Política Inconfesable : Bola de humo…


Banco de México

Rodrigo Villar 

En recuerdo a León García Soler, un viejo amigo de tiempos recientes.

Ricardo Monreal Ávila

No hay nada peor para los usureros que tocarles el dinero. Y ejemplo de eso es el intento legislativo de Morena en el Senado de la República, primero, y en la Cámara de Diputados, después, por cortar de tajo un crimen recurrente: el robo indecente y malnacido a las remesas -procedentes en su mayoría de Estados Unidos- que reciben millones de familias en México.

En cuanto se vieron amenazados, algunos banqueros nacionales y extranjeros, que de finas personas no tienen nada, montaron una campaña mediática, operada por contados lacayos de medios de comunicación y ciertos personeros, argumentando que la minuta aprobada en el Senado, y en su caso sea ratificada en la Cámara de Diputados, violaría la autonomía del Banco de México.

A la mayoría de los lectores de noticias y de hechos en el país, ese suceso resulta confuso, y más cuando los poderosos intereses nacionales y extranjeros, que serían tocados con la reforma que adelante vamos a explicar, doblaron por dos días el mercado de divisas, propiciando que el peso se devaluara artificialmente.

De pronto muchos, que desconocen los alcances de la reforma a la Ley del Banco de México, con la adición de artículos 20 bis, y 20 ter, se espantaron y reaccionaron histéricos: “se va a caer el peso, y eso es muy peligroso”.

Vayamos por partes, para entendernos con argumentos y no con información distorsionada que los polos del poder en México, saben manejar con un tufo de escándalo, para generar el caos y la confusión.

Sin duda, el gobierno del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador está tomando decisiones -con las que muchos pueden estar de acuerdo o en total desacuerdo-, que finalmente eran necesarias y urgentes, ante la adversidad de un país expoliado y humillado por un sector gobernante, en asociación perversa con el poder económico, para darle la vuelta necesaria y sacudirlo de una nefasta cultura de la corrupción, la transa y el cochupo.

Es un país que le funciona de mil maravillas al sistema occidental, porque siempre le ha servido de cuarto trasero a la mayor potencia del mundo, los Estados Unidos. Y es ahí, donde se presentan las acciones de Andrés Manuel López Obrador, donde se pega al status quo, y éste reacciona, presiona y después coacciona para echar abajo las determinaciones que puedan tener un trasfondo de beneficio social.

Remesas de mexicanos en USA

En ese amplio contexto, desde el año pasado, el senador Ricardo Monreal Ávila, líder de la mayoría de Morena en esa cámara del Congreso, presentó una iniciativa de reforma y adición a la Ley del Banco de México. Ahí se enunciaba que el propósito de la propuesta era darle dientes al banco central para que ejerciera las funciones de vigilante del proceso de introducción de divisas extranjeras (en su mayoría dólares provenientes de Estados Unidos y de Canadá), para evitar el lavado de dinero.

Y en segundo lugar, y no menos importante que el anterior, enfrentar la nefasta práctica de algunos bancos y muchísimas casas de cambio de divisas -también la mayoría de ellas propiedad de esos mismos bancos-, que compran hasta en diez pesos cada dólar, ganándole diez pesos a cada dólar que reciben los millones de familias que dependen de las remesas.

Es decir, los indocumentados o los mexicanos avecindados en Estados Unidos y Canadá que envían más de 30 mil millones de dólares, en conjunto, se ven asaltados por los bancos y casas de cambio, que además de cobrarles una comisión si se efectúa una transferencia electrónica por recibir esos recursos, se cobran a lo chino cuando se trata de cambiar dólares en ventanilla.

Esta reforma y adición a la ley que norma las actividades del Banco de México, fue bombardeada por los banqueros, que en su mayoría son extranjeros, advirtiendo que la autonomía del banco central sería afectada, y que se abriría la posibilidad de hacer de México un centro mundial de lavado de dinero.

Senado de la República

También, la Asociación Mexicana de Bancos, al servicio de los intereses de la banca extranjera, la emprendió contra otra persona, propiciando que ciertos medios de comunicación, lo señalaron como el principal beneficiario de la minuta que ya aprobó el Senado. Y como segundo paso, acusó de supuesta insensibilidad al Senado de la República, por haber aprobado una iniciativa que “no fue consensuada”.

Desde hace más de un año inició la discusión y debate de la reforma, se convocó a todos los sectores involucrados a un parlamento abierto, y a reuniones con los funcionarios del banco de la asociación de banqueros.

Aún no termina esta novela, en la que se está midiendo la fuerza del gobierno federal ante el embate de los incalificables -ha de ser por su honorabilidad- banqueros que operan en México.