarios o indígenas (derecho a participar en la vida cultural);
La denegación de la asistencia social a personas a causa de su condición (por ejemplo, las personas sin un domicilio fijo o las que solicitan asilo) (derecho a la seguridad social);
El hecho de no garantizar una licencia de maternidad a las mujeres trabajadoras (protección de la familia y asistencia a ésta);
La desconexión arbitraria e ilegal de la red de abastecimiento de agua para uso personal y doméstico (derecho al agua).
Finalmente el pueblo de Oaxaca está huérfano en todos sus derechos humanos y sólo me resta decir; ¿A que le juega Arturo Peimbert Calvo presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, en ofrecer un informe a modo?… ¡Hasta la próxima!