Política inconfesable: Pandemia


Covid19 en México

Rodrigo Villar

Jair Bolsonaro

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil; el actor Tom Hanks y su esposa, 15 mexicanos, la ministra de salud de Gran Bretaña, 80 mil infectados en China y 5 mil muertos en Europa, son las noticias que rodean el entorno de la pandemia del coronavirus o COVID-19 en todo el mundo y que llegan a nuestros móviles minuto a minuto, mientras que el desconcierto, y la insatisfacción del no saber qué hacer, abona hora tras hora entre todos los habitantes de este planeta.

Lo que más rápido cunde entre mujeres y hombres, que ignoran las causas y consecuencias de una enfermedad como el coronavirus, es el pánico y la desazón, alimentados por la ansiedad.

Precisamente, eso es lo que menos debe de afectar nuestras decisiones en estos momentos. Tiempos en que mostraremos de qué estamos hechos, y cuáles son nuestras flaquezas.

Efectivamente desde fines del año pasado en China, se dio la noticia de una nueva enfermedad que surgió por el consumo de animales exóticos como los murciélagos, o una especie rara de armadillo que habita en el centro de ese país, y que portaría el virus que hoy tiene conmovido al mundo entero. De inmediato el racismo y las actitudes xenofóbicas contra los chinos se dejaron ver y escuchar en todo el mundo.

Se les acusó de ser la calamidad del planeta, por consumir desde murciélagos, ratas, insectos, escorpiones y una gran cantidad de animales que para el gusto de los occidentales no resultan convenientes al paladar.

Eso no es el fondo del problema. El fondo radica en cómo se atenderá a los cientos de miles o millones de personas que requieran de los servicios médicos de segundo y tercer nivel respiratorio en hospitales y clínicas especializadas.

La existencia suficiente de respiradores -artefactos utilizados para proveer de oxígeno a personas con graves problemas respiratorios- es clave para que todos afrontemos la tormenta. La mayoría de las personas han interpretado los sucesos que ahora conmocionan a Europa, a Estados Unidos y a un sector de Asia, consideran que el coronavirus no ha resultado la causa de muerte lo suficientemente alta, comparada con la tuberculosis o la varicela. El problema es que al día de hoy no existe cura para enfrentar al nuevo virus. Su genética no responde como lo ha hecho la genética de otros males entre ellos las mencionadas o la influenza, pues los infectados no crean anticuerpos una vez que fueron diagnosticados, atendidos, y superaron la enfermedad.

Es decir, pueden volver a contraerla. De tal forma que la multiplicación de los casos puede ser exponencial.

Italia, en cuarentena

De ahí la preocupación de diversos gobiernos, sobre todo del italiano porque el virus ha generado resistencia y mutaciones diversas que le facilitan la propagación en cualquier medio. Si fuese así, y como ha sucedido en ese país, la pregunta recurrente es: ¿existe capacidad para atender más y más casos de la enfermedad en un país en desarrollo, donde precisamente ayer se reconoció que no hay suficientes respiradores artificiales para atender a los pacientes infectados?

En México donde se espera un repunte del número de casos en las próximas dos semanas, la incertidumbre priva. Sobre todo porque nuestra capacidad de credulidad de aquello que no es cierto o se pone en duda, es enorme. La contribución de la autoridad a ese estado de ánimo ha sido muy relevante. No se ha informado con amplitud de miras del tipo de atención primaria que deberá tener un paciente, a quien se le detectó la enfermedad.

Menos se han dado a conocer los protocolos de cuidado y atención que los infectados deban tener.

Y por añadidura la información de los hospitales que tengan capacidad de dar atención a los enfermos, se mantiene ausente.

Imágenes de estos días en aeropuertos del mundo

El coronavirus resultará, con el tiempo en una catástrofe sanitaria, sin duda, pero a todos nosotros corresponde enfrentarla, resolverla, con altura de miras y responsabilidad, otorgándole el papel primordial que tiene en este caso, al sector salud, para que de ahí salgan las preciadas soluciones que nos llevarán a trascender tan grave problema de salud pública.