La fecha se fijó durante el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional celebrado en París en 1889. La idea era recordar y reivindicar a los Mártires de Chicago, grupo de sindicalistas que fueron condenados a muerte por su participación en una huelga que inició el 1 de mayo de 1886 en Estados Unidos.
El movimiento huelguístico en Chicago se prolongó hasta el cuatro de mayo, a pesar de la represión.
Durante un mitin en la Plaza Haymarket, un desconocido arrojó una bomba contra la policía acto que causó la muerte de siete gendarmes; la policía respondió disparando contra los manifestantes asesinando a varios, sumado a ello detuvo a los oradores quienes fueron acusados de ser los autores intelectuales del ataque.
Un año después, y tras un juicio manipulado, cinco de los inculpados fueron sentenciados: cuatros sucumbieron en la horca, uno más se suicidó.






