Quintero en su Tinta


Antonio Quintero

La estupidez tiene rostro en Oaxaca, y tiene muchos nombres, y se ha escudado en los diferentes colores de esos partidos políticos que han hundido a nuestro país en el abandono y miseria, particularmente a la entidad.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), Había sido quien conservaba el non grato honor de ser el único –si se le puede llamar-, exterminador de la transformación o progreso, el PRI, definió por más de la mitad del siglo pasado el sueño que tenían los oaxaqueños. Es decir la política fue el único eje que existió para la población y el resultado es catastrófico; una población sumergida en el fango.

Hasta hace cinco años el PRI era culpable de todo el maleficio de los oaxaqueños, de lo que acontecía y no se resolvía, de las estadísticas económicas, cero producciones en el campo, del nulo crecimiento en empleo, desarrollo y progreso, en la extensa geografía de la entidad.

En más de cincuenta años la población del estado de Oaxaca ha vivido del turismo básicamente, pero además, de las limosnas que le otorgan las dependencias federales para sus proyectos productivos, las migajas a mezcaleros, cafetaleros, pescadores, y pequeños productores diversos, pero también de los monopolios clientelares para subsistir como es el caso del sector del transporte; ofreciendo concesiones para su militancia y simpatizantes. Un subempleo degradante.

Pero hoy  el PRI ya puede respirar tranquilo, pues le han servido estos cinco años de observar a un gobierno de coalición, coalición que sirvió para que enterrara toda la esperanza del pueblo de Oaxaca, hoy todos los partidos políticos de oposición abonaron a esta terrible tragedia, todos son culpables.

Aunque ahora en esta oportunidad que tuvo una coalición de gobernar a una entidad de pobres se pudo palpar que todos los partidos opositores al PRI, no entendieron qué significa gobernar, que significa trabajar en un gobierno estatal, que significan las demandas sociales, no entendieron absolutamente nada, porque no hubo progreso ni transformación.

Somos una entidad cobardemente olvidada por sus gobiernos, en ello aprendieron muy bien todos los partidos que co-gobernaron en esta administración de Cué Monteagudo, aprendieron a simular, y hacerle creer al gobierno federal  que buscaban el bienestar de la población.

Fueron unos perfectos idiotas, imbéciles que aprendieron o intentaron aprender sobre la marcha, en esa curva de aprendizaje que orgulloso señalaba el primer simulador del estado, Cué Monteagudo, hoy la simulación ya se hizo realidad en un gobierno de enormes mediocres, que destaparon ya sus ambiciones, pero también las ambiciones electoreras de muchos personajes que llevan la etiqueta de la coalición, ahora van por más, dejan sus puestos para buscar patrocinar su ego.

QUINTERO JOSE ANTONIO ESTEFAN - copia

CANDIDATOS OFERTARÁN OBRAS INCONCLUSAS

La tesis de la política amañada de nuestro país ha permitido que los funcionarios se “enjuaguen” y dejen sus puestos para allegarse de candidaturas, al fin eso se permite y más.

Cuando  Benjamín Robles Montoya era candidato a senador, su campaña permanecía en los aires, es decir en las avionetas, y una buena vez  aterrizó en la región de la mixteca, en el municipio de Tlaxiaco para decir que el hospital de especialidades que la administración de Ulises Ruíz Ortiz había dejado inconcluso y que formaba parte de ese complejo de red de hospitales que se harían en toda la entidad. (Suponemos que para el bienestar de toda la población, pero no fue así).

Ni tardo ni perezoso Robles Montoya en una conferencia de prensa en aquel lugar estalló de júbilo al decir que ese hospital de especialidades de Tlaxiaco, se pondría en marcha cuando llegara a ser senador, pero su entusiasmo fue a más pues se desbordó al decir que en próximos meses ese municipio enclavado en las montañas tendría de una buena vez su hospital de especialidades. Llegó al senado y Benjamín Robles no pudo resolver el angustiante panorama hospitalario que tiene toda la entidad oaxaqueña. La obra hospitalaria de muchos miles de millones de pesos que están inconclusos. Ahora que busca ser candidato por la coalición del PRD, PAN y  PT posiblemente se acuerde de que es otra magnífica oportunidad de volver a prometer y engañar a todos los ciudadanos de aquel lugar.

