Política inconfesable : Escándalo por hackeo


Hackeo masivo

Rodrigo Villar

Datos relevantes al descubierto

Hace días se dio a conocer en un medio de comunicación, adverso al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, una información utilizada en un tono de escándalo, referente a información obtenida ilegalmente de la Secretaría de la Defensa Nacional. Ese hackeo, que forma parte de una acción orquestada por un grupo autodenominado “Guacamaya”, afectó también a otros sectores militares, por lo menos en media decena de países en América.

Los datos clasificados, incluidos en comunicaciones, informes, memorándums, cartas y notas privadas, dejan ver temas privativos del poder cuya apertura a la opinión pública es debatible.

Sin duda los asuntos que conciernen al poder deben ser públicos, si hablamos de una postura aperturista como la que enarbola el tabasqueño López Obrador, y del otro lado impera la visión de “asuntos de seguridad nacional” que solo conciernen al conocimiento de la autoridad en turno.

RESULTADOS DE

LA AUSTERIDAD

Lo sucedido, a parte de esa gama de opinión, deja al descubierto la vulnerabilidad en que se encuentran los sistemas de información privilegiada que maneja el gobierno federal. Por ello es necesario recurrir a la memoria para entender que lo sucedido al ejército tiene una explicación derivada de las decisiones que al inicio del presente gobierno se tomaron, y que afectaron, y ahora en estos días afectan, los intereses del país.

Institución vulnerada

Al inicio del gobierno encabezado por López Obrador, se redujo la inversión pública que se debería destinar a modernizar el sistema de software y hardware de las dependencias gubernamentales que contienen en sus archivos información muy relevante para las acciones de gobierno, encaminadas a la defensa de los intereses de la nación, incluidos la defensa territorial, el combate a la delincuencia, y el manejo de los recursos públicos, temas que se han convertido a la vez en banderas políticas tanto del gobierno lopezobradorista como de sus opositores.

Las dependencias con mayor riesgo de ser intervenidas por los llamados hackers son Petróleos Mexicanos, el Banco de México, la Comisión Federal de Electricidad, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, esto en el ámbito público. Se contemplaba hace más de tres años, que el gobierno de López Obrador, estaba obligado a invertir en los sistemas de seguridad cibernética (que incluye la modernización de los mismos sistemas y su defensa), por lo menos 20 mil millones de pesos. Pero desde entonces se decidió que eso era mucho dinero.

Este gobierno será recordado por muchas acciones a favor de los pobres, a los que les entrega dinero en efectivo para sobrevivir, pero también se recordado por el manejo en materia de asignaciones directas de contratos a favor de los proveedores.

En este marco se hallan los contratos que favorecieron a las empresas en materia de seguridad cibernética para las instituciones más sensibles del gobierno y hoy se manifiesta, con el hackeo al ejército.

IMPERDONABLES

LOS DESCUIDOS

Aquella determinación de disminuir los presupuestos para la compra de equipos sofisticados en materia de seguridad cibernética, ahora tiene un costo que no se puede determinar aún con la filtración a los archivos del ejército, y cuyas consecuencias en este caso sí son impredecibles.

Robo de datos

Es decir, lo que esto nos muestra es una radiografía de lo que ocurre en materia de seguridad militar en el país, y seguridad nacional, donde hasta se ha revelado la salud de López Obrador, y por lo tanto, para todos, preocupante, pero vayamos al tema: La primera pregunta es cómo a una dependencia le ocurre una falla tan garrafal como la de no vigilar y tener a resguardo su sistema de inteligencia y de información. La respuesta es que hubo descuido de las redes de seguridad de las fuerzas armadas.

Lo conveniente es que la población esté informada sobre las consecuencias que puede acarrear al país, a la nación, no a un gobierno como el actual, sino a lo que somos en nuestra amplia totalidad, que se den a conocer datos tan relevantes.

Volvemos al inicio, para muchos la apertura y el conocimiento total siempre será lo mejor, y para pocos el cerrar las fuentes de información que tendrían que ser públicas será lo necesario.