Rodrigo Villar.
En nada está todo escrito. Ni en nuestra vida cotidiana, menos en política. Los sabihondos, alimentados de la mano de sus amos, se distinguen porque son buenos para cazar a los bobos.
Hoy, todos se cruzan apuestas frente al proceso electoral de este domingo.
La opinión pública avizora toda clase de escenarios al tamaño y gusto de quien tiende los fajos de dinero con objeto de contribuir a perpeturar el status quo.
Dicen que si el PRI va a ganar en el Estado de México, habrá conflicto postelectoral. Que en caso contrario, si Morena gana, de todos modos habrá conflicto. No habrá para donde hacerse.
Obviamente la del Estado de México es la elección que nos atrae poderosamente la atención. Las implicaciones que tiene gobernar ese estado son la antesala del gobierno federal, asentado en la Ciudad de México.
Si bien, el resto de los procesos electorales tienen una singular relevancia política y en el terreno de la geopolítica nacional, lo importante es el Estado de México.
Y cómo no ha de ser, si el presupuesto anual de esa demarcación supera los 220 mil millones de pesos –tan solo de participaciones federales-, mas los ingresos propios.
De veras que si es una circunctancia imponente, se vea por donde se vea.
Pero me permito llamar su atención para que observemos un ángulo, que si bien salta a la vista, al día de hoy aún no hace crisis: la debacle de Josefina Vázque Mota, y su partido el PAN.
Siempre resulta útil para la memoria histórica de cada uno de nosostros recordar, como salieron a la palestra pública los personajes que forman parte de la vida política y económica de México.
Así podremos formar criterio razonar nuestros análisis, sin subirnos al camión de la critica fácial y de consigna contra los “enemigos” del sistema.
La señora Vázquez Mota saltó a la fama cuando fue postulada por el PAN para ocupar una curúl de la Cámara de Diputados, a través de la fórmula de representación proporcional (plurinominal).
Llegó sin problema a San Lázaro porque estaba encaramada en la cresta del voto útil (promovido por Jorge Castañeda, Lorenzo Meyer, Dennise Dreasser, Sergio Aguayo, entre otros personajes), y que le dio a Vicente Fox Quezada un triunfo insólito, dada la complejidad del descalabro para el PRI.
En la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota inició una carrera fulgurante, a grado tal que fue impuesta por el mismo Fox como presidenta de la poderosa Comisión de Hacienda. No duró mucho ahí porque como una joya preciada, el guanajuatense embotado, se la llevó su gabinete como secretaria de Eduación Pública.
Que tendría en su haber profesional, de haber estudiado en el bachillerato en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y despues de cursar la carrera de Economía en la Universidad Iberoamericana, que Fox le encargó la política educativa de México.
Por ahí pasó sin pena ni gloria, eso sí con algunos pesitos de mas comenzó a engrosar su ya considerable patromonio. Años después, una vez que los panistas se instalaron a robar y hacer añicos el país y sus arcas, el espurio Felipe Calderón le entregó la Secretaría de Desarrollo Social.
Obviamente no contribuyó con su trabajo a reducir la pobreza alimentaria material de millones de personas. Con ella en esa secretaria alcanzamos el honrosísimo 50 por ciento –de la población total- de pobres y superpobres.
Y luego, pues como suele suceder con los políticos en desuso recaló en la Cámara de Diputados, de nuevo ahí se dio un segundo aire que la granjeo la candidatura panista a la presidencia de la República. Y pues, no le dio porque ella no tiene que ofrecer al electorado, mas que su respetable figura de mujer.
Ahora, pues todos sabemos, es la candidata panista al gobierno del Estado de México. No levantó su campaña, fue acusada –aún no la exhonera la autoridad judicial- de desvio de mil millones del erario (dinero público) para su fundación.
Incluso, lo queha dejado ver ya su presidente de partido, Ricardo Anaya, es que Josefina Vázquez Mota fue negociada para que hpy domingo acepte su derrota, a cambio de que desde el centro se reconozca una probable victoria del PAN en Coahuila y Nayarit.
Será?
Con esto veremos la deblace definitiva de Josefina Vázquez Mota, politica panista, que sin apasionamientos poco –o casi nada- aporto al proceso político en México desdes hace 17 años.