Pero no sólo el senador más productivo se ha empachado en decir tantas promesas, pues esas obras inconclusas  también le ha servido a los candidatos a diputados federales de todos los partidos políticos de ese distrito como a Sergio López Sánchez del PRD que también dentro del marco de su campaña prometió abrir dicho hospital acompañado de Germán Tenorio Vasconcelos, ya estaba preparada la foto para que juntos de la mano cortaran el listón simbólico. Champagne y alimentos quedaron guardados en algún lugar,  posiblemente a estas fechas ya se pudrió la comida porque la bebida entre más añeja mejor, así que todavía puede esperar otro tiempo de promesas.

QUINTERO  HOSPITAL DE ESPECIALIDADES DE TLAXIACO

MÁS PROMESAS DE LOS CANDIDATOS

Y así podemos enumerar a todos esos precandidatos que ya se frotan las manos por llegar a ser gobernador del estado, por supuesto sus padrinos están más que contentos, y en ese sentido tenemos que otro destacado funcionario que se atrevió a ser secretario de la desdichada dependencia de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca  y Acuacultura (SEDAFPA), Salomon Jara Cruz quien pretende realizar su campaña en medio de la oscuridad, un personaje claramente conocido por todos, y también conocido por sus corruptelas, dejó a esa Secretaría con un desfalco multimillonario que le heredó a sus sucesores pero también al campo oaxaqueño en sus diferentes apartados…

¿Qué se puede esperar de este personaje?  posiblemente  que se haya dado cuenta cuando estuvo en esa dependencia  que verdaderamente el campo oaxaqueño se encuentra devastado, -¿cuáles serán sus “ofertas de campaña”…

 

¿QUÉ PROMETERÁ ESTEFAN GARFÍAS?

Así que los candidatos de la oposición al PRI, tendrán una muy buena oportunidad de hacer su discurso de campaña, al fin la coalición que gobernó con Cué Monteagudo-, dejó enormes huecos para que cualquier candidato honesto –si es que existe-, pueda realizar su campaña sin contratiempos… Todo lo que se observa en la entidad es capital político… Pero aun así no sé qué pueda ofertar el precandidato José Antonio Estefan Garfias, si fue parte de la complicidad de Gabino Cué, posiblemente su slogan consista en entregar más concesiones al desempleo de la entidad, o administrar la pobreza, es decir seguir ofreciendo microapoyos a la industria sin chimeneas, qué puede proponer si cuando fue secretario de Sevitra no pudo solucionar nada sobre el transporte de la entidad, cuál es su experiencia en realidad, posiblemente ofrezca su experiencia de dos meses cuando fue diputado federal  apenas este fin de año…

Lo que sucederá es que los candidatos de todos los partidos políticos, con todo y su chiquillada, se sentirán tocados por la mano de Dios, y harán de todas las obras inconclusas de Ulises Ruíz Ortiz, y de Gabino Cué Monteagudo su plataforma política, serán también sus promesas de campaña, concluir y abrir la red hospitalaria, más puentes peatonales, y más puentes vehiculares, por supuesto que con  ellos el empleo detonará, el crecimiento y transformación llegara a la entidad… Esperaremos pues las promesas de todos y de cada uno de los farsantes que tiene la política oaxaqueña… Y a propósito de Benjamín Robles Montoya esta semana realizó una conferencia de prensa en un céntrico hotel de la capital oaxaqueña, era un lugar muy pequeño aun así  lo tuvo que llenar con sus cuates disfrazados de reporteros para llenar la sala y su conferencia, -¿será que ya no se le cree?  Su estrategia de comunicación a través de la mentira falló desde un principio… Por ello la estupidez tiene rostro, rostro  de todos esos patanes que llegaron a tener  oportunidad de transformar y sólo se llenaron los bolsillos y alforjas, pensando que por su carita, y su puesto iban a ser inmortales… ¡Hasta la próxima!