Política Inconfesable: Dos zopilotes del chacal de Chalcatongo


Eviel Pérez Magaña y Héctor Pablo Ramírez Leyva, cortados por la misma tijera.

Héctor Pablo usa Liconsa para hacer proselitismo con miras a la gubernatura.

Eviel Pérez tiene cuentas pendientes tras desvío millonario de recursos.

Rodrigo Villar.

Siempre sumisos, cínicos, corruptos, alienados y deshonestos, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva y Eviel Pérez Magaña, pretenden devolver el poder del gobierno del estado de Oaxaca al más delincuente, entre los delincuentes, Ulises Ruiz Ortiz, mejor conocido como el chacal de Chalcatongo.

En el caso de Eviel Pérez Magaña, senador gris y mediocre, ahora se victimiza auto-proclamándose ejemplo de honradez y ética política. A quién pretende engañar, cuando el es hijo de los peores actos en política.

Originario de Tuxtepec, de origen humilde que emprendió el negocio de la construcción, pronto, más pronto de lo que uno puede imaginar –en tan solo seis años- se convirtió en un inexplicable millonario propietario de grandes ranchos y constructoras, a las que se les adjudicó en el sexenio del chacal  millonarios contratos para obra pública.

Eviel Pérez Magaña, es un político mediocre y anodino.

Tan solo habrá que recordar que perdió la elección en la que buscó la presidencia municipal de Tuxtepec, puesto que después le regalaron cuando le compraron votos en la misma madrugada del recuento para darle una mínima ventaja que llevó a definir en los tribunales federales.

 

Su vida se marca porque lleva a cuestas un expediente por desvío millonario de recursos públicos a cargo de la contraloría y se ha beneficiado él, sus amigos y su jefe Ulises Ruiz con contratos también millonarios a costa de la pobreza oaxaqueña.

Este senador de menor estatura política ha tenido un papel sustantivo en nuestro estado: se convirtió con el correr de los años en el títere favorito de Ulises Ruiz Ortiz.

Cuando representó al priísmo -refiere la agencia Quadratin en uno de sus conocidos artículos- como su candidato a la gubernatura se le vio en campaña, sin poder leer sus discursos, sin estructurar frase alguna. Los militantes no lo reconocieron, y ahora más que nunca lo repudian y lo rechazan porque representa lo más ominoso del quehacer político.

INCONFESABLE    HECTOR PABLO

 

Y es que apenas días atrás, el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Manlio Fabio Beltrones, dejó un mensaje con dedicatoria al senador Eviel Perez Magaña

“Unos pretenden olvidar que ya tuvieron su oportunidad y la despilfarraron y fueron despedidos por el voto de la mayoría, todo ello porque no supieron dar los resultados que se esperaban… Nuestro deber es constantemente desenmascararlos, refutarlos y demostrar que sus propuestas representan un retroceso o un salto al vacío o un vacío de ideas. Debemos seguir siendo la opción confiable que propone el cambio con rumbo, estabilidad y responsabilidad, y así debemos dejarlo claro ante la sociedad en cada foro público”.

Otro personaje ominoso, es el director general de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva”, quien utiliza su posición y los recursos a su cargo para promocionarse como candidato a la gubernatura del PRI en Oaxaca.

En su haber, hoy en la PGR, la investigación a Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva se encuentra “detenida” porque el entonces procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, le informó que las pruebas aportadas por los legisladores promoventes –Consuelo Argüelles, Miguel Alonso Raya y Manuel Huerta– eran insuficientes, por tratarse de recortes de periódicos y de una tabla de continuidad de medios electrónicos en la que se evidencia el proselitismo del director general de Liconsa.

Y es que Liconsa ha sido utilizada con la evidente intención de posicionar en el imaginario colectivo la imagen y nombre de la hachepona.

Liconsa, es la empresa involucrada en la lucha contra el hambre y responsable principal del programa de abasto social de leche para los sectores más desprotegidos del país. Ahí, su director general Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva (HP, como le gusta que le llamen sus subalternos) utiliza los recursos de ese importante programa para hacer precampaña en sus aspiraciones al gobierno de Oaxaca, aunque todavía falten 20 meses para las elecciones, sin que autoridad alguna haga algo para contenerlo.

Hoy, Eviel y Héctor Pablo, están citados por la Comisión de la Verdad, para que testifiquen sobre el derramamiento de sangre en Oaxaca durante el 2006.

INCONFESABLE VIOLENCIA EN OAXACA  2006