Edición 2019 de los galardones entusiasma a la humanidad.
- La polaca nacionalizada francesa Marie Curie lo recibió en dos ocasiones.
- Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier detectaron virus del VIH Sida.
- El mexicano Octavio Paz recibió en 1990 el Premio Nobel de Literatura.
Agencias.
Alfred Nobel trascendió por ser el inventor de la dinamita e inscribir otras 255 patentes. Sin embargo, más allá de su legado, son los premios que se otorgan en su honor y a su petición —pues así lo especificó el sueco en su testamento—los que han hecho que este científico, inventor, ingeniero, escritor y hombre de negocios permanezca vivo en el recuerdo de cada una de las generaciones que se desarrollan en el mundo actual. Los Premios Nobel son hasta ahora los más prestigiosos del mundo, pues reconocen la aportación de una o varias personas a la totalidad de la humanidad.
En las categorías de Física, Química, Fisiología, Medicina, Literatura y Paz cada año estos premios se otorgan en Suecia y Noruega. Lo hacen a un máximo de tres personas por categoría y están pensados para reconocer a quienes hayan llevado a cabo investigaciones o descubrimientos que contribuyan de manera notable al desarrollo de la humanidad. Así, han sido reconocidos a lo largo de la historia científicos como la polaca, aunque nacionalizada en Francia, Marie Curie, galardonada dos veces, una por sus investigaciones sobre los fenómenos de radiación descubiertos por Henri Becquerel y otra por el descubrimiento de los elementos radio y polonio o Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, a quienes se les reconoció por el virus de la inmunodeficiencia humana.
Pero no sólo ha habido cabida para la ciencia. Los premios Nobel también han reconocido a grandes literatos y a personalidades que han trabajado por mantener la paz en el mundo. Destacan en la categoría de letras, entre otros, nombres como el del español Vicente Aleixandre, el colombiano Gabriel García Márquez, el mexicano Octavio Paz, el japonés Kenzaburo Oe o el estadounidense Bob Dylan, quien fue seleccionado para recibir el premio por su aportación a la literatura «creando nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense».
Este año, ya fueron anunciados todos los premios, que han obtenido las siguientes personalidades del mundo de la ciencia y la literatura:
Nobel de Química 2019: John B. Goodenough, Stanley Whittingham y Akira Yoshino, inventores de la batería de ion-litio que alimenta los teléfonos móviles. Esta tecnología ha supuesto una revolución que ha permitido el avance de la electrónica portátil y el de las energías renovables como la eólica o la solar, que hasta que apareció esta batería, no tenían dónde almacenar esa energía limpia.
Nobel de Medicina 2019: William Kaelin, Sir Peter Ratcliffe y Gregg Semenza recibieron el Premio Nobel de Medicina este 2019 por su trabajo de investigación para descubrir cómo las células sienten y se adaptan a la disponibilidad del oxígeno.
Nobel de Física 2019: James Peebles, Michel Mayor y Didier Queloz son los ganadores del Premio Nobel de Física de 2019 por su contribución a la comprensión de la evolución del universo y el lugar de la Tierra en el cosmos después de haber descubierto planetas más allá de nuestro sistema solar.
Nobel de Literatura 2019: Olga Tokarczuk y Peter Handke se han alzado con el Premio Nobel de Literatura. Tokarczuk, según ha apuntado la Academia Sueca, ha sido reconocida con el galardón de 2018, que finalmente no se entregó el año pasado, por su «imaginación narrativa que con pasión enciclopédica representa el cruce de fronteras como una forma de vida», mientras que Handke, quien ha recibido el de 2019, se ha visto recompensado su por su «trabajo influyente que con ingenio lingüístico ha explorado la periferia y la especificidad de la vivencia humana».
Nobel de la Paz 2019: El Comité noruego del Nobel ha otorgado el Premio Nobel de la Paz a Abiy Ahmed Ali, primer ministor de Etiopía por «sus esfuerzos para alcanzar la paz y cooperación internacional, y en particular, por su decisiva iniciativa para resolver el conflicto con la vecina Eritrea».
El nobel de la paz 2019
“Este es un premio para toda África y para Etiopía, nos sentimos orgullosos como nación”. El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, de 43 años, agradecía con estas palabras el Premio Nobel de la Paz que le concedió el pasado viernes el comité noruego. Hijo de padre musulmán y madre cristiana y de origen humilde, el líder africano saltó al escenario internacional el pasado 2018 por lograr, apenas tres meses después de su llegada al poder, la firma de un acuerdo de paz con su vecina Eritrea tras un conflicto fronterizo estancado durante dos décadas. Además, se ha convertido en el gran mediador regional tras impulsar la transición democrática en Sudán y la reconciliación en Sudán del Sur.
Cuando muchas quinielas apuntaban a la adolescente sueca Greta Thunberg, que se ha erigido en un icono de la lucha contra el cambio climático, el comité del Nobel ha decidido entregar el galardón a uno de los dirigentes africanos de moda. Y no sólo por sus éxitos internacionales. La llegada al poder de Ahmed supuso una auténtica bocanada de aire fresco en todo el continente, pero sobre todo en Etiopía. Una de sus primeras medidas fue la liberación de miles de presos políticos, favorecer el retorno de los exiliados y dar por terminado el estado de emergencia en su país, que había sido usado por el Gobierno anterior para cometer violaciones de derechos humanos, según organizaciones internacionales.
“Ahmed, el mandatario más joven de África, hizo las paces con Eritrea después de 20 años de hostilidades, liberó prisioneros políticos y periodistas, legalizó grupos de la oposición y nombró mujeres en su Gabinete, todo ello en sólo un año en el poder», subrayó el secretario general del comité noruego del Nobel, Jan Egeland. Desde que llegó al cargo, el 2 de abril de 2018, ha protagonizado una auténtica revolución democrática en su país. Promovió a la presidencia de su país a Sahle-Work Zewde, la única mujer jefa de Estado en África, y nombró un gobierno paritario, entre otras profundas reformas.