Política Inconfesable : Gobiernos de Coalición ¿coalición de corrupción?


El presidente Andrés Manuel López Obrador

Rodrigo Villar

Alianza opositora

El triunfo histórico de Andrés Manuel López Obrador, en la elección presidencial de 2018, pasmó en ese momento a los partidos que se le oponían.

El agobio del PRI, del PAN, del PRD y Movimiento Ciudadano se ha extendido hasta la fecha.

Pasaron más de cuatro años de aquel suceso electoral y esas cuatro fuerzas no consiguieron regenerarse y menos organizar su oferta política e ideológica para que sus simpatizantes y militantes tuvieran asidero para pensar en hacer de la derrota, la ruptura con el pasado que los postró.

Los partidos opuestos al gobierno del presidente López Obrador, pretenden resolver lo que dejaron irresoluble durante más de cuatro años y como no encuentran la fórmula que les permita enfrentar la cresta de la ola del año 2018, con evidente desesperación, han llevado al extremo una alianza que para los que si tienen memoria es inexplicable, o por lo menos resultaría inexplicable hace cinco años.

Escándalos en el PRI

Por interés de grupo y de sobrevivencia política, en un sistema de partidos que privilegia a las facciones enquistadas en el poder, los priístas terminaron asociándose con sus contrincantes históricos los panistas y de paso recogieron a un cadáver político cuyas siglas son las del PRD.

A través de olvidar convicciones e ideología esas fuerzas políticas decidieron que, antes de perder sus privilegios, se enfrascarían en una asociación política que por lo menos significara en el espectro político, la oposición que -incluso- justificará la implantación del régimen de Morena.

ESPECTÁCULO

QUE NO ACABA

PAN, partido empresarial

En cuatro años, han navegado con la bandera de oposición recalcitrante al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo el PAN que rabiosamente ha construido un discurso agresivo contra el régimen lopezobradorista y el PRI a duras penas, con los problemas internos que se han convertido en escándalos mediáticos, ha conseguido hilvanar una narrativa que vuelva atraer a simpatizantes y militantes.

El desconcierto sigue y el panorama electoral para ambos resulta ominoso.

PAN, PARTIDO

EMPRESARIAL

No se diga de las apariencias de las que se mantiene el PAN, que día que pasa, día que pierde adeptos, simpatizantes y militantes. Es un partido que no supo embonar con los intereses de la población, por su natural forma de excluir, de expresarse como un partido de una élite al que todo lo que huela a pueblo, le resulta repugnante.

Miguel de la Madrid Hurtado

Es un partido de liderazgos, de personajes que a nivel local convencen, porque convierten sus intereses particulares, en supuestos intereses en general, de la población. Y de una supuesta estructura, pues es evidente que radica en el sector patronal que está dispuesto a patrocinar a cualquiera que esté dispuesto a enfrentar a la locomotora, de nombre Andrés Manuel López Obrador.

Del PRI, ya lo hemos tocado en este espacio, pues está enfrascado en un conflicto interno con doble atadura:

Primero, dejó de ser el partidazo, la organización todopoderosa en política que dictaba -en consonancia con el presidente de la República en turno- el devenir del país. En los 35 años de neoliberalismo que seguimos viviendo en México, desde el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado.

Se afirma que el sistema que defiende es neoliberal, lo que resulta una contradicción… Así, el PRI comenzó a autoderrotarse, porque se convirtió en organización política corrupta y corruptora, que abandono sus históricas luchas.

Ahora, lo que ambos partidos, y su satélite el PRD ponen sobre la mesa para repartirse lo que pudieran ganar, en lo que respecta a posiciones de gobierno en estados y lejanamente en el gobierno federal, es la fórmula del gobierno de coalición.